‘Sesión privada’, el debut de Javier Rovira en el mundo de la literatura

Novela negra en estado puro, clásico. Coches bajo la lluvia, mujeres fatales, cadáveres antiguos vueltos a investigar, historias de apariencia simple que esconden en sus armarios dramas ocultos. Caminos que se entrelazan a lo largo de una trama que avanza en una búsqueda de respuestas que muchas veces generan más preguntas. Personajes que van adentrándose en unas penumbras que, inevitablemente, los atrapan.

Tal es el universo que presenta el almeriense Javier Rovira en su primera novela, ‘Sesión privada’, que sale hoy a las librerías editada por la editorial Temas de Hoy, del Grupo Planeta. “La presentación será el 23 de febrero, en Madrid, con la presencia de Inocencio Arias, y luego, el 29 de febrero, la presentaremos aquí, en la bilioteca Villaespesa, de la mano del Centro Andaluz de las Letras”, explica el autor.

Historias que contar
Conocido del público almeriense como talentoso pianista, y organizador del festival de música ‘Clásicos en el Parque’, que cada verano llena de arte varios escenarios de Rodalquilar y Los Escullos, Rovira confiesa que ha tardado tres novelas en decidirse a sacar a la luz su otra pasión, la literatura.

“Escribo desde pequeño, pero para mí”, confiesa. “Ya en serio, sólo desde hace unos diez años”. ¿Y por qué se escribe?, le pregunto, y casi se pregunta a sí mismo. Permanece un momento pensativo. “No sé bien...”, dice al fin. “La primera novela fue como por generación espontánea. Estaba pasando un momento malo, acababa de volver a España después de mucho tiempo estudiando fuera, y empecé como... No sé, no hay un motivo, surgió. Son historias que tienes en la cabeza y dices: ¿Y por qué no voy a contarla? Y a partir de entonces fue algo imparable, te van surgiendo las ideas...”.

Rovira se considera más bien como un pianista que escribe, como una persona a la que la literatura le llega como una forma de expresión ineludible. Pero no nos engañemos: sabe escribir. Además de pianista profesional y profesor de conservatorio en Madrid, es licenciado en Filología Hispánica, y domina el lenguaje, los tiempos, los entresijos del relato en prosa, como un terreno amigo que, además, ha recorrido durante toda su vida como buen lector.

Dos historias paralelas
De modo que ahora, por fin, llega a las librerías con su primera novela. “En un principio escribía para mí”, reconoce. “Pero luego tienes la necesidad de que la gente te lea. Es como en el mundo de la música. Yo estudio, y me gusta tocar el piano, pero si no hay un oyente, la cosa acaba por perder sentido. El escritor necesita un lector para que la obra esté completa”.

‘Sesión privada’ basa su estructura en dos historias paralelas. “Por un lado está la de un censor de cine de los años 50, que se dedica a rodar con chicas de la calle las escenas que corta, en un estudio privado, en plan casi pornográfico”, relata. “Hay un crimen, y comienza ahí una historia de tintes negros. Por otro lado, hay una hisotira actual, del año 2001, de un gerente de una funararia al que encargan encontrar los cadáveres de una pareja que se suicidó en el año 41. Empieza la investigación y bueno... No cuento más”, sonríe, “a partir de ahí las historias se entrelazan”.

Almería, además, su tierra, aparece en varios episodios. “En una de las tramas”, añade, “la pareja que se ha suicidado en Málaga en el año 41, resulta que estuvo en la ‘desbandá’ de Málaga en el 37, también saco el bombardeo alemán...”.