‘Iron man’ significa ‘hombre de hierro’. Y a juzgar por la fuerza de voluntad necesaria para superar esta prueba deportiva, el nombre cobra sentido. Juanfra Serrano -maestro- y Javi Serrano -subinspector de Policía- representarán a Almería en Hawái el próximo 9 de octubre en el Campeonato Mundial de ‘Ironman’.
¿Qué es el ‘Ironman’?
Juanfra: Es un triatlón de la distancia más larga. Consiste en hacer 3,8 km nadando, 180 km en bici y 42,2 km corriendo.
Javi: Su origen está en Hawái, que por eso acoge el campeonato del mundo. Parece que empezó porque unos marines apostaron a ver cuál de los tres deportes era más duro.
¿Y cómo se prepara?
Javi: Primero tienes que prepararte mentalmente. Debes de saber la distancia a la que te enfrentas, organizarte y buscar tiempo para entrenar porque son muchas horas. La semana que viene nosotros dedicaremos 20 horas a entrenar, casi una jornada laboral.
Juanfra: Formamos parte del Club Triatlón Almería, donde cada uno hace la distancia que quiere. Solo cuatro hacemos el 'Ironman'.
Javi: Y aunque un triatlón son tres deportes, el ‘Ironman’ hay que enfocarlo como uno solo. No puedes entrenar como un nadador o un ciclista, eso es un error, porque lo más complicado son las transiciones.
Juanfra: Claro, te sales del agua donde has estado durante una hora nadando en horizontal para someter a tu cuerpo a otro tiempo de esfuerzo en la bici. Ahí está la dificultad.
¿Cuánto se tarda en hacer la prueba completa?
Juanfra: Los buenos tardan 8 ó 9 horas y lo máximo son unas 16. Es muy bonito porque el primero siempre espera al último en meta, de modo que todos se llevan la misma ovación. El esfuerzo es un logro bestial, casi como ganar las Olimpiadas. Al principio lo ves como algo sobrehumano, aunque luego le pierdes un poco el respeto a la distancia. Pero no hay que hacerlo, porque sufres muchísimo.
Javi: El tiempo en un ‘Ironman’ es algo relativo porque depende del recorrido y los factores ambientales. Te puede tocar soportar mucha humedad o competir en mitad de un chaparrón. También influye si el perfil es montañoso, o hay que nadar en el mar o en un lago.
¿Cómo fue clasificarse para el campeonato mundial?
Juanfra: Lo bueno de esta prueba es que da la oportunidad tanto a los Pro, o profesionales, como a los siete mejores de cada grupo de edad, que es nuestro caso. Nos hemos clasificado con tiempos muy normales.
Javi: Sí, y ahora vamos a Hawái a correr con los mejores profesionales. Es como ir al Bernábeu. Aunque lo cierto es que es una afición que te obliga a sacrificar mucho y centraliza tu vida.
Juanfra: Claro, es necesario el apoyo de la familia y de la pareja. Son muchas horas fuera de casa.
Javi: A mí lo que también me atrae es que te permite ir a cualquier país. Yo ya he estado en Nueva Zelanda o Noruega. Ahora el premio es ir a Hawái aunque nos cueste el dinero.
¿Cuesta dinero?
Juanfra: Desde luego, solo la inscripción vale 1.000 euros, el avión a Hawái nos saldrá por ahí y los alojamientos son carísimos. Alguna gente pide ayudas, pero a mí me enseñaron que los caprichos te los pagas tú. Algunas tiendas nos echan un cable en plan colegueo, pero por lo mucho que nos gastamos.
¿Cómo aguanta el cuerpo tantas horas a ese nivel?
Javi: Hacer el ‘Ironman’ consume unas 8.000 calorías. Así que todo lo que comas es poco. Durante la carrera tomas barritas, geles; incluso hay gente que se come un bocadillo mientras va en la bici. Hay que entrenar también la nutrición.
¿Y en qué piensa uno durante la prueba?
Javi: Yo pienso en mi familia, sobre todo en la natación, quizá porque es el segmento más duro.
Juanfra: Es un vaivén de sensaciones. Piensas en la familia y en estar bien y, de repente, pasas a plantearte la retirada o por qué estás haciendo eso. No solo ganan los que están más fuertes físicamente, también en el plano mental.
¿Y qué se siente?
Juanfra: En el maratón es dolor lo que sientes, porque tu cuerpo quiere pararse. Javi y yo a veces entrenamos juntos, pero en el ‘Ironman’ vas siempre solo gestionando esas emociones. Ese es el rollo místico que tiene esa carrera.
Javi: También tienes que aprender a gestionar la frustración ante cualquier contratiempo. A mí la bicicleta me ha llegado a dejar tirado y si te surge un problema que no es solucionable en el momento, estás perdido.
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