El Niño y la Madre centran el pregón de Fernando Giménez

El Niño y la Madre centran el pregón de Fernando Giménez

Javier Adolfo Iglesias
22:34 • 17 dic. 2011
El centro de Cultura de Unicaja en el Paseo se volvió a llenar un año más para recibir de forma oficial a la navidad, la fiesta religiosa y tradicional, al margen de las luces, las cenas de empresa y las compras. El aspecto religioso, incluso teológico, ocupó el pregón que de una forma rigurosa, no exenta de pasión, leyó Fernando Giménez, conocido joven cofrade almeriense, que fue presentado por Lola Haro Gil, responsable de prensa de la asociación de cofradías de Almería.



Es el segundo año que está pregón navideño se ofrece, organizado por la Fundación Unicaja y la Asociación Almeriense de Amigos del Belén, presidida por Manuel Martínez, presente en el acto. Lola Haro presentó al pregonero y afirmó que la verdadera navidad no es la de las calles sino la que ocurre en nuestro interior.

La infancia como gran concepto teológico recorrió el pregón de 18 minutos de este joven experto en teología. “¡Qué gran regalo el poder pensar en la Madre de Dios llevándolo en su vientre!”.

Fernando Giménez alentó a los presentes a vivir la Natividad del señor siendo humildes, caritativos y siendo niños en estas fiestas. “Queremos ser niños porque queremos estar cerca de Dios. Ni las escuelas filosóficas ni los sabios más insondables han alcanzado jamás la gravedad que encontramos en los ojos de un bebé de tres meses. Es la gravedad del asombro ante el universo y este no es misticismo sino sentido común trascendente. La fascinación por los niños consiste en esto, que con cada uno de ellos todas las cosas se vuelven a crear, y el universo entero se pone a prueba”, afirmó.

Giménez continuó por esta línea teológico-poética tomando el paralelismo navidad-niños. Excepcionalmente lo abandonó para cambiar brevemente el tercio a uno más político-reivindicativo. “Aquellos que en la historia han buscado eliminar lo religioso siempre han usado el odio. La navidad en cambio nos invita a todo lo contrario”, dijo.

En el segundo tramo de su pregón, sin abandonar al Niño, Giménez se centró en la maternidad, la de la Virgen y la de cualquier madre. Finalmente, tras su pregón, estaba previsto que Rafael Leopoldo Aguilera, director del IEA, entregara un presente al pregonero (una figura de la Sagrada Familia) y éste declinó en un bonito gesto para que lo hicieran los padres del primero. Finalmente, el coro Emilio Carrión ofreció un recital con una docena de conocidos villancicos dirigidos por José Manuel Jiménez.






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