El cine recuerda a Kiko Medina, “un productor honesto”

No son adjetivos que suelan ir asociados al título de productor de cine, que uno tiende a imaginar como alguien que va por el mundo con una calculadora por corazón. Pero en el escenario del teatro Lope de Vega de Sevilla, este sábado 30 de enero, palabras tan nobles como honestidad, honradez y generosidad se asociaron para siempre a la figura de un productor de cine, el almeriense Kiko Medina, fallecido en octubre a causa de un infarto cuando solo había dejado atrás 47 años de su vida y tenía por delante decenas de películas por levantar.

“Cuando alguien deja este mundo, tienes la necesidad de decir algo bueno. Pero cuando tuve que transmitir la noticia de que Kiko se iba, alguien dijo: ‘Todo lo que dijimos de él mientras estuvo aquí fue bueno’. Eso demuestra que era una persona excepcional”, expresó el director y guionista Jesús Ponce al presentar la Medalla de Honor que, a título póstumo, le ha concedido la Asociación de Escritores y Escritoras de Cine de Andalucía (Asecan) en la gala de la 33ª edición de sus premios, presentada por los periodistas Rafael Pontes y Marta Jiménez.

El cineasta sevillano, a quien Medina produjo los filmes ‘Todo saldrá bien’ (rodado en Purchena) y ‘La primera cita’, y con quien preparaba un documental sobre la banda de rock The Storm, destacó de su amigo que fue un productor “honesto, honrado, pagador, puntual y entregado”.

Ana Ferrari, prima de Kiko Medina, recogió el reconocimiento en nombre de la familia, y transmitió entre lágrimas un mensaje del padre del productor. “Nuestro Kiko está en el Lope de Vega organizándolo todo y regañando al que se equivoque, con su sonrisa generosa y su enorme corazón, satisfecho cuando le concedan la Medalla de Honor de los escritores de cine de Andalucía”.

Un premio que no es solo para él “sino para su familia, compañeros, amigos”. “Y también de sus escasos, añado yo” -prosiguió el mensaje- “rivales o adversarios en la profesión, porque le ayudaron a ser mejor”.

Tras dar las gracias, Ana Ferrari, sanitaria de profesión, se dirigió al auditorio, donde solo se dieron cita los premiados para garantizar el protocolo de seguridad, a seguir trabajando. “Nosotros no nos vamos a rendir ahora y vosotros no debéis hacerlo. Tenéis que seguir contando historias porque ahora más que nunca las necesitamos”, concluyó. Es lo que habría hecho, sin duda, su primo.