Concha Velasco, dos películas en Almería y una amistad única con Manolo Escobar

Cuando doña Concha Velasco era aún Conchita rodó dos películas en Almería, tierra a la que volvería en numerosas ocasiones: por ser la tierra de Paco Marsó, con quien estuvo casada casi 30 años, y por su trabajo en los escenarios, de los que se despidió a finales de 2021.

Además, uno de sus grandes amigos fue Manolo Escobar, a quien quiso acompañar durante el homenaje que recibió en 2006 en Roquetas de Mar durante un curso de verano de la Universidad de Almería. "Ni él ni su familia me han fallado jamás", dijo entonces la actriz vallisoletana, fallecida este sábado a los 84 años de edad. 

Concha y la Almería del cine
Su primera incursión en el cine rodado en la tierra del indalo fue 'Susana' (1969), de Mariano Ozores. Una comedia ambientada en el ficticio pueblo pesquero de Villamar que, en la realidad, tenía la fisionomía de Roquetas de Mar, donde se rodaron todos sus exteriores: el faro y el Castillo de Santa Ana son reconocibles en un filme disponible en el catálogo de la plataforma FlixOlé.

No es de las películas más recordadas del prolífico Ozores, pero sí superó el millón de espectadores en la taquilla de la época. Una cifra levemente por debajo de su segundo y último largometraje filmado en Almería: 'Los gallos de la madrugada' (1971), de José Luis Sáenz de Heredia. 

Si 'Susana' era una comedia amable, ideal para su lucimiento (también interpretaba la canción homónima, compuesta por el tándem Algueró/Guijarro), 'Los gallos de la madrugada' permitía a Concha Velasco adentrarse en territorios más oscuros: en este melodrama criminal, que comenzaba con su muerte, encarnaba el objeto de deseo de los hombres de un pueblo, también de pescadores. 

En esta ocasión, todo el metraje se filmó en localizaciones almerienses de Las Negras, Rodalquilar y San Miguel de Cabo de Gata. En el reparto, Fernando Fernán-Gómez, Alfredo Mayo, Tony Isbert y José Sazatornil, 'Saza'. 

Concha y Paco
"Yo voy mucho a Almería, aunque no lo cuente", confesaba Concha Velasco en una entrevista concedida a LA VOZ en 2018 con motivo de la representación en el Auditorio Maestro Padilla de la obra 'El funeral', escrita y dirigida por su hijo Manuel M. Velasco y que protagonizó junto a Antonio Resines.

"Nosotros somos de allí porque Paco Marsó, que se llamaba Martínez Socías, era de Macael y toda mi familia está allí", apuntaba también la actriz, que recibió en 2012 el Goya de Honor de la Academia de Cine.

En los últimos años, el teatro la trajo en varias ocasiones hasta escenarios almerienses. Con uno de sus últimos grandes papeles, el monólogo sobre Juana La Loca en 'Reina Juana', visitó el Teatro Auditorio de El Ejido en 2016 y el de Roquetas en 2017: en ambos tiene sendas butacas de honor.

La capital se le resistió algo más y tras un largo tiempo sin actuar regresó en 2018 con la citada 'El funeral' al Auditorio Maestro Padilla. Allí volvería en plena pandemia, en octubre de 2020, para hacer escala con el monólogo con el que dejó las tablas, 'La habitación de María', de nuevo escrita por su hijo Manuel. 

Fue tras aquella representación cuando Antonio Artero y Antonio Salmerón le obsequiaron en los pasillos del auditorio con un cuadro de Nuestra Señora del Amor y la Esperanza. "Es lo mejor que me habíais podido regalar", afirmó la Premio Nacional de Teatro 2016.

Con el presente se cerraba un círculo: en 2002, estando en Almería con 'Hello, Dolly!' (uno de los grandes fracasos como productor teatral de Paco Marsó), la actriz acabó asumiendo la restauración de la corona de la imagen de la Hermandad de los Estudiantes tras conocer por su marido el coste de la misma.

Y una curiosidad: fue en la rueda de prensa del musical, que se representó durante cuatro noches en el Maestro Padilla, cuando Concha Velasco anunció que aceptaba la oferta de Rafael Esteban, presente en aquella comparecencia como concejal de Cultura del Ayuntamiento de Almería, para ser pregonera de la Feria en 2003. Sin embargo, la idea no cuajó: aquel verano abrió las fiestas José Fernández Torres, 'Tomatito'.

Concha y Manolo
Además de las películas que rodó aquí, de sus giras teatrales y de sus estrechos vínculos familiares, Concha Velasco visitó Almería en julio de 2006 para acompañar a uno de sus grandes amigos y su pareja artística en cinco películas, el ejidense Manolo Escobar.

La Universidad de Almería dedicó al cantante el curso-homenaje 'Manolo Escobar: la persona y el personaje', que reunió en una de sus jornadas en el Hotel Playadulce al cómico Raúl Sénder, al crítico de cine Andrés Arconada, al director Mariano Ozores y a la dupla formada por el almeriense y la vallisoletana.

"Es un hombre con mayúsculas, un mito al que no llego al forro de su pantalón. Ni Manolo ni su familia me han fallado jamás; si no me hubieran llamado para venir, me habría enfadado", decía Velasco. "Besa maravillosamente bien, como pocos lo hacen", apuntó sobre quien fue su amor platónico bajo los focos.

Concha Velasco y Manolo Escobar protagonizaron juntos los largometrajes 'Pero... ¡en qué país vivimos!' (1967), 'Relaciones casi públicas' (1969), 'Juicio de faldas' (1969), 'En un lugar de La Manga' (1970) y 'Me debes un muerto' (1962), todas dirigidas por José Luis Sáenz de Heredia excepto la cuarta, que firmó Mariano Ozores.

"Tenemos escrito y registrado el guion para una serie de televisión en la que aquella abogada progre y el camionero-empresario de derechas vuelven a encontrarse", desveló sobre una posible continuación de 'Juicio de faldas' una de las mejores actrices de la historia de nuestro país, chispeante con la minifalda de chica ye-yé, milagrosa con el hábito de Teresa de Jesús.