Joe Lovano Quartet marcó el cenit de los conciertos del Clasijazz

La noche del pasado sábado pasará a la historia de los conciertos de Classijazz unida al nombre de Joe Lovano. El saxofonista norteamericano, considerado uno de los intérpretes y compositores más importantes de la actualidad jazzística, cuajó una memorable actuación acompañado por músicos de excepcional capacidad técnica y artística. Con la sala abarrotada, este cuarteto conectó entre sí y, sobre todo, estableció un cordón emocional con el público basado, sobre todo, en la maestría interpretativa y en una secuencia de momentos de dulce en el diálogo entre los distintos instrumentos.

“Fue una noche de gran intensidad , vivida a ambos lados del escenario”, comentaba después del concierto Pablo Mazuecos, secretario de la Asociación Clasijazz.

De alguna manera, el “milagro” vivido en la noche del sábado tuvo mucho que ver con el hecho de que Lovano encontró en Clasijazz un ambiente idóneo para dejar fluir todo su talento musical. Antes del concierto ya comentó que “se notaba que este era un club de músicos” aludiendo así a un ambiente propicio para dar rienda suelta a toda la música que le cabe en su saxo.

El concierto incluyó apenas dos temas creados por el propio Lovano, estando basado sobre todo en magistrales versiones de autores, casi en su mayoría relacionados con el free jazz.

La contrastada capacidad de este genio del jazz para modernizar las creaciones de los más grandes autores, se puso de manifiesto en temas como Countdown, que remitía a valiosas aportaciones a Coltrane.

Especialmente destacable, su versión de un tema del baterista Paul Montian, que constituyó una especie de homenaje, ya que falleció en noviembre del pasado año.

Precisamente, el batería Francisco Mela dejó sin palabras a la audiencia en intervenciones magistrales. Pero sería injusto no destacar al mismo nivel a los otros dos miembros de la formación que acompaña a Joe Lovano. Salvatore Bonafede, al piano, y Peter Slavov al bajo, convirtieron la noche en un espectáculo de intuición creativa y de improvisaciones de arrolladora fuerza expresiva.

Para Pablo Mazuecos, el broche de oro del concierto, con un tema de Charlie Parker, marcó un auténtico clímax, ya inolvidable para el público.

Esta velada fue la conclusión de un fin de semana “mágico” en cuanto al jazz se refiere. En la misma tarde de ayer, Vince Benedetti ofreció el segundo de sus conciertos, como digno preámbulo a la descarga de música en estado puro que vendría después de la mano de Joe Lovano.

Y el sábado que viene, Jorge Pardo. El espectáculo continua...