Poco se ha escrito sobre lo efímero en el arte. Aquello que es fugaz en el tiempo y cuyo objetivo no es perdurar. Donde pueden encontrarse ejemplos, es en la Historia del arte japonés, como podría ser “el acto de tomar el té”. Una síntesis magistral entre vida y arte. Esta bella práctica nos lleva a la filosofía Zen y a la búsqueda de la perfección en un mundo entendido vulgar y que ha de conectarse con el orden cósmico. Arte y Vida, goce momentáneo de un crepúsculo, que no se repetirá igual nunca más. Goce de los sentidos a flor de piel ante tanta belleza y esa necesidad de atraparla, que se frustra, cuando cae el telón o tan solo queda el olor a pólvora de los Fuegos Artificiales.
Tradiciones religiosas como la Fiesta del Corpus Christi, cuyo origen está en la Edad Media, es otro ejemplo. Donde las arquitecturas efímeras al “cuerpo del señor”, las alfombras de flores para su paso, son testimonios de Arte temporal. Destacar las escenografías fascinantes en El Corpus de Granada, durante los siglos XVII y XVIII, incluso en las primeras décadas del XIX. Fue la ciudad que más se afanó en realizar los más espectaculares decorados. En esos días las fachadas se engalanaban con tapices, colgaduras, espejos y en las entradas de las calles se alzaban arcos triunfales.
En esa temporalidad radica su importancia, pues su impacto es mayor, más intenso. Hay una necesidad por parte de los que asisten a esas acciones, rituales, liturgias, de atrapar esa maravilla que saben se les escapa. Serán los artistas contemporáneos los que presten más atención a esta categoría de fugacidad en el tiempo.
Sin embargo, los artistas del S. XX y XXI, mirarán mucho más atrás en el tiempo, donde lo esotérico fue el campo visual para la meditación y los mandalas, un ejemplo, que nos recuerda las alfombras florares del Corpus, incluso la pirotecnia. Todo parece conectado con la cultura oriental y esa necesidad de armonía con el cosmos, pero también con el espíritu. Imaginemos esos mandalas realizados con tierras de colores, que se lanzaban al aire. Lo importante era el acto de creación, concentración y no la materia. Entonces, ya sí, podemos entrar en el Arte Efímero moderno.
Cuando el concepto de realidad, pensamiento racional-ilustrado, es cuestionado por las nuevas teorías científicas, como la subjetividad de Bergson, el relativismo de Einstein o el psicoanálisis de Freud; se produce el origen de las nuevas tendencias del Arte Contemporáneo: arte abstracto, arte conceptual, arte de acción. Marinetti, artista representante del movimiento futurista escribió, que «nada me parece más bajo y mezquino que pensar en la inmortalidad al crear una obra de arte», exaltando el carácter efímero de una obra.
De toda esa génesis en las artes, debido al cambio de pensamiento, nos quedamos con las artes de acción y sus múltiples formas de expresión: happening, body art, performance art, instalaciones, etc…
Se podría decir que el Cuaderno Gigante CARTÓN es una performance, más preciso sería un happening: un evento público, participativo y de carácter efímero. Pero también es una instalación, un espacio entre dos tapas. Una galería de arte móvil. Es un libro de artistas, es un poema objeto, con los días contados.
Todo surgió de un encuentro que tuvo Francisco Escudero con una gran caja de cartón, de esas para las bicicletas, tirada en la calle, paseando y ya sabemos eso de los surrealistas y la écriture automatique (El encuentro fortuito de una máquina de coser y un paraguas en una mesa de disección. Lautreamont) que le produjo, el encuentro, la caja, una explosión poética de gran intensidad, que le llevó a pensar en Libro Gigante, pero siempre CARTÓN: cartón manta, cartón techo, cartón mendigo, cartón deriva, cartón protesta, cartón muro, cartón cutre, Cuaderno de anillas.
Entonces se puso en marcha la maquinaria del Taller de POEX y lanzó la convocatoria de participación en Berja y a nivel nacional e internacional.
Decía que era efímero, porque después de su presentación oficial en el Festival de Poesía Visual de Berja, el 21 de marzo, Día de la Poesía: lectura de prólogo, indulto de una obra por votación popular; el Cuaderno, es quemado en los Humarrachos de San Tesifón, el 31 de marzo. Antes de llevar a la hoguera, Rambla de Buenos Aires; es paseado por las calles del pueblo y después se lanza al fuego. Minutos antes, se ve por última vez, nombrando a todos los artistas y realizando alguna lectura simbólica sobre lo efímero del arte.
Cada año se encarga la portada y prólogo a un poeta o artista. Este año ha sido Manolo Fernández Castilla (La Aldeílla-El Ejido).
Debido a que no pudo presentarse este año en el IV FESTPOVIBER, ni quemarse, por motivos del confinamiento y la pandemia por Covid, se ha decidido indultar con todas sus obras, que pasará al Archivo Centro de Poesía Visual Biblioteca de Berja.
Desde el viernes pasado, todas las obras, hojas, además de las tapas, portada, y prólogo, también las cenizas de los números anteriores y dos réplicas A-4; pueden verse expuestas en la Sala de Exposiciones del Molino del perrillo, Biblioteca Municipal, del 18 de diciembre de 2020 al 29 de enero de 2021.
El Taller de POEX tiene previsto realizar actividades paralelas entorno a la muestra, que ya publicará en su momento. Si desean realizar visita guiada, han de contactar llamando a la Biblioteca. Por motivos de Covid las visitas no podrán ser en grupos.
Los artistas que participan en este número son del Taller de POEX-Berja (Almería): Perra Martínez, IGNACIO, PAQUITA, Mercedes Céspedes, Emilia Ortega, Cristóbal Torralvo, Abdou Salam Diop, Ismael Lozano, Fátima Jiménez, Meli Estévez, Rocío Domínguez, Francisco Escudero. Y de fuera: Vicente Gutiérrez Escudero (Madrid), Paco Fernández (Aguadulce-Almería), Tarha Erena Sarmiento ( Las Palmas de Gran Canaria), Ale Jan Dra (Sevilla), José Blanco (San Vicente de Baracaldo-País Vasco), Franklin José Fernández García (Caracas-Venezuela), Raul Reguera (Timar- Granada), Serse Luigetti (Perugia-Italia), Pablo Ballesteros (Madrid), María Cañas (Sevila), Juanje Sanz Morera (Portugalete- Vizcaya), Pere Sousa (Barcelona), Marco Bevilacqua (Nápoles), Juan Fran Núñez Parreño (Villa Malea-Albacete), Francisco Uceda (Nueva York), Aaron Flores (México), Silvio de Gracia (Junín-Buenos Aires), The Serial Asemic (Islas Baleares).
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