El 11 de agosto en Berja y el 26 de agosto en Almería. Son las dos fechas marcadas en rojo en el calendario de India Martínez, que vuelve a la provincia donde dio sus primeros pasos como artista.
¿Qué tal la vuelta a los escenarios?
Las palabras se quedan cortas. Desde el primer aplauso de la gente me entra un cosquilleo indescriptible, y se agradece. Es un reto solo el subirse al escenario. Los que vienen son unos valientes que no se dejan llevar por el miedo, rompiendo esquemas y barreras. Estoy muy contenta. Desde hemos empezado la gira hemos vendido todo.
Este ‘Palmeras Tour’ está siendo un éxito.
Es que teníamos todos muchas ganas. Estoy viviendo reencuentros con la gente y conmigo misma en el escenario. Me desquito, me desahogo, me comunico a través de la música, suelto emociones, canto esas canciones que se quedaron estancadas con todo esto del coronavirus. De hecho, el concierto ha mutado y se ha convertido en un homenaje a la trayectoria y a esos temas que han sido parte de nuestra vida, que son como himnos. Y, además, me estoy atreviendo a cantar canciones que nunca había interpretado en directo. Es muy cercano.
¿Cómo está siendo el comportamiento del público?
Inmejorable. Todo, siempre, bajo la seguridad y los protocolos. De hecho, antes, en un concierto, te encontrabas gente mareada por la emoción, alguna bajada de tensión o, incluso, alguna pelea. Eso ahora no va a mayores gracias al control que hay, por lo que no todo es negativo.
¿Y desde el escenario cómo se viven estos conciertos marcados por las restricciones?
Estás tan cómoda que se te olvida que llevas la mascarilla puesta. Es similar a cuando entras en casa. Te lo pasas tan bien que no piensas en nada más. La gente canta y baila, pero siempre desde sus asientos. Lo valoro mucho.
Dicen que nunca se te ha visto tan libre sobre un escenario como en este ‘Palmeras Tour’.
Así es. Llevamos un piano de cola, un set de percusiones blancas, dos coristas, una percusión y un bajo. No necesito más. A veces me paro, canto a capela, bajo del escenario, como cuando cantaba en los recitales de niña o en el Festival de Flamenco en la Plaza Vieja de Almería. Te quitas el micro y te adelantas a la gente con una mezcla de pop latino y el flamenco de siempre.
¿Qué supone para ti volver a Almería, donde creciste?
Bueno, ¡es que el primer concierto de mi vida fue en el espigón del Puerto de Roquetas! Ahí presenté mi primer disco. Almería, a mí, me ha dado y me sigue dando muchísimo. Estoy deseando reencontrarme con mis paisanos, con mi gente. Soy cordobesa y almeriense. Siempre lo digo. Parte de mi familia sigue allí, algunos de mis mejores amigos también, mis compañeros de siempre, las peñas flamencas donde empecé… allí es donde comencé a tener uso de razón y de donde vienen mis primeros recuerdos.
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