Hubo un día en que Nacho Para (Almería, 1963) aparcó la prensa, en la que trabajó media vida (solo en ‘El Periódico’ estuvo casi 25 años), por la música, aunque “la guitarra fue antes que el periodismo”. Pensaba que ser plumilla le serviría “para ir gratis a conciertos”, pero tocó con maestría todos los palos, del deportivo al judicial. “Sobre todo, fui reportero, y eso no lo he dejado del todo”, y cita su libro ‘Concierto para George’, “que no deja de ser un reportaje largo” sobre el homenaje al beatle en el Albert Hall.
Tras cinco discos con Bantastic Fand (tres de estudio, un directo y un doble de rarezas solo para descargar online), Para ha debutado en solitario con ‘No parking tickets in the clouds’. Este viernes 5 de mayo, a las 22 horas, lo presenta en la Sala Clasijazz.
"La pandemia trastocó muchos planes y me vi sin giras y con mucho tiempo por delante. En casa tengo un pequeño estudio de grabación y era lógico empezar a grabar. Yo solo, porque no podía verme con otros músicos", dice sobre las doce canciones de este álbum, seleccionado entre lo mejor de 2022 en varias listas especializadas y sexto mejor disco nacional para 'Ruta 66'.
¿Se vive mejor colgado de las nubes?
No sé si colgado... La traducción del título sería ‘No multan por aparcar en las nubes’, una metáfora que tiene que ver con escaparse lejos, observar la vida desde arriba, no a ras de suelo. Una idea de libertad que nace en el contexto pandémico. Luego, durante la mezcla del disco en Elda supe que había habido una revuelta popular y que el alcalde se vio obligado a eliminar la zona azul de pago en todo el pueblo. Me pareció un mensaje potente. Ahora en Elda puedes aparcar donde quieras sin zonas de pago.
¿Cómo es tan americana la música de un almeriense que vive en Cartagena?
Son influencias de lo que escuchas de joven, a esa edad en la que la música empapa. Hay un barniz americano, por llamarlo así, y mucho aroma ‘british’. Y los Beatles siempre se me notarán.
Y no solo los Beatles.
En una capa más profunda, hay un innegable toque africano. Es un disco muy almeriense, mezcla de MiniHollywood y del desierto sahariano que tanto visité.
Sin fronteras.
Hace mucho que en la música no las hay. Solo en España se ponen peros a quien canta en inglés. En el resto de Europa eso no ocurre.
La portada evoca un paisaje rural norteamericano, pero la imagen no puede ser más almeriense…
Esa dualidad me encantó, es la esencia del disco. ¿Es Canadá? No, es la Alpujarra almeriense, Los Cerecillos, cerca de Laujar, con la sierra nevada al fondo. Niños de Almería con camisas vaqueras, indistinguibles de otros de Minnesota. Mis amigos y yo con 16 años haciendo unas migas que no cuajaron.
Una maravilla de foto.
En cuanto la conseguí y pudimos restaurarla supe que merecía un disco. No es una portada sobre la nostalgia, sino sobre el goce de vivir.
Sus canciones suenan cálidas, es música que abriga.
Hay una mezcla de letras a veces tristes sobre música más bien alegre. Esa combinación me funciona. Abrigarse con la música es una buena utilidad. Yo vivo refugiado, un refugiado voluntario, y quizá tengo la tendencia a invitar a la gente a que se cobije conmigo.
Le veremos en Clasijazz en mayo, casi abriendo gira.
Empezamos el 20 de abril con conciertos en Bilbao, Frías (Burgos) y Donostia. La siguiente parada, el 5 de mayo en Clasijazz, luego Cartagena y un montón de ciudades, incluidas Madrid, Guadalajara, Alicante, Barcelona, Sevilla, Huelva, Granada... El disco ha sido muy bien acogido, ahora queda sacarlo a pasear, que es lo más emocionante de todo esto... En Almería será un ocasión estupenda para vernos en nuestro formato más íntimo y cercano. Cuatro músicos, armonías a tres voces e instrumentación variada (acústica, armónica, piano, hammond, banjo, eléctrica, percusión...). Tocaremos el nuevo disco, algunos éxitos de Bantastic y alguna versión de George Harrison, Bob Dylan, Lucinda Williams...
Anda con las últimas presentaciones de ‘Concierto para George’. ¿Un titular sobre el homenaje?
El subtítulo sirve: ‘Crónica íntima del último milagro beatle’. Ver en un mismo escenario a Paul McCartney, Eric Clapton, Billy Preston, Tom Petty, Ringo Starr, Ravi Shankar y Jeff Lynn, entre otros, colmó mis sueños de beatlemano. Y encima en el Royal Albert Hall, menudo escenario, con un gran retrato de Harrison presidiendo la velada.
Conocemos la historia de Lennon en Almería, pero descúbranos alguna, menos conocida, de otro genio de la música en esta tierra.
Se conoce bien, pero a lo mejor no tan bien. Espero poder publicar más pronto que tarde mis investigaciones. Desde 1986 hasta hoy no he dejado nunca de trabajar en ello. Quizá después de esta gira sea el momento de ponerme a escribirla.
Guarda en el cajón un libro con entrevistas realizadas en 25 años de profesión. ¿Solo por cuál debería ver la luz?
Abarca desde Chiquito de la Calzada a Lou Reed pasando por Vittorio Gassman, Nicole Kidman, Paul McCartney, David Carradine, Bill Wyman, Yoko Ono, Javier Bardem, Kiko Veneno, Javier Fesser... Son 70 entrevistas en profundidad seleccionadas entre las 200 que publiqué en dominicales.
¿Todas a famosos?
También hay personajes anónimos, como dos inmigrantes con los que sigo en contacto. Uno tuvo que volver y malvive en Camerún y otro, nigeriano, vive holgadamente en Alemania. Sus historias dan mil vueltas a las de los famosos.
¿Podremos leerlo?
No lo sé, depende de las editoriales. El carácter heterogéneo de este libro es su gran virtud y su gran condena. Pero no me rindo.
¿El reguetón es el apocalipsis o no estamos tan mal, que diría Laporta?
No es mi generación, no es mi música, pero me niego a comportarme como un viejo cascarrabias. Cada generación tiene sus estímulos y sus referentes.
¿En qué película encajarían sus canciones?
Uf, no sé. Me hubiera encantado hacer la banda sonora de 'Pat Garret & Billy The Kid', pero un tal Bob Dylan se me adelantó.
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