“Vivo en la carretera, siempre miro hacia el sur”, cantaba Miguel Ríos en ‘El blues del autobús’. Y lo habrá hecho más de una vez Antonio Gómiz (Almería, 1971) aunque en su caso es el oficio de actor el que lleva 25 años haciéndole viajar entre su tierra y el lugar que toque por exigencias del guion: cine, series, teatro,... Este 2022 de celebración ha cumplido un sueño: rodar una película en Almería. Y lo ha hecho después de trabajar en uno de sus feudos favoritos, el Teatro Real, junto a Marion Cotillard. El símil deportivo no es gratuito: antes de las tablas piso el césped.
En su juventud jugó en Los Molinos. ¿Qué queda de aquel defensa?
Hice muchos, y muy buenos, amigos. Y queda la capacidad de entrega, de no rendirse. En mi profesión es muy importante: hay momentos en los que puedes flaquear y es cuando hay que luchar. Soy además seguidor de dos grandes clubes que se caracterizan por eso: Polideportivo Almería y Atlético de Madrid.
¿Cuándo sintió la llamada de las tablas?
Desde pequeño me ofrecía siempre a hacer las lecturas o las actuaciones en el colegio; me gustaba también hacer imitaciones. La lectura de textos dramáticos amplió mi amor por el teatro y la interpretación y decidí ir a Madrid a estudiar Arte Dramático. Hasta hoy.
25 años desde su debut en el María Guerrero con ‘Eslavos’. Cierra los ojos y ve…
Veo un jovencito estudiante de Arte Dramático con Juan Carlos Corazza, absolutamente ilusionado y feliz de poder actuar por primera vez como profesional en un marco mágico e incomparable, arropado por compañeros descomunales. Un momento de felicidad absoluta.
¿Pesan más los castings o los kilómetros?
El cuerpo ya está hecho: si hay que hacer kilómetros por una buena prueba o un trabajo se hacen, a pesar de las malísimas comunicaciones que tenemos. De Almería jamás me desvincularé: mi madre, mi hermana, mis hijos, María y Germán; mi actual pareja, Ana López; grandísimos amigos,... todos están aquí. Y se echan muchísimo de menos cuando uno está fuera.
¿Qué le ha dado este oficio y qué le ha dado usted a él?
Me ha dado, y me sigue dando, momentos únicos, extraordinarios. Siento una libertad casi absoluta cada vez que estoy en un escenario. En cuanto a lo que le he dado, solo decirte que si naciera otra vez volvería a dejarme la vida y la piel por esta profesión. He dado, y sigo dando, mi vida y mi sangre.
Ha aparecido en series como ‘La peste’, ‘Libertad’ y ‘Jaguar’ y en la película ‘Miel de naranjas’. ¿Le sienta bien el traje de época?
(Risas) Debe ser que sí. Que me pongan los trajes que quieran pero que el trabajo nunca falte. Afortunado y agradecido por cada uno de los trabajos realizados y por la oportunidad de hacerlo con grandes como Alberto Rodríguez o Enrique Urbizu.
Cortos sí pero nunca había rodado un ‘largo’ en Almería hasta ‘Amanece’, ópera prima de otro almeriense, Juan Francisco Viruega. ¿Reto superado?
Trabajar junto a él y en Almería ha sido un regalo. Es un cineasta con mayúsculas. Ha sido maravilloso, un lujo, de corazón. Estoy deseando ver el resultado: creo que es y será una gran película. Brutales todas las compañeras y compañeros de reparto. Y me quito el sombrero una y mil veces con el equipo técnico, del primero al último.
Trabaja con regularidad en escenarios como el Teatro Real, el de la Zarzuela o los del Canal. ¿Tienen una energía especial?
Sí, especialmente el de la Zarzuela y el Real: me siento en casa en ellos. Estás rodeado de grandísimos profesionales y el cariño que recibo es descomunal.
En el Teatro Real trabajó en junio en ‘Juana de Arco en la hoguera’, protagonizada por Marion Cotillard. ¿Impresiona o en las tablas todos se igualan?
Impresiona, brutal estar cerca de ella. Maravilla de actriz y de ser humano, muy generosa y con una humildad tan grande como su trayectoria. Agradecido a la vida por poder trabajar con personas como ella. Y también haberlo hecho a las órdenes de Alex Ollé, de La Fura, en el montaje: disfruté cada función.
Y ahora se va de gira con ‘El cantor de México’ y Rossy de Palma.
Así es, estaremos próximamente en el Palau de les Arts de Valencia. Es gloria bendita Rossy, un gustazo de compañera y una grandísima actriz.
Este verano le hemos visto en la pantalla grande en 'Héroes de barrio'. Junto a 'Llenos de gracia' y 'Voy a pasármelo bien', ejemplos recientes de buen cine familiar. Como padre, ¿cuál es el cine que le gusta ver con sus hijos?
Precisamente fui con mis hijos a ver 'Héroes de barrio' y les encantó. Desde que eran pequeños hemos ido al cine y ahora que van creciendo, lógicamente, van cambiando los gustos . Aquí tengo poca capacidad de decisión, voy a ver lo que ellos quieran. Si después no me gusta, les doy mis quejas.
¿Qué hace cuando el teléfono no suena?
Intento estar tranquilo pero rara vez lo consigo. Hay días que me subo por las paredes. La discontinuidad laboral en esta profesión es terrible: hay rachas buenas y rachas malas. En las malas, hay que respirar, no dejar de entrenar y prepararse, coger fuerza, estar con la gente que quieres y no quejarse mucho... aunque raras veces lo consigo.
Imagine que suena para ofrecerle un papel que no pueda rechazar. Al otro lado del teléfono está…
Alejandro González Iñárritu o los hermanos Coen, por decirte algunos. Pero habría muchos más, te lo aseguro.
Sus hijos le dicen que quieren seguir sus pasos. ¿Qué les responde?
Este circo es complicado pero lo importante es que sigan su proceso vital, sigan formándose y luego estudien una cosa u otra. Decidan lo que decidan, les apoyaré con todas mis fuerzas.