En la antesala del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, desde la Asamblea Feminista 8M Almería creen que hay quien sigue criminalizando al feminismo a propósito de la crisis del coronavirus y aseguran que este año se han encontrado más trabas que nunca a la hora de salir a la calle. En Almería, han convocado un acto que cumplirá con todas las restricciones sanitarias este lunes, a las 19.30 horas, en Puerta de Purchena. Carmen Cervantes es una de las integrantes de esta organización.
Estamos en la víspera del 8M, ¿entienden la prohibición de la manifestación en Madrid?
No es lógico que prohíban la manifestación y luego la presidenta Isabel Díaz Ayuso mantenga abierta la comunidad y esté pidiendo a la gente que vaya a consumir para salvar la economía. La cuestión es que se sigue criminalizando al movimiento feminista, se nos acusa de haber propagado el virus el año pasado. Y las personas que nos tienen miedo se suben al carro del discurso del odio.
Aquí mismo nos está costando muchísimo trabajo que nos autoricen cualquier tipo de concentración. Habíamos previsto hacer una en el Anfiteatro de la Rambla y nos han solicitado permisos de Salud que nunca llegan y no nos conceden un punto de luz. Nos hemos encontrado mucha resistencia cuando tenemos un BOJA en el que la Junta no prohíbe el derecho a manifestarse. Al final hemos convocado una concentración en Puerta de Purchena, a las 19.30 horas, en la que cumpliremos todas las restricciones.
¿Comprende que haya quien no quiera ir a causa de la pandemia?
Por supuesto, hay compañeras que han decidido no ir, pero el movimiento tiene que estar en la calle y reivindicar en unidad que el espacio público también nos pertenece. Hemos analizado cómo concentrarnos de manera segura y no va a ser como años atrás. Iremos una representación y hemos estudiado si es conveniente fumar o cantar ese día. Actuamos con responsabilidad.
Pero es más importante que nunca que salgamos el lunes porque si algo está pasando con la pandemia es que somos las mujeres las que estamos en casa: muchas se han quedado confinadas con su agresor, han llevado el peso de los enfermos de covid o han sentido una fuerte presión porque están en ERTE o han perdido su trabajo.
¿Cómo interpreta que se tache de machista a C. Tangana por sacar a chicas con poca ropa en sus videoclips, pero luego se considere empoderamiento que La Zowi baile en tanga?
Que se considere empoderamiento o que una mujer ha llegado al máximo de sus libertades el hecho de que La Zowi sea capaz de salir desnuda o semidesnuda es exigirnos muy poco. Me parece estupendo que Cristina Pedroche se ponga un traje transparente en la tele, pero hay que ir más allá. Y luego habría que ver si lo hace porque quiere, porque estamos dentro de un mundo patriarcal en el que a veces tenemos que sexualizar nuestro cuerpo para ser aceptadas.
Ese el debate de la calle, pero el feminismo es una lucha más sesuda y social que abarca temas tan sensibles como que haya menores que son víctimas de la violencia sexual, el acoso laboral o el llamado techo de cristal.
¿En ciudades pequeñas tenemos menos interiorizado que determinados comportamientos son acoso callejero?
En la Asamblea hemos recibido hace poco el testimonio de unas compañeras que nos informaron de que recibían acoso callejero al salir de trabajar tras el toque de queda. Pero a mí me parece que la violencia hacia la mujer es algo sistémico, da igual donde vivas. Hay países donde la violencia de género ni se contempla, y en España tenemos una legislación potentísima y sigue habiendo feminicidios.
Tenemos que centrarnos en lo que pasa en España, donde según una macroencuesta que sacó el Ministerio Igualdad, los porcentajes de violencia sexual son tan abrumadores que no tenemos que ir a ningún país a compararnos con nadie. Al final lo que cuenta es que tú sales sola por la calle y vas muerta de miedo. Las feministas estamos tan empoderadas que nos creemos que no va a pasar nada, pero no es así.
Lo que sí es cierto es que hay entornos más aislados que afectan al hecho de que una mujer decida actuar. El aislamiento social y familiar pueden hacer que una mujer no se anime a denunciar, ya que vivimos en una sociedad que pone en duda y rechaza a la víctima y no al agresor.
Leyes como la de Libertad Sexual y la Trans generan polémica en este país, ¿por qué?
Las leyes son necesarias, porque es necesario que se legisle no solo a nivel penal, también de prevención y asistencialismo. El Estado debe procurar todo y más para que esa mujer que ha sufrido algún tipo de acoso o violencia quede reparada y retome su vida por donde la dejó.
Las polémicas son una manera de politizar las cosas, porque la ley Trans no dice nada nuevo, solo trata de unificar lo que han legislado comunidades como la andaluza. Y la de Libertad Sexual igual, pues no es lo mismo ser víctima de violencia sexual en Galicia que en Andalucía. Existe un batiburrillo de leyes que no homogenizan. La polémica es saber quién se pone la medalla de que la hizo primero, pero esas controversias nos siguen criminalizando. Como cuando Vox quiso eliminar al hombre de la violencia de género y dedicaron una sesión entera a una cosa que era evidente. Porque la violencia de género es algo no solo a nivel político, es que ciencia la reconoce: hay congresos y facultades especializadas. Es una realidad palpable que no nos lo hemos inventado las feministas.
¿Qué es el feminismo?
Para mí ser feminista es un orgullo. Cuando lo descubrí, sentí que había llegado al lugar que había estado buscando casi toda mi vida. Me encanta ir a la asamblea y juntarme con mis compañeros, porque nos relacionamos en un nivel de sororidad y comprensión. El feminismo me ha enseñado a comprender a todas las mujeres desde su contexto, incluso a las mujeres que critican el feminismo. Me ha enseñado a validar mi opinión porque es mía. Es una revolución interna que creo que todas tenemos y en el momento en el que deconstruyes tus creencias y te pones esas gafas moradas, te das cuenta de que estás en el lugar idóneo porque lo único exigimos es igualdad. Y te lo digo yo que soy blanca, occidental y cisgénero, pero lucho por la igualdad de todos.
Me encanta cuando dicen que estamos en la segunda ola del feminismo porque de verdad es una ola que lo inunda todo y te entra con la boca abierta.
¿Qué le diría a una mujer que tenga dudas sobre el feminismo?
Solo le pediría que intentara hacer una lectura autónoma de una autora feminista y viera si en algún momento no se siente identificada porque creo que va a ser imposible. Es brutal la fuerza que tenemos todas juntas para cambiar las cosas. Si nosotras nos paramos, se para el mundo.
¿Quiénes están detrás de la Asamblea Feminista 8M Almería?
En Almería, como en España, siempre ha habido un movimiento feminista vinculado a partidos políticos y sindicatos. Sin embargo, en 2018 empezó a germinar un grupo de mujeres feministas independientes a cualquier organización. Fue el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, de ese año cuando nos organizamos y cada grupo adquirió su identidad.
En nuestro caso, somos un movimiento asambleario de mujeres a las que nos une el vínculo con el feminismo. Todas tenemos el mismo estatus y debatimos en asamblea. Aquella mujer que decida participar en una, es bienvenida. Tenemos un grupo de WhatsApp con unas 134 personas en el que hay de estudiantes universitarias a mujeres trabajadoras en la intervención y el asistencialismo, pasando por profesoras, enfermeras o amas de casa.
¿Qué reivindican?
Lo primero que exigimos es la abolición total de la violencia de género. Después, la eliminación de un sistema patriarcal en el que el hombre está en el centro de la sociedad. Reivindicamos un espacio que es nuestro, porque los derechos de las mujeres nunca se dan por sentados, tenemos que estar en constante reclamo.
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