Marta Rodríguez
23:28 • 15 mar. 2012
Su contundente melena castaña y su mirada de luz se confunden desde ayer entre las gentes que recorren el centro de la ciudad. Soledad Villamil (La Plata, 1969) presenta hoy en la capital el espectáculo de la pequeña gira que la trae a España. La cita es a las 21 horas en el Teatro Apolo. Incluye canciones de sus discos ‘Canta’ y ‘Morir de amor’, así como temas inéditos. Anoche ya conversó con los espectadores del Cine Club Almería VO 35mm, que proyectó ‘El secreto de sus ojos’, ganadora de un Oscar y dos premios Goya.
‘El secreto de sus ojos’ supuso su reencuentro con Juan José Campanella y Ricardo Darín después de una década de ‘El mismo amor, la misma lluvia’. ¿Qué significó?
Fue un reencuentro ansiado. La experiencia de ‘El mismo amor, la misma lluvia’ había sido maravillosa. Yo soñaba con repetir. Hubo una gran afinidad y encuentro artístico y personal. Cuando esto se reeditó para ‘El secreto de sus ojos’, fue una alegría enorme. Tuve la sensación de haber retomado una conversación suspendida. Nos encontramos y prácticamente sentí esa familiaridad intacta.
Coincidiendo con ‘el corralito’, en Argentina se produjeron grandes películas. ¿Los momentos de crisis, como el que atraviesa España, son propicios para que la cultura se reinvente?
Sí. De toda la crisis del año 2001 en Argentina surgieron grandes películas y también teatro y música. Hubo una efervescencia cultural que sería el aspecto positivo de esta situación. Lamentablemente, faltaba la financiación y las posibilidad de generar proyectos se dificultaron por el lado económico. Pero sí surgió un gran ímpetu de hacer y de creatividad.
Ahora está inmersa en un proyecto con Viggo Mortensen. ¿Qué detalles puede adelantar?
Es una película que se titula ‘Todos tenemos un plan’, una ópera prima de una directora argentina muy buena. Se trata de una coproducción con España, de hecho, hemos rodado algunas escenas en la Ciudad de la Luz, en Alicante. Es un thriller psicológico bastante oscuro. Hay un crimen muy tremendo. El eje de la película tiene que ver con la idea de la identidad. Y no quiero adelantar más porque es un policial, así que hay que mantener reservas.
¿Cómo se siente más cómoda, ofreciendo un concierto o en la pantalla grande?
Son dos experiencias tan diferentes que resulta difícil compararlas. Sí puedo comparar un concierto con una obra de teatro, porque la interpretación tiene esa situación del directo y la relación con el público, esa magia, esa ceremonia, que yo como actriz de teatro valoro mucho. El trabajo en el cine es más artesanal, por momentos casi de laboratorio, muy de puertas hacia adentro y donde uno va orientado por el director, pero bastante a ciegas y trabajando de manera parcial pues en general no se filma con orden cronológico. Es una experiencia más íntima que también me fascina porque me permite trabajar en un registro mucho más sutil, más con la mirada.
¿Cómo es el espectáculo que está presentando en esta pequeña gira por España?
Es el material de dos discos que tengo editados y de un tercero que estoy por grabar. Está bastante orientado al tango, a pesar de que el repertorio incluye otros géneros de la música de mi país y de la canción en sí misma. Vengo acompañada por un quinteto de músicos con los que suelo trabajar.
‘Morir de amor’ habla sencilla y llanamente de amor. ¿Es este el único tema, el universal?
Sí. Aunque no estemos hablando de amor, siempre estamos hablando de amor. El amor es la sustancia que nos mantiene vivos, que nos vincula. Es el elemento más inspirador para el arte.
¿Y qué hay de verdad en esa frase de Sabina “Los amores que matan nunca mueren”?
Se me ponen los pelos de punta. Habla de esos amores que imprimen tan fuerte que incluso en el dolor, en el sufrimiento, hay un sello que hace que nunca mueran.
También está explorando su faceta como compositora. ¿Se va a escuchar alguno de sus temas en Almería?
Sí, vamos a hacer alguna
‘El secreto de sus ojos’ supuso su reencuentro con Juan José Campanella y Ricardo Darín después de una década de ‘El mismo amor, la misma lluvia’. ¿Qué significó?
Fue un reencuentro ansiado. La experiencia de ‘El mismo amor, la misma lluvia’ había sido maravillosa. Yo soñaba con repetir. Hubo una gran afinidad y encuentro artístico y personal. Cuando esto se reeditó para ‘El secreto de sus ojos’, fue una alegría enorme. Tuve la sensación de haber retomado una conversación suspendida. Nos encontramos y prácticamente sentí esa familiaridad intacta.
Coincidiendo con ‘el corralito’, en Argentina se produjeron grandes películas. ¿Los momentos de crisis, como el que atraviesa España, son propicios para que la cultura se reinvente?
Sí. De toda la crisis del año 2001 en Argentina surgieron grandes películas y también teatro y música. Hubo una efervescencia cultural que sería el aspecto positivo de esta situación. Lamentablemente, faltaba la financiación y las posibilidad de generar proyectos se dificultaron por el lado económico. Pero sí surgió un gran ímpetu de hacer y de creatividad.
Ahora está inmersa en un proyecto con Viggo Mortensen. ¿Qué detalles puede adelantar?
Es una película que se titula ‘Todos tenemos un plan’, una ópera prima de una directora argentina muy buena. Se trata de una coproducción con España, de hecho, hemos rodado algunas escenas en la Ciudad de la Luz, en Alicante. Es un thriller psicológico bastante oscuro. Hay un crimen muy tremendo. El eje de la película tiene que ver con la idea de la identidad. Y no quiero adelantar más porque es un policial, así que hay que mantener reservas.
¿Cómo se siente más cómoda, ofreciendo un concierto o en la pantalla grande?
Son dos experiencias tan diferentes que resulta difícil compararlas. Sí puedo comparar un concierto con una obra de teatro, porque la interpretación tiene esa situación del directo y la relación con el público, esa magia, esa ceremonia, que yo como actriz de teatro valoro mucho. El trabajo en el cine es más artesanal, por momentos casi de laboratorio, muy de puertas hacia adentro y donde uno va orientado por el director, pero bastante a ciegas y trabajando de manera parcial pues en general no se filma con orden cronológico. Es una experiencia más íntima que también me fascina porque me permite trabajar en un registro mucho más sutil, más con la mirada.
¿Cómo es el espectáculo que está presentando en esta pequeña gira por España?
Es el material de dos discos que tengo editados y de un tercero que estoy por grabar. Está bastante orientado al tango, a pesar de que el repertorio incluye otros géneros de la música de mi país y de la canción en sí misma. Vengo acompañada por un quinteto de músicos con los que suelo trabajar.
‘Morir de amor’ habla sencilla y llanamente de amor. ¿Es este el único tema, el universal?
Sí. Aunque no estemos hablando de amor, siempre estamos hablando de amor. El amor es la sustancia que nos mantiene vivos, que nos vincula. Es el elemento más inspirador para el arte.
¿Y qué hay de verdad en esa frase de Sabina “Los amores que matan nunca mueren”?
Se me ponen los pelos de punta. Habla de esos amores que imprimen tan fuerte que incluso en el dolor, en el sufrimiento, hay un sello que hace que nunca mueran.
También está explorando su faceta como compositora. ¿Se va a escuchar alguno de sus temas en Almería?
Sí, vamos a hacer alguna
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