Javier Oliver (Fines, 1992) estudió Ingeniería Agrónoma y es ‘sales representative’ (representante de ventas) en Tomatech. Su 1,94 metros, cuerpo atlético y facciones morenas no han pasado desapercibidos en un mundo de la moda con el que lleva coqueteando desde la etapa universitaria.
El próximo 18 de septiembre representará a Almería en Míster RNB (Reinado Nacional de Belleza) España 2021, que se aplazó hace un año a causa de la pandemia. De ese certamen -que se celebrará en Periana, en la Axarquía malagueña- saldrán los candidatos para Mister Supranacional y Mister International.
¿Cuándo se dio cuenta de que era más guapo que la media?
En 2010, cuando estaba estudiando Ingeniería Agrónoma en Córdoba, algunas marcas se fijaron en mí y empecé a hacer cosas de moda y a creerme que tenía algo especial. Sin embargo, llegó un momento en que lo aparqué por el tema de los estudios, ya que mi carrera no es cualquier cosa y mi trabajo me costó sacarla. Luego la vida me ha llevado de vuelta a este mundo y el hecho de hablar idiomas y haber viajado han contribuido. Al final, he sabido compaginar trabajo y moda.
¿Se liga más siendo guapo o impone acercarse?
Yo pienso que aunque atraes por la exposición en las redes sociales y el tema del modelaje, en el fondo impones más respeto y eso igual hace que la otra persona se contenga a la hora de acercarse.
Es ingeniero agrónomo, lo que desmitifica la idea de que la belleza está reñida con la inteligencia.
A veces no solo es belleza, porque al final el jurado de este tipo de certámenes no quiere tanto un físico culturista, sino que se fija también en si eres culto o tienes estudios. Yo diría que 90 por ciento es saber estar y hablar bien. Por eso tenemos 30 minutos de entrevista con ellos.
En una de esas entrevistas durante un certamen de belleza una candidata definió al pensador Confucio como “inventor de la confusión”. ¿Tiene miedo?
Miedo ninguno. Mis preparadores dicen que si no gano yo con lo dicharachero que soy, no saben quién va a ganar. Por mi trabajo, estoy acostumbrado a estar de cara al público y hablar con todo tipo de personas dando charlas y demás.
¿Es tan optimista como sus preparadores? ¿Realmente piensa que tiene opciones de ganar?
Creo que tengo muchas opciones y voy con confianza, pero es verdad que al final la competencia no deja de estar ahí y hoy en día hay mucha rivalidad. Lo normal es que los candidatos estemos un año preparándonos, pero con el tema de la pandemia muchos llevan dos dedicados a ello.
Hablando de la competencia, en Míster RBN España está previsto que compitan medio centenar de aspirantes. Si uno se descuida, ¿pueden volar puñales?
Hay mucha competitividad, pero el ambiente es sano. Al final todos somos compañeros.
¿Y cómo se prepara uno para ir a un certamen así?
Es una preparación muy completa: voy al gimnasio para poner a punto el cuerpo y, además, tengo un entrenador personal. Y luego un coach me prepara para la entrevista.
Hubo un tiempo en que estos certámenes no gozaban de muy buena fama, ¿cómo los defendería?
Antes la gente se creía que el candidato solo se dedicaba al culto al cuerpo, pero ahora los jurados han dado un giro y quieren a una persona completa que no sea un simple físico. Al imponer eso, ya se hace una criba. Se busca algo más que una cara bonita. Por eso han recuperado la fama perdida.
Trabaja en el agro almeriense, ¿los agricultores saben de su faceta de míster?
Sí, a veces me ven venir y sueltan: ‘Ahí entra el guapo a la finca’. Pero ya hay un bagaje y una experiencia con ellos y nos lo tomamos a broma. Me apasiona estar de cara al público y tratar con la gente del sector. De hecho, por mucho que triunfase en la moda, tengo claro que nunca dejaría mi empleo. Yo lo que quiero es demostrar que se puede estudiar una carrera, ser top en tu trabajo y compaginarlo con este mundo.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/5/vivir/221357/a-veces-los-agricultores-me-ven-venir-y-dicen-ahi-entra-el-guapo-a-la-finca