“Creo que a la persona con discapacidad emprendedora le gustan los retos”

Lidia Parra, presidenta de Asemdis, cuenta el nuevo proyecto de emprendedores con discapacidad

Lidia Parra Sánchez, presidenta de Asemdis y codirectora de los centros Interactúa y Arenas de Mónsul.
Lidia Parra Sánchez, presidenta de Asemdis y codirectora de los centros Interactúa y Arenas de Mónsul. La Voz
Nazaret García
14:58 • 09 mar. 2022 / actualizado a las 22:21 • 09 mar. 2022

Lidia Parra Sánchez es presidenta de la Asociación de Emprendedores con Discapacidad (Asemdis) y codirectora de los centros Interactúa y Arenas de Mónsul. Gracias al debate y el intercambio de ideas sobre discapacidad y emprendimiento con la Fundación Once, surgió Asemdis, que empieza a dar pasos muy esperanzadores y con unos objetivos ambiciosos, que se lograrán gracias al asesoramiento, acompañamiento y soporte a personas emprendedoras con discapacidad. 



¿Cómo surge la idea de esta asociación pensada para los empresarios y empresarias con discapacidad?



Fundación Once siempre nos ha echado una mano en todo, en realizar el plan de negocio, en algunas ayudas o subvenciones que daba a personas con discapacidad y como ya éramos bastantes los que llevábamos emprendiendo por nuestra cuenta y desde hacía tiempo, fue a través de una charla coloquio donde hablamos de la posibilidad de poder representar a las personas emprendedoras con discapacidad y de luchar por la visibilidad de nuestros negocios. Y quizás no tanto por nuestros negocios, sino por el estigma que hay de que las personas con discapacidad no están preparadas para emprender o no tiene esa formación o esas cualidades. Fue entonces cuando decidimos organizarnos y a quedar todas las semanas para conocernos porque somos de muchos sitios diferentes.



Habláis de una lista blanca de empresas que contribuyen a la diversidad laboral.



Es una lista que estamos empezando a elaborar para que la gente empiece a preguntarse qué es esa lista blanca. Nosotros queremos intentar que aquellas empresas que están comprometidas con la inclusión, puedan pertenecer a una lista blanca por su compromiso con los emprendedores con discapacidad. Es decir, ya tenemos negocios que podemos ser proveedores de otras empresas y que estas puedan aprovecharse de nuestros servicios y darles beneficios. 



¿Cuáles son en Almería o cuáles pretenden serlo?



Estamos en un momento de organización de la asoación, sobre todo con el tema de socios, de intentar instaurar el colectivo de asociados. También vamos a hacer un congreso de presentación oficial con el apoyo de la Fundación Once y Asemdis. De alguna manera presentar las líneas de apoyo en las que vamos a trabajar, y a partir de ahí vamos a ver qué empresas están dispuestas a trabajar con nosotros.



¿Sucede menos la discriminación a las personas con discapacidad o es un techo de cristal aún bien sujeto?

Yo creo que hay una mentalidad o un mito de la asociación de los emprendedores, la sobreprotección. En primer lugar, se entiende algo así como 'no sé para qué sirves y te tengo que ayudar'. Considero que la persona con discapacidad para lo que tiene dificultad es para explotarse a sí mismo como empleado, y mucho más como emprendedor. A veces le tienes que echar morro a la vida y darle la vuelta a la tortilla. Al final ser una persona con discapacidad que se vale por sí misma genera mucha resiliencia. Lo primero que se piensa siempre es el trabajo que cuesta, el hundirse... Yo, por ejemplo, tardo mucho más que otras personas en hacer las cosas y necesito dedicarle mucho más tiempo y más esfuerzo. Por mucho más esfuerzo que hagas, siempre tienes una losa en las espaldas y hay que caminar con ello todos los días. Ser emprendedor con discapacidad es complicado. 


Entiendo que vais a trabajar en una línea específica para mujeres emprendedoras con discapacidad por la doble discriminación que sufren, ¿en qué consiste?

Debido a que estamos empezando este proyecto, estamos en la realización de grupos de trabajo para conocer las necesidades de estas personas y plantear unas correctas líneas de actuación. Lo primero que va a hacer Asemdis es la escucha activa de todas las emprendedoras con discapacidad, la opinión y conocer las cosas que les pasan. Hablamos de las dificultades que tienen al día a día, porque cada uno tiene las suyas propias y todas son diferentes. En el caso de las mujeres, hay que ver que colectivos de mujeres hay y cuáles son sus necesidades. Ellas y nosotras. Me genera mucha empatía estas mujeres que están en el parque con sus hijos y emprendiendo.


¿Cuáles son las reivindicaciones que le planteáis a las administraciones?

Creo que todo se reduce al trabajo y al esfuerzo que nosotros hacemos. Cuando empiezas a rodar, pagas como todos y el esfuerzo es el doble. Asemdis quiere poner las cartas sobre la mesa y dar a conocer las características de este colectivo, trasladar que necesitamos una ayuda para empezar y arrancar los negocios, las adaptaciones de nuestros trabajos... Todo depende de las necesidades de cada persona. Yo tengo una discapacidad visual, y a pesar de que mi ordenador está adaptado, sigo estando pegada en la pantalla. Y más de media hora no aguanto, y eso que es mi empresa. O cuando hago informes para emitir a una entidad, puedo tener un error que no es porque no lo sepa, es porque no veo. 


¿Implica que el hecho de ser emprendedores se sientan aún más solos o quizás menos amparados?

Tenemos esa doble visión, en la que ser contratado por una empresa supone que puedes exigir tus condiciones según tus necesidades, y que también tienes un compromiso con la misma donde tienes que dar la talla en según qué aspecto. Y en el caso del autónomo, tú eres dueña de tu tiempo y de tu trabajo. Vas buscando los beneficios en tu puesto de trabajo para minimizar tus discapacidades. Son cuestiones diferentes. 


¿Hay espíritu emprendedor en estos tiempos aún llenos de incertidumbre?

Sí, hay un espíritu emprendedor, no solo por la pandemia, sino también por la necesidad de ser dueños de nuestro tiempo, sobre todo en las nuevas iniciativas que están surgiendo entre los jóvenes. Vamos creciendo de una manera impresionante. Pero, sí te digo que entre las personas con discapacidad hay más espíritu emprendedor, no tanto por la situación social que tenemos, sino por la resiliencia que tenemos. Creo que la persona con discapacidad que emprende es porque le gusta enfrentarse a los retos, que quiere aportar su valor a la sociedad. Está esa parte donde quieren que le vean como uno más. 


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