La Voz de Almería
20:51 • 01 abr. 2012
En el municipio de Carboneras, desde hace ya más de 20 años, la Semana Santa se ha ido viviendo cada vez con más intensidad. A principios de los años 90, un grupo de carboneros quiso levantar la celebración de la Pasión de Cristo y darle el esplendor que merece. Gracias a ese duro esfuerzo por parte de la Hermandad de Pasión y Resurrección de Cristo, organizadora de todos los eventos, hoy en día el municipio almeriense, uno de los diez más importantes de toda la provincia, puede ofrecer una fiesta de calidad al nivel que Carboneras y sus vecinos merecen.
El Viernes de Dolores comenzaron las actividades religiosas y cofrades con el Vía Crucis procesional hasta la Cruz de las Misiones. Cientos de fieles lo acompañaron en una fecha única en el municipio, que ya se ha convertido en tradición.
Pero la gran fiesta comenzó el Domingo de Ramos, ayer, con la ya histórica procesión de la Borriquita. La imagen de Nuestro Padre Jesús en su entrada en Jerusalén fue adquirida por la Hermandad en el año 1992 en los Talleres de Olot, Gerona. Miles de carboneros y carboneras salieron a las calles en la mañana del domingo, vestidos con túnicas de hebreos y las palmas, bendecidas en los momentos previos a la procesión, inundaron el municipio con la misma ilusión y alegría de cada año.
Hasta el Miércoles Santo las procesiones no volverán a tomar las calles. Pero el Lunes Santo, el ambiente sigue caldeado con el traslado de las sagradas imágenes del Templo a la Casa de Hermandad. Y es que en Carboneras las procesiones no salen de las Iglesias, como es costumbre. Las dimensiones de las puertas de la Parroquia impedían cumplir uno de los grandes objetivos de la Hermandad, conseguir tronos de gran tamaño para sus imágenes. Por eso, en 2004 se hacía realidad un sueño. Por primera vez, la estación de penitencia se haría desde una Casa Hermandad propia de los carboneros, siendo esta otra prueba más del cariño y la dedicación que ofrecen los vecinos de la localidad a su Semana Santa.
El Miércoles Santo, Carboneras vive una de sus jornadas cofrades más especiales. La procesión del Encuentro es una cita ineludible para cualquier carbonero que se precie. Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan y la Virgen de los Dolores se encuentran en el Cruce de las Palmeras de la Avenida de Almería ante cientos y cientos de carboneros entregados al momento. Quizá ese sea uno de los más bellos de toda la Semana Santa carbonera.
El Jueves y Viernes Santo continúan las procesiones. El primero de estos días, el Cristo de la Misericordia un crucificado obra del imaginero José Miguel Tirado Carpio, que va acompañado de la Virgen de la Piedad, obra del mismo autor, son seguidos por centenares de fieles. Al día siguiente, la procesión del Silencio transforma Carboneras. El silencio y sobrecogimiento consiguen llegar a lo más hondo de cualquier asistente, y cualquiera de los lugares por donde pasa es idóneo para embriagarse de la magia cofrade.
Y por último, el gran día. El Domingo de Resurrección es celebrado en Carboneras de una manera sin igual. A las 10 horas celebran una procesión muy especial que tiene su momento álgido en el momento del encuentro entre Nuestro Padre Jesús Resucitado, portado por hombres, San Juan, que acude a hombros de los más jóvenes, y su madre, portada por mujeres. Todo el pueblo se amontona en las calles principales para contemplar esta maravillosa estampa. Y es que este municipio almeriense vive la Semana Santa de una manera especial. Las manifestaciones cofrades de Carboneras son resultado, ejemplo y seña de la identidad trabajadora y luchadora de su gente. Y sobre todo, son días de encuentro e ilusión. Cualquier visitante quedará fascinado con las tradiciones de este pueblo pesquero.
Tradición y ocio
La Semana Santa es un claro ejemplo de la mezcla entre la tradición y el turismo. Además de las manifestaciones religiosas, en Carboneras se pueden hacer muchas más cosas. Sus playas se encuentran acondicionadas para la ocasión y así recibir a todo aquel que quiera comen
El Viernes de Dolores comenzaron las actividades religiosas y cofrades con el Vía Crucis procesional hasta la Cruz de las Misiones. Cientos de fieles lo acompañaron en una fecha única en el municipio, que ya se ha convertido en tradición.
Pero la gran fiesta comenzó el Domingo de Ramos, ayer, con la ya histórica procesión de la Borriquita. La imagen de Nuestro Padre Jesús en su entrada en Jerusalén fue adquirida por la Hermandad en el año 1992 en los Talleres de Olot, Gerona. Miles de carboneros y carboneras salieron a las calles en la mañana del domingo, vestidos con túnicas de hebreos y las palmas, bendecidas en los momentos previos a la procesión, inundaron el municipio con la misma ilusión y alegría de cada año.
Hasta el Miércoles Santo las procesiones no volverán a tomar las calles. Pero el Lunes Santo, el ambiente sigue caldeado con el traslado de las sagradas imágenes del Templo a la Casa de Hermandad. Y es que en Carboneras las procesiones no salen de las Iglesias, como es costumbre. Las dimensiones de las puertas de la Parroquia impedían cumplir uno de los grandes objetivos de la Hermandad, conseguir tronos de gran tamaño para sus imágenes. Por eso, en 2004 se hacía realidad un sueño. Por primera vez, la estación de penitencia se haría desde una Casa Hermandad propia de los carboneros, siendo esta otra prueba más del cariño y la dedicación que ofrecen los vecinos de la localidad a su Semana Santa.
El Miércoles Santo, Carboneras vive una de sus jornadas cofrades más especiales. La procesión del Encuentro es una cita ineludible para cualquier carbonero que se precie. Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan y la Virgen de los Dolores se encuentran en el Cruce de las Palmeras de la Avenida de Almería ante cientos y cientos de carboneros entregados al momento. Quizá ese sea uno de los más bellos de toda la Semana Santa carbonera.
El Jueves y Viernes Santo continúan las procesiones. El primero de estos días, el Cristo de la Misericordia un crucificado obra del imaginero José Miguel Tirado Carpio, que va acompañado de la Virgen de la Piedad, obra del mismo autor, son seguidos por centenares de fieles. Al día siguiente, la procesión del Silencio transforma Carboneras. El silencio y sobrecogimiento consiguen llegar a lo más hondo de cualquier asistente, y cualquiera de los lugares por donde pasa es idóneo para embriagarse de la magia cofrade.
Y por último, el gran día. El Domingo de Resurrección es celebrado en Carboneras de una manera sin igual. A las 10 horas celebran una procesión muy especial que tiene su momento álgido en el momento del encuentro entre Nuestro Padre Jesús Resucitado, portado por hombres, San Juan, que acude a hombros de los más jóvenes, y su madre, portada por mujeres. Todo el pueblo se amontona en las calles principales para contemplar esta maravillosa estampa. Y es que este municipio almeriense vive la Semana Santa de una manera especial. Las manifestaciones cofrades de Carboneras son resultado, ejemplo y seña de la identidad trabajadora y luchadora de su gente. Y sobre todo, son días de encuentro e ilusión. Cualquier visitante quedará fascinado con las tradiciones de este pueblo pesquero.
Tradición y ocio
La Semana Santa es un claro ejemplo de la mezcla entre la tradición y el turismo. Además de las manifestaciones religiosas, en Carboneras se pueden hacer muchas más cosas. Sus playas se encuentran acondicionadas para la ocasión y así recibir a todo aquel que quiera comen
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