‘Queen Symphonic Rhapsody’ revive durante dos noches a un grupo único

Las victorias tienen una banda sonora: ‘We are the champions’. Las despedidas, un subrayado épico: ‘The show must go on’. La libertad se resume en un grito: ‘I want to break free’. Y la eternidad plantea una pregunta: ‘Who wants to live forever?’. La música de Queen, una de las mejores bandas de todos los tiempos, ha marcado para siempre a varias generaciones, un sentimiento que ahora recupera el espectáculo ‘Queen Symphonic Rhapsody’ que ayer se presentó, de la mano de algunos de sus protagonistas, en el Centro de Arte Museo de Almería (CAMA).

El montaje abre esta noche el Festival de Teatro de El Ejido (21 horas) y mañana llegará al Auditorio Maestro Padilla de la capital (21 horas). Aún quedan entradas disponibles para ambos eventos, al precio de 35 y 38 euros (pueden adquirirse en el área de Cultura del Ayuntamiento y en Unientradas.es en el caso de El Ejido y en la taquilla del Apolo y en la Servicaixa.com en el de Almería, además de en los respectivos espacios escénicos).

“Se trata de un espectáculo diferente, de una calidad incuestionable, sobre una de las mejores bandas de todos los tiempos”, apuntó Ramón Fernández-Pacheco, concejal de Cultura del consistorio almeriense, en el CAMA, antes de dar la palabra a Juan Francisco Senabre, productor de un montaje que viene de triunfar el pasado fin de semana en el Teatro Coliseum de Barcelona. “Almería va a vivir una noche única como ha ocurrido en el resto de las ciudades por las que estamos girando”, señaló.

¿La clave del éxito? “Presentamos un espectáculo único y contundente que no tiene nada que ver con un musical ni con un tributo sino que tiene una identidad propia”, explicó Senabre.

‘Queen Symphonic Rhapsody’ une sobre el escenario a una banda de rock y una orquesta sinfónica. Ambas arropan a cuatro voces de otros tantos registros distintos: las de Thomas Vikström, Michele McCain, Mats Levén y Graciela Armendáriz, la única ausente ayer.

“Esto ha sido un regalo de Dios, es un montaje que funciona de veras. Lo del Coliseum de Barcelona ha sido lo más espectacular que he visto en mi carrera. Es algo explosivo, que emociona a todas las edades”, subrayó McCain.

Por su parte, Vikström destacó tanto la “mezcla de estilos” en escena, desde soul a ópera pasando por ‘heavy metal’, como lo heterogéneo del público. “Queen llega a todas las edades, a todas las razas, a todo tipo de personas. En este montaje, la gente ríe, llora y se emociona. Ves a un niño vibrando y de repente te das cuenta de que a su lado lo está haciendo también su abuelo”.