La inclusión total, principal objetivo del II Foro de Innovación Social

El pasado jueves 14 de diciembre, la sala de conferencias de la Casa de las Mariposas en la capital, se llenó de asociaciones y trabajadores del tercer sector de la provincia para asistir al II Foro de Innovación Social de la Diputación de Almería. La finalidad de esta jornada es convertirse en un punto de encuentro para fomentar las ideas innovadoras entre las asociaciones y entidades que trabajan para mejorar el bienestar y la calidad de vida de todos los almerienses.

Pero si algo quedó patente después de las conferencias y ponencias es que hay un principal objetivo que entre todos, como sociedad, debemos conseguir y es el de la inclusión social total. Aunque, como se demostró, el tejido asociativo de Almería es un auténtico tesoro que se tiene que mantener y potenciar, no seremos una sociedad plena y justa hasta que no dejemos de mirar con prejuicios a las personas con discapacidad.

Un espacio de sinergias

El presidente de Diputación, Javier A. García, acompañado por el vicepresidente y diputado de Bienestar Social, Ángel Escobar, el delegado de Inclusión Social, Francisco G. Bellido, y el director del Tercer Sector de Diputación, Jesús Baca, han inaugurado la jornada.

Javier A. García puso en valor la gran apuesta por la innovación social. “Hace poco más de un año que estrenábamos esta iniciativa que ahora se consolida con el objetivo de potenciar la innovación social del tejido asociativo de la provincia. Queremos que siga siendo todo un punto de encuentro y un espacio de ideas para  generar sinergias, conectar personas y hacer realidad proyectos innovadores”

El presidente elogió el trabajo de las asociaciones de la provincia al apuntar que “cuando el concepto de innovación social ni se había planteado, las asociaciones de la provincia ya estabais poniéndolo en práctica con vuestro trabajo. Sin vuestra labor Almería no sería la gran tierra de oportunidades que es hoy día. Por eso siempre vamos a estar a vuestro lado para hacer realidad vuestras soluciones innovadoras que convierten a nuestra provincia en uno de los mejores lugares en los que emprender y vivir. Almería es una tierra que se crece ante la adversidad y vosotros hacéis la provincia más grande”.

Derribando barreras

Francisco Bellido, por su parte, destacó que “el empleo es una forma de realización personal y es clave para la plena integración y participación social de las personas con discapacidad. Sin embargo, este colectivo se enfrenta a prejuicios y barreras en su acceso al mercado de trabajo y la cualificación profesional, que entre todos debemos derribar”.

El delegado aseguró que “en este reto, somos aliados de las asociaciones, que se esfuerzan y trabajan cada día por la inserción socio laboral y la cualificación profesional de estas personas, y por ofrecer servicios y recursos que aporten bienestar y mejora de estas personas y sus familias”.

Una jornada de vivencias y experiencias

El programa estaba compuesto por una ponencia titulada “El respeto del presente es la autonomía del futuro” de Amaya Áriz, presidenta de la Asociación Navarra de Autismo; un panel de experiencias en materia de Innovación Social en la que ASTEA, Down El Ejido y ASPAPROS, 3 asociaciones que recibieron ayudas a la innovación por parte de la Diputación de Almería, hablaron de sus proyectos beneficiarios de las subvenciones.

Para finalizar la jornada tuvo lugar una mesa redonda sobre discapacidad y la empleabilidad por parte de Francisco Javier Albor, responsable de Innovación Social de la ONCE, Mª José de los Ríos, directora del Área de Bienestar Social, Igualdad y Familia de la Diputación de Almería, Francisco Bellido, delegado  de la Junta de Andalucía, y Amparo García, presidenta de la Asociación Asperger Almería.

Una invitada por petición popular

La abogada y psicóloga navarra, Amaya Áriz, arrancó la mañana por todo lo alto con su fuerza y elocuencia. Habló de una manera clara de los problemas que los padres de niños con autismo tienen que sufrir por parte de la sociedad, como el sentirse juzgados por la gente e incluso sus propios familiares.

Reflexionó también que la discapacidad nos puede llegar a cualquiera, que no estamos preparados para sufrir el dolor ni tampoco para consolar a alguien que está pasando por esa situación. Es por esto que es primordial la educación emocional.

Por eso hizo especial hincapié en el trabajo que tenemos que hacer como sociedad en el camino a la inclusión. Entidades públicas, privadas y gente de a pie tenemos que trabajar para visibilizar la discapacidad. De esta manera, viéndola de frente y entendiéndola seremos capaces de vivir sin prejuicios hacia este colectivo.

Experiencias en materia de Innovación Social

Lola, secretaria de la asociación ASTEA, habló de su proyecto de promoción de la autonomía de las TIC y cómo sus usuarios están aprendiendo a usar móviles y ordenadores para sentirse libres. Pero, sobre todo, cómo los talleres son una excusa para que ellos y ellas fortalezcan sus relaciones y se promueva el apego entre compañeros. Muchos de estos niños nunca han sido invitados a un cumpleaños y tener un grupo de amigos con el que quedar después de clase y compartir es muy importante para ellos.

Además, también es un alivio para las madres, que durante las horas de las clases pueden charlar y descansar porque saben que sus hijos están en buenas manos. Lola también aprovechó para dar las gracias públicamente a Amaya porque su libro le ayudó mucho cuando tuvo a su hijo, poniendo en evidencia lo importante que es hablar y compartir las historias para ayudarse.

En representación de la asociación Down El Ejido, la psicóloga Rosa Recamán contó cómo se dieron cuenta que cuando los chicos y chicas llegaban a la fase adulta carecían de recursos ocupacionales. Y qué mejor que en un entorno agrícola como El Ejido, que aprendiesen a trabajar en viveros, ya que las personas con discapacidad intelectual trabajan muy bien lo manipulativo y lo visual.

Ese proyecto evolucionó a “Juntos aprendemos”, el proyecto que le ha valido la subvención de Diputación y que consiste en que sus usuarios enseñen a los niños y niñas de un colegio a hacer un jardín didáctico. La experiencia ha sido todo un éxito en el que los alumnos han aprendido de agricultura y a ver con normalidad a las personas con discapacidad y los chicos de Down El Ejido se han sentido plenamente realizados. Tanto es así, que muchos colegios de la zona quieren realizar la vivencia con ellos.

Para cerrar esta mesa, Andrés Repullo habló de Radio ASPAPROS. Comenzó contando su andadura en las ondas con un espacio matinal en Candil Radio en el que conseguir sensibilizar a los oyentes e integrar a las personas con discapacidad. La experiencia gustó tanto que cada vez más usuarios querían participar por lo que los espacios tuvieron que ir creciendo.

Hoy, gracias a este proyecto, la asociación ha conseguido montar Radio ASPAPROS donde sus locutores están poniendo de manifiesto todo lo aprendido durante estos años. Andrés contó cómo ha evolucionado también la finalidad de la propia radio. De un modelo en el que se hablaba por ellos, sin ellos y sobre ellos a un modelo de una radio de personas con discapacidad, hecha por ellos y según sus gustos, con el objetivo de que toda la sociedad conozca y aprenda de este colectivo tan heterogéneo. Los próximos retos son conseguir unas cámaras para poder emitir en Twitch y Youtube.

Discapacidad y empleabilidad

La mesa comenzó con Francisco Javier Albor, responsable de Innovación Social de la Fundanción ONCE. Recalcó la importancia de las asociaciones ya que ellas son las que están a pie de calle, frente al papel que tienen las administraciones entre papeles y despachos para conseguir que los proyectos se lleven a cabo.

Reflexionó también sobre las particularidades del mercado laboral de las personas con discapacidad. A través de una tabla de datos de los últimos 4 años, mostró cómo la actividad laboral y el paro de este colectivo se ha mantenido practicamente igual. Lo que indica que las ayudas públicas que se reciben para fomentar el empleo, realmente no crean nuevos puestos de trabajo si no que hacen que se mantengan los que ya están. Por tanto hay que aumentar el esfuerzo para que crezcan los puestos de trabajo siendo imaginativos, estando en constante renovación y al tanto de la evolución del mundo laboral.

“La discapacidad no es una enfermedad. Es una situación que puede desaparecer si eliminamos las barreras del entorno”. Así comenzó su intervención María José, Directora del Área de Bienestar Social, Igualdad y Familia de la Diputación Provincial de Almería. Continuó diciendo que ese es el compromiso de Diputación, ir derribando esas barreras para la integración de las personas con discapacidad. Una prueba de ello es que el 38% de las subvenciones han ido  a asociaciones de personas con discapacidad.

Habló también de algunos de los últimos proyectos de su área, como el de llevar a pueblos pequeños la sensibilización con la discapacidad a los jóvenes, a través de actividades lúdicas. Una línea muy fundamental para su departamento es la atención a la dependencia. Que no haya un agravamiento en las personas dependientes y, de un tiempo a esta parte, también cuidar a las personas que cuidan a las personas dependientes. Por último, invitó a las asociaciones presentes a que compartiesen con ellos toda idea innovadora para intentar llevarla a cabo.

Durante su intervención, Francisco Bellido habló de muchas de las medidas que desde su área se llevan a cabo, como los incentivos a las empresas, quitar barreras arquitectónicas o la labor de los EPEs: Experiencias Profesionales para el Empleo. Se trata de aportar experiencia cuando alguien se incorpora al mercado laboral y, en el año pasado, de 500 personas discapacitadas participantes, 97 lograron un empleo continuado.

También se vivió un momento emocionante cuando Francisco compartió su experiencia personal: “ Yo siempre digo que a un pez no le puedes pedir subir a un árbol. Eso no significa que no sea capaz de desenvolverse en el mundo, si no que eso no entra dentro de sus capacidades. Y eso es lo que hay que hacer con el empleo con las personas con discapacidad. Yo tengo una pequeña discapacidad, no oigo por el oído izquierdo y eso no me impide desarrollar un trabajo”.

La mesa y la jornada terminaron con Amparo García, presidenta de la Asociación Asperger Almería, quien tiene una cosa muy clara, quizás como ella decía por su pasado como profesora y directora en centros de secundaria: la formación de las asociaciones y todos los sectores de la sociedad es lo más importante. Es el camino para llegar a una sociedad inclusiva. Si la gente no conoce las discapacidades y las particularidades de cada uno, nunca se va a poder llegar.

Además, destacó que en los centros educativos hay que fomentar otros aspectos además del currículum clásico. Los alumnos con Asperger están regulados en el colegio e instituto, pero es cuando llegan al mundo laboral cuando se ve que no tienen herramientas para desenvolverse en él y que se las podrían dar en los propios centros, para poder conocer diferentes empleos y saber cuál podría ser el más adecuado para ellos.

Fue gran día para el asociacionismo y los profesionales del tercer sector en el que se llenaron de fuerza e ideas para conseguir hacer una sociedad mejor entre todos.