Juan Antonio Barrios
01:00 • 05 abr. 2012
La Catedral de la Encarnación ha vuelto a convertirse un año más en el centro de la cristiandad de la diócesis con la majestuosa salida Estación de Penitencia de la Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, el Señor Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced, cofradía almeriense que congrega al mayor número de hermanos de cuantas hermandades existen en la provincia.
A las seis y cuarto de la tarde, se abrieron las puertas de la Catedral para que la cofradía hiciera su Desfile Procesional, pero previamente Juan José Martín Campos, canónigo y consiliario de la Real Hermandad, José Antonio Miras, hermano mayor, Enrique Marín, anterior hermano mayor, Antonio Asensio, diácono permanente, Isaac Vilches, teniente hermano mayor, y el secretario de la hermandad fueron recibidos por el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes, para solicitar la venia para hacer Estación de Penitencia.
La salida del impresionante paso de misterio del Prendimiento por la puerta catedralicia logró que la emoción creciera entre los almerienses y visitantes que llenaban la plaza de la Catedral. Pasos que dirigidos magistralmente por sus capataces, David Marín, y el primer capataz de Almería, Carlos Galice, provocaron una cerrada ovación a la vez que sonaba el Himno Nacional.
Un momento cargado de emotividad
Largas filas de penitentes continuaron saliendo del templo de la Catedral, continuando con la presidencia y representantes del Grupo de Artillería de Campaña de la Legión, hermanos de honor de la hermandad, que, junto a su Guión, estaban presididos por el jefe del Grupo de Artillería, el teniente coronel Enrique Campo Loarte.
De las tres levantás que dirigió el alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. La realizada al Señor Cautivo de Medinaceli encerró gran emotividad entre los asistentes en el interior de la Catedral, al ser el Ayuntamiento padrino de la bendición de la Imagen. De ahí el sobrenombre de ‘Señor de Almería’. Ha sido una levantá al cielo dirigida por su capataz, Francisco Romero.
La salida del Señor de Almería a la plaza catedralicia llenó a los asistentes de sentimientos de alegría cargados de lágrimas que se mezclaron con una cerrada ovación. Tras la salida y ante la atenta mirada del obispo de Almería, que en el balcón presidió la salida de Prendimiento, María Canet, cofrade de la hermandad, interpretó una emocionada saeta.
El momento más duro de toda la Semana Santa es la salida del paso de palio de la Virgen de la Merced que, con su paso de plata y bordados de oro fino, en total 1.100 kilos de peso, realizaron de forma impresionante los 23 costaleros dirigidos por Luis Pardo y su hijo Luis.
A las seis y cuarto de la tarde, se abrieron las puertas de la Catedral para que la cofradía hiciera su Desfile Procesional, pero previamente Juan José Martín Campos, canónigo y consiliario de la Real Hermandad, José Antonio Miras, hermano mayor, Enrique Marín, anterior hermano mayor, Antonio Asensio, diácono permanente, Isaac Vilches, teniente hermano mayor, y el secretario de la hermandad fueron recibidos por el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes, para solicitar la venia para hacer Estación de Penitencia.
La salida del impresionante paso de misterio del Prendimiento por la puerta catedralicia logró que la emoción creciera entre los almerienses y visitantes que llenaban la plaza de la Catedral. Pasos que dirigidos magistralmente por sus capataces, David Marín, y el primer capataz de Almería, Carlos Galice, provocaron una cerrada ovación a la vez que sonaba el Himno Nacional.
Un momento cargado de emotividad
Largas filas de penitentes continuaron saliendo del templo de la Catedral, continuando con la presidencia y representantes del Grupo de Artillería de Campaña de la Legión, hermanos de honor de la hermandad, que, junto a su Guión, estaban presididos por el jefe del Grupo de Artillería, el teniente coronel Enrique Campo Loarte.
De las tres levantás que dirigió el alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. La realizada al Señor Cautivo de Medinaceli encerró gran emotividad entre los asistentes en el interior de la Catedral, al ser el Ayuntamiento padrino de la bendición de la Imagen. De ahí el sobrenombre de ‘Señor de Almería’. Ha sido una levantá al cielo dirigida por su capataz, Francisco Romero.
La salida del Señor de Almería a la plaza catedralicia llenó a los asistentes de sentimientos de alegría cargados de lágrimas que se mezclaron con una cerrada ovación. Tras la salida y ante la atenta mirada del obispo de Almería, que en el balcón presidió la salida de Prendimiento, María Canet, cofrade de la hermandad, interpretó una emocionada saeta.
El momento más duro de toda la Semana Santa es la salida del paso de palio de la Virgen de la Merced que, con su paso de plata y bordados de oro fino, en total 1.100 kilos de peso, realizaron de forma impresionante los 23 costaleros dirigidos por Luis Pardo y su hijo Luis.
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