“Siempre trabajo con la luz del sol y Almería es una maravilla en ese aspecto”

El director de fotografía José Luis Alcaine será homenajeado el sábado en el AWFF de Tabernas

José Luis Alcaine, director de fotografía ganador de cinco Goyas.
José Luis Alcaine, director de fotografía ganador de cinco Goyas. Europa Press
Evaristo Martínez
22:54 • 07 oct. 2023

José Luis Alcaine (Tánger, 1938) es leyenda del cine español. ‘¿Quién puede matar a un niño?’, ‘El sur’, ‘El viaje a ninguna parte’, ‘¡Ay, Carmela!’, ‘Amantes’, ‘Jamón Jamón’ ,‘Belle Epoque’ y ‘Volver’, por ejemplo, llevan su sello como director de fotografía. Su filmografía supera las 150 películas y atesora cinco Goyas de 21 nominaciones. En Almería, además de publicidad, ha rodado siete títulos entre ‘El caso Almería’ (1984) y ‘Extraña forma de vida’ (2023). El sábado recibirá en el Almería Western Film Festival el Premio Tabernas de Cine. Un día antes descubrirá una silla con su nombre en el Paseo del Cine de esta localidad. “Estoy encantado de volver”, apunta antes de comenzar a charlar. 



¿La luz de Almería es especial para rodar?
Para ser sinceros, sí. Es una luz muy limpia, sin apenas humedad en el aire. Hay muchos días de sol al año, lo que hace que el rodaje pueda ir con cierta seguridad, importante cuando se rueda tanto en exteriores. Ahora en posproducción puedes borrar todo, pero antes se buscaban paisajes limpios, sin postes ni antenas, y en aquella época no había nada de eso allí.



Creció en Tánger, donde aprendió a observar la luz, a ver cómo se comportaba. ¿Encuentra similitudes con la nuestra?
Sí, muchas. Al fin y al cabo, la luz de Tánger es, por decirlo de alguna manera, norteafricana y Almería está frente al norte de África. He estudiado muy bien el recorrido de la luz, siempre intento incorporar el paso del tiempo a las historias que ruedo. Y el paso del tiempo viene dado por la angularidad de la luz y su color, que cambia conforme avanza el día. Siempre trabajo con la luz del sol y en ese aspecto Almería es una maravilla.


En Tabernas rodó en los 80 ‘Esos locos cuatreros’, su debut en el wéstern y en el cine de Hollywood.
Y mi primera película con caballos. El wéstern es duro de rodar: trabajas a sol batiente y con los caballos levantando muchísimo polvo, que se te acaba pegando. Lo normal es estar deseando llegar al hotel para darte una ducha. 

Y el año pasado volvió con otro wéstern, ‘Extraña forma de vida’, de Pedro Almodóvar. ¿No le pareció una propuesta algo marciana?
En cierto sentido sí, porque Almodóvar no había rodado un wéstern, pero tampoco con caballos, ni peleas, ni duelos de pistolas. Los directores, cuando llegan a cierta edad, tienen a repetirse, a rodar en estudio, a no complicarse. Y Pedro ha querido ir más allá. Es verdaderamente sorprendente y le ha quedado muy bien.

Rodaron en Tabernas y en Toledo, y ambos paisajes se engarzan muy bien en pantalla. 
El cine va de un lado a otro buscando distintos paisajes que le interesan. En ‘¿Quién puede matar a un niño?’, de Chicho Ibáñez Serrador, rodamos parte de los exteriores en Menorca, parte en Toledo y parte en Almuñécar, para unirlos como un mismo lugar. Es algo corriente, pero nos toca a los directores de fotografía igualar esa luz y que te creas que estás en el mismo lugar.

Ha trabajado con Almodóvar, con Ibáñez Serrador, con Pilar Miró. Con Saura, Trueba, Erice. Nombres con mucha personalidad. ¿Dónde acaba el sello del director y empieza su visión como director de fotografía? ¿Es complicado?
Lo es, pero gran parte del trabajo se hace ‘in situ’. En el cine de exteriores debes estar siempre adaptándote a los lugares y a lo que sucede. Por ejemplo, en ‘El pájaro de la felicidad’ [de Pilar Miró, rodada en Níjar] hubo unas nubes muy bajas que envolvían el lugar en el que estábamos. Algo inusual en Almería, pero Pilar y yo vimos la oportunidad de crear un ambiente curioso que daba fuerza a la historia.

Fue uno de sus cinco Goyas. Pocas veces se ha visto nuestra tierra con esa belleza. 
Sí, pero hay que tener en cuenta que ella estaba enamorada del paisaje de Almería. La historia está atada al terreno, la concibió porque conocía esos lugares. A veces los guionistas escriben y luego tienes que buscar la localización. En este caso, todo estaba escrito para esos lugares. 

Y hay algo que no se conoce porque no figura en el currículo, pero yo iba a trabajar en ‘Nostromo’...

La película con la que David Lean quiso regresar a Almería y en la que trabajaba cuando murió en 1991.
Iba a rodar la segunda unidad porque entonces no tenía tanta experiencia. Conocí a David Lean, iba a estar a sus órdenes directas, preparé toda la película. Él murió dos meses antes. Estaba emocionado porque en Almería había rodado ‘Lawrence de Arabia’ y se encontraba muy a gusto. La historia requería paisajes distintos, del trópico, pero él decía que podía sacar adelante en Almería parte de lo que necesitaba. Y así iba a ser. Nos quedamos sin poder hacerla y lo siento mucho porque me habría encantado rodar con él: era un tipo encantador. 
 
Acaban de estrenar Víctor Erice y Woody Allen, pronto lo hará Martin Scorsese, todos ya con 80 años o más. Y usted sigue en activo, y con proyectos.
Vamos a ser cada vez más longevos y si seguimos con la idea de retirarnos a los 67 tendremos muchos años por delante, y sin un oficio... Puedes tener un hobby, sí, pero eso de sentarse en el sofá a ver la televisión creo que es algo terrible. A los jóvenes que están decidiendo su futuro hay que convencerles de que encuentren profesiones que les apasionen.  

Como usted, que habla con pasión de su oficio. 
Sí, eso creo (sonríe).








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