Daniel o Moxaico (Almería, 1980), lleva 28 años decorando la vida, las calles, los muros de nuestras ciudades: Almería, cualquier ciudad de España o del mundo. Ha obtenido incontables premios y reconocimientos, es reclamado desde múltiples ciudades como pintor, jurado u organizador de eventos de cultura urbana. Calmado, con la cabeza muy bien amueblada y constantemente inspirado por su hija pequeña, Daniel borra de un plumazo cualquier rémora del pasado que nos haga pensar en un grafitero al uso.
La plataforma Street Art Cities ha seleccionado una vez más un mural suyo entre los 25 mejores del mundo. Tiene usted incontables premios.
Sí, la verdad es que yo no me suelo presentar, no son buscados. Al final presentarse a muchos premios es titulitis y no le veo mayor sentido.
Los premios que uno no busca son los más reconfortantes, su obra se valora de una forma más natural.
Sí, más que nada el reconocimiento a tu trabajo. Fuera de Almería generalmente se tiene más aprecio, por decirlo así, a las cosas que hago. Yo he tenido murales que a lo mejor han salido en reportajes en la prensa francesa o belga por ejemplo y aquí no salen en ningún sitio.
No es usted el primero que me lo dice en estas entrevistas, que fuera se le valora mucho más que aquí.
Yo creo que ese complejo lo tenemos en Almería, parece que hasta que no triunfas fuera aquí no se te reconoce. He pintado por toda España y fuera, y a lo mejor es más valioso un mural que tengo en Carboneras por ejemplo que en Berlín, peor no sé por qué se le da más valor a lo de fuera.
Si alguien le llama ahora mismo para encargarle un trabajo, ¿cuánto tiene que esperar?
Seguramente hasta febrero o marzo.
Con los tamaños de murales que maneja, ¿Qué es lo más grande en metros que ha pintado?
Por totalidad de metros quizás el recinto ferial, que fueron dos mil y pico. En una sola pieza quizás en gigante de Padules, o en el Paseo de Almería una medianera que pinté hace unos años.
Me parece dificilísimo no perder la perspectiva de las proporciones y el tamaño en su trabajo, ¿cómo lo hacen?
Hay gente que tiene un don innato, les surge solo, y hay otros que tenemos que hacer alguna “trampilla”, hacer una cuadrícula, marcar algunas referencias en la pared para saber por dónde va a ir más o menos, hay gente que proyecta incluso, porque lo cierto es que una vez que te pegas a la pared estás totalmente perdido.
Su estilo es muy fotográfico, realista.
Mezclo un poco la figuración, me gustan los animales, la fauna, y lo mezclo casi siempre con elemento geométricos, utilizo caligrafía, por ejemplo las firmas que vienen de los grafitis me gusta descontextualizarlas y crear formas, cenefas con esas letras y que sean relacionadas con el mural. La gente piensa que es algo decorativo y cuando se acerca se da cuenta de que pone cosas y lee.
Para algunos trabajos, por ejemplo de la cultura de Los Millares, tendrá que documentarse a fondo.
Sí, hay murales que hay que estudiar, ir a los museos y observar cosas para añadir. Por ejemplo en el mural que hice de Boabdil, todas las cenefas están extraídas de su yelmo que está en el Museo Nacional, también de su espada. Es un trabajo de estudio importante, hay que saber buscar las imágenes y conocer la historia. Con esos proyectos aprendes cosas, son chulos.
Acude usted a las inauguraciones o eventos donde ha participado con alguna obra?
A veces voy, me gusta ir porque luego hago un pequeño video, voy viendo cómo la gente se para a hacer se fotos y me parece curioso.
Es un poco el artista infiltrado a ver cómo la gente reacciona ante lo que ha pintado.
Sí, me hace gracia porque la mayoría no sabe que soy yo y puedo escuchar y observar las reacciones.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/5/vivir/261129/me-gusta-ver-las-reacciones-de-la-gente-ante-mis-murales