La cita ferial de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) fue, una vez más, la prueba palpable de que esta formación es la referencia cultural más importante de la ciudad. La Plaza de la Constitución, prácticamente llena, confirmó esa estrecha identificación de la afición musical almeriense con la orquesta que dirige Michael Thomas. Pese a que pueda parecer un aspecto excesivamente prosaico, es necesario subrayar que esta gran respuesta de público se produjo sin que la entrada fuese gratuita. El título del concierto ‘Brillantes: Joyas de ópera y zarzuela’ puede decirse que valió su peso en oro.
La noche de feria de la OCAL de este año va a pasar a los anales de esta formación gracias a la valiosísima aportación artística y técnica de la soprano Leonor Bonilla, cuya voz se ha quedado prendida de la memoria de la audiencia a buen seguro. Es difícil recordar una voz femenina de este nivel que haya dejado su impronta en los escenarios almerienses.
Gracias a una elección muy acertada del programa, la voz y el talento de esta joven soprano sevillana se adueñaron emocionalmente de la Plaza Vieja. Su voz, pero también su dominio de las castañuelas como puso en evidencia en el ‘Fandango’ de la zarzuela ‘Doña Francisquita’ (Amadeo Vives). Además de su sólida formación como cantante, Leonor es titulada en Danza Española.
El concierto siguió, aunque no de forma minuciosa, un desarrollo cronológico, abriendo la velada con la ‘Obertura’ de ‘La flauta mágica’ de W.A. Mozart. Tras esta primera aportación, Leonor Bonilla comenzó a seducir a los espectadores con el aria ‘Ach ich fül’s’, dejando constancia de su capacidad para convertir en sensibilidad los momentos más exigentes de la partitura. Después de las citas mozartianas vendría Gioachino Rossini y la conocidísima Obertura de ‘Guillermo Tell’, que incluye la galopada más famosa del repertorio operístico. Sin dejar a Rossini, volvió al escenario Leonor Bonilla para regalar la bellísima romanza ‘Una voce poc fá’ de ‘El barbero de Sevilla’.
Verdi pasó también por el entablado de la Plaza Vieja, primero con la Obertura de ‘La forza del destino’ y con otra arrebatadora intervención de la estrella de la noche: el aria ‘O luce di quest’ anima’ de ‘Linda di Chamounix’, de Gaetano Donizetti.
Bizet sirvió para conectar la primera parte, de marcado carácter operístico, con la segunda dominada por la zarzuela. Tras el Preludio y la ‘Aragonesa’ de Carmen, llegó la romanza ‘Canción del ruiseñor’ y el ya citado Fandango de ‘Doña Francisquita’ Bonilla se lució en la romanza ‘Me llaman la primorosa’ de la réplica en zarzuela de Gerónimo Giménez a la ópera homónima de Rossini.
Michael Thomas tomó la palabra para dar las gracias por la respuesta del público almeriense, dejando algunas notas de los éxitos de la OCAL fuera de Almería para que la ciudad se sienta un poco más si cabe, orgullosa de su orquesta. Citó el reciente premio logrado con la bailaora almeriense Rocío Garrido en el prestigioso certamen flamenco de La Unión y quiso compartir con el público el triunfo de la Selección Española de Fútbol Femenino cantando con su propia voz ‘We are the champions’ acompañado por la OCAL y por toda la audiencia.
El inolvidable concierto concluyó con ‘Los toreadores’ de ‘Carmen’ que vino a ser como ‘La marcha Radetzky’ en el concierto de Año Nuevo de Viena. Una prolongada ovación con el público en pie culminó una noche musical irrepetible.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/5/vivir/261714/leonor-bonilla-enamora-a-la-plaza-vieja