Depedro evoca la magia de la infancia con doble sesión en el Maestro Padilla

Trasladarse al mundo de la infancia desde la perspectiva del adulto que no quiere abandonar del todo a su yo del pasado es la esencia de la emotiva propuesta musical que ofrece Depedro en ‘Érase Una Vez’, su último trabajo discográfico de estudio en el que ha estado trabajando cinco años y que ahora sale de gira con el propósito de acercarse al público familiar. Una propuesta que este martes ha podido disfrutarse por partida doble, en sesión matinal y sesión de tarde, en el Auditorio Maestro Padilla, en el marco de la programación del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería y del ciclo de conciertos de otoño de Cooltural Go!, organizados por Cooltural Fest. 

Con la misma base con la que grabó el disco, Depedro (voz, guitarra y teclados) ha estado acompañado por Martín Bruhn a la batería, Héctor Rojo en el bajo y Enrique Fuentes en la guitarra eléctrica y coros para dar vida a casi la totalidad de dicho álbum, que ha sido acompañado por varios temas de su repertorio clásico, bien traídos e integrados en la temática conceptual del espectáculo, sea por su texto (‘Comanche’) o por su inspiración (‘Chilla Que Tiemble’).

Muy vinculado a la provincia de Almería, donde ha pasado largas temporadas y donde es fácil verle en verano, Depedro se ha sentido “como en casa” y ha agradecido, además de a quienes hacen posible eventos por la cultura, “el cariño, ilusión y coraje que nos habéis devuelto en estas circunstancias tan complicadas”. El artista madrileño ha sido habitual a su puesta en escena, cuidada, sobria, sin estridencias, con una clase que no impide que sus ritmos de folclore latinoamericano suenen con la calidez necesaria, apoyada siempre por la tesitura de su voz, siempre personal y elogiable.

Tras la intro de la instrumental ‘Alborada’, guiada por ‘la caída’ entre relojes de los vídeos que acompañan a todo el concierto, obra de Héctor de la Puente, Depedro ha iniciado el viaje en el tiempo, en honor “a las personas más importantes, las bajitas”, con ‘Despierta’, recordando sus amigos ensoñados como ‘Dragón Alado’, siendo empático con las rabietas o indecisiones de ‘Palabra Favorita’ o mostrando ligera condescendencia comprensiva en ‘Niño Triste’. Canciones regadas de ese denominador común que son los ritmos interiores de su música, siempre deudora e integradora del otro lado del charco.

“Dedicada a todos los pescadores de Cabo de Gata”, ‘El Pescador’ y ‘Vámonos Al Mar’, entre las que ha intercalado la instrumental ‘Do You Wanna Be My Friend?’, han sido sendos cantos a la libertad y belleza del mar. “No sabéis qué suerte tenéis de tenerlo cerca, no lo sabéis”, confesaba, antes de compartir nueva confidencia, como la inspiración de su ‘Chilla Que Tiemble’, nacida de una discusión familiar dentro del coche con su hijo mayor. 

Divertida ha sido también la unión de “una canción protesta” infantil con ‘Quiero Descansar’ y el reconocimiento a la paciencia en el que se ha convertido su clásico ‘Hombre Bueno’ y su aire funk, que le ha servido para presentar a toda la banda y su equipo. El concierto ha encarado su tramo final con ‘Deal’ en el que ha sustituido a su compañero Joey Burns de Calexico, que es quien la canta en el álbum, para después ofrecer uno de los momentos más emotivos de la actuación, recordando la ‘reconstrucción’ hecha en ‘A Mimi’, escrita sobre recuerdos de las nanas que le cantaba su abuela. Un momento delicado y hermoso.

Para cerrar, tocaba ‘hacer el indio’ a lo ‘Comanche’, que ha sonado a fin de fiesta de facto, para regalar, como la última parada para despedirse del niño que fuimos, ‘Érase Una Vez’, basada en un poema de José Agustín Goytisolo y Paco Ibáñez, corta y débil, suena mágica en voz y guitarra, desnuda, con un poema de un mundo al revés. De otra realidad también es posible. O, dicho para adultos, no todo es como os lo cuentan. Ya fuera del repertorio conceptual, Depedro todavía regalaría ‘Nubes De Papel’, con la promesa “de volver muy pronto, cuando podamos darnos todos los besos y abrazos que nos debemos”. Ya falta menos.