Mis recuerdos de Gianni Garko y Bud Spencer

Soy Diego Fernández, localizador y contacto de producción en los rodajes de Almería desde 1961 a 1998. En ese año, en la película ‘La justicia de los forajidos’ del director Bill Corcoran, con los cantantes de música country Kris Kristofferson, Willie Nelson y Travis Tritt y la colaboración de Sancho Gracia, decidí jubilarme. Después de esta coproducción de los hermanos Bellot pasé al testigo a mis sobrinos Juan y Tate, la tercera generación.

Quiero agradecer al Ayuntamiento de Tabernas por el acierto que han tenido al realizar el homenaje de este año 2022 a los actores Carlo Pedersoli (Bud Spencer) y Gianni Garko, pues fueron claves en esta tierra con sus espléndidos y destacados trabajos.

El primero, Gianni Garko, participó en la película ‘La Biblia’ (realmente eran varias películas rodadas a la vez con los títulos ‘Los jueces de la Biblia: Saúl y David’ y ‘Los grandes guías: Gedeón y Sansón’). Este gran rodaje contó con el apoyo de la Iglesia, estando como productores ejecutivos el padre Cordero y una monja de la que no recuerdo su nombre. El director fue Marcelo Baldi. Los actores vivían en San Miguel, en el chalet del Barón Alexander. También trabajaron los españoles José Antonio Mayans y Maruchi Fresno, a la que fui a recoger a Denia de forma urgente pues trabajaba al día siguiente. Solo estábamos cinco españoles en la producción: el jefe de producción Valentín Panero ‘Tinico’, el ayudante de dirección Pepito López Rodero y el script Diego Gómez Sempere, el maquillador José A. Sánchez, sin olvidar mi labor como localizador y jefe de transportes en Almería.

Posteriormente todos fueron grandes técnicos en grandes producciones. La oficina principal de la producción estaba en Madrid, en la calle Mayor 11, a la que yo daba constantes viajes con el productor. 

Como anécdota contaré que el catering lo llevaba esa monja y personal italiano y siempre era pasta, con lo cual los cinco españoles nos quejamos y tenía que desplazarme todos los días al Restaurante Imperial de la capital a por nuestra comida.

También recuerdo que todos los días, tras el rodaje, tenían que ir al aeropuerto de Málaga para llevar el material filmado. En Madrid lo visionaban y daban el correspondiente OK. El padre Cordero decía que le salía muy caro mi taxi al dar tantos viajes y cogieron un Fiat 2.300 de la productora, con tan mala fortuna que en Almuñécar (recordemos las carreteras de inicios de los sesenta con curvas y curvas) tuvieron un accidente y tuvieron que volver a mí, lo cual me benefició mucho a la hora de pagar letras. Muchos actores se escapaban a Casa Luisa, en El Alquián.

Se rodó mucho en el Desierto de Tabernas, en la cortijada de la Joya Ártica, junto a las dunas de Cabo de Gata, las dunas de Los Terreros, llanos de El Alquián, El Nazareno, El Puntal de Polopos, Sorbas y Carboneras. En Almería capital se rodaron escenas en el barranco de La Hoya, tras la Alcazaba.

Garko rodó muchos wésterns posteriormente con el personaje de Sartana, muchos de ellos rodados aquí: ‘Tu cabeza por mil dólares’, ‘Como lobos sedientos’, ‘Un par de asesinos’, ‘Los cuatro de Fort Apache’...

En relación al fortachón Carlo Pedersoli, que utilizaría desde el principio el seudónimo de Bud Spencer, localicé las películas de la trilogía de Giuseppe Colizzi: ‘Tú perdonas, yo no’; ‘Los cuatro truhanes’ y ‘La colina de las botas’. Colizzi era muy purista y quería localizar en escenarios nuevos o poco vistos. Principalmente se eligió el castillo de San Ramón, en el Playazo de Rodalquilar; el Puntal de Polopos y los aledaños del Cortijo Blanco y El Chorrillo cerca de la Rambla de San Indalecio. El resto se rodó en el entorno del Desierto de Tabernas y del Campo de Níjar, como en el Cortijo del Fraile. Junto a Carlo estaba Mario Girotti, posteriormente Terence Hill, y el actor alemán Frank Wolf.

Después todos volvieron por Almería rodando películas muy interesantes, casi todos wésterns.

Una curiosidad: Carlo, siempre que venía, me regalaba un casete nuevo para el coche. Tenía su caravana y un cocinero personal y siempre comía con ellos. Decía que yo era su guardaespaldas y su conductor de confianza, me apreciaba mucho, sobre todo a mi querido padre (q.e.p.d.).

Mario Girotti (Terence Hill) era muy buena persona, pero algo serio. No te daba las confianzas que daba Giuliano Gemma, Franco Nero, Fabio Testi, etc.

Son tantos recuerdos...