Juan Manuel Cidrón abrió el Festival Ombra de Barcelona en una colaboración con La Fura dels Baus, que tuvo como escenario el patio de la Cárcel Modelo. Era la primera vez que este célebre centro penitenciario abría sus puertas para una actividad cultural, tras su clausura en 2017.
Sólo con dos ediciones, Ombra se ha convertido en un fenómeno de referencia en el mundo de los sonidos electrónico s e industriales basados en la cultura analógica y en la expresividad alternativa. Tanto, que en la apertura de esta tercera entrega, celebrada a finales de noviembre, la responsabilidad de la inauguración ha recaído en nombres tan destacados como La Fura y Cidrón, dos nombres que han encabezado una programación de ámbito europeo y compromiso cultural intachable. La celebérrima compañía barcelonesa quiso homenajear a los internos de la Modelo, significada durante la represión franquista con una performance titulada ‘Persones de Fang ‘ (‘Personas de barro’).
La experiencia de ofrecer un concierto en un espacio como este ha sido excepcional para Cidrón, quien reconoce que impresiona no solo la rotunda arquitectura del patio, sino también el hecho de que la prisión aún conserva buena parte de su infraestructura. De hecho, utilizó una de las celdas para dejar el material que necesitaba para el concierto. Una celda apta para dos personas como mucho, pero que acogió hasta una docena de reclusos en lo más crudo de la represión.
Recuerdos y experiencias Aunque este no es, ni mucho menos, el primer festival de música electrónica y nuevas tendencias en el que participa. Cidrón se ha traído de esta experiencia recuerdos para siempre. Más allá del penetrante simbolismo del espacio, el músico almeriense también ha podido compartir la excelencia de un fenómeno como el Festival Ombra, en el que se cuida hasta el más mínimo detalle y en el que se combina perfectamente las inquietudes de los artistas con una exquisita organización. Por cierto, en el equipo organizador figura un almeriense, Nacho Romero.
La Fura, por su parte, se remitió a sus orígenes en la performance. Juan Manuel aprovechó esta pieza para recordar la primera vez que esta compañía visitó Almería, protagonizando un hito de la modernidad de aquellos primeros ochenta. Es probable que todo el público que asistió a aquella representación sigan conservando en la memoria aquel impresionante despertar a una nueva forma de entender las artes. Fue en 1983 y tuvo como escenario las naves en desuso de la vieja empresa de autobuses urbanos de Almería.
Con todo esa carga personal, Cidrón quiso incluir en su concierto una serie de temas que no habían sido interpretados antes en concierto. Precisamente, piezas de su disco ‘Los conciertos que no se pudieron hacer’ una recopilación de temas creados durante el confinamiento. También quiso dedicar dos temas a personas que han sido importantes en su trayectoria musical, como Andrés Noarbe, fundador de ‘Esplendor Geométrico’ o a Cruz Gorostegui, creador de la promotora de música electrónica y organizadora de festivales ‘Syntorama’.
Personas, sensaciones, referencias... Todo un mundo que se sustenta sobre la convicción y el trabajo meticuloso, en un plano muy diferente de la oficialidad cultural y de los mercados recurrentes. Cidrón comentaba, tras su participación en el Festival Ombra, que todo este impresionante ejercicio apenas ha contado con apoyo institucional, salvo una pequeña aportación del Ayuntamiento de Barcelona.
Pero, la llama sigue viva a pesar de todo
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