De yeyé en los años 60 a director de la Banda Municipal de Música

La otra cara de Juan Viciana

Juan Viciana González, saxofonista y compositor.
Juan Viciana González, saxofonista y compositor. La Voz
José Ángel Pérez
20:01 • 19 may. 2024

Lleva toda la vida viviendo para la música. Un veneno que ha inoculado a sus dos hijos, magníficos poliinstrumentista, que destacan como intérpretes de jazz. Juan Viciana González, músico profesional, saxofonista y compositor nació en Almería el 11 de abril de 1954 en la barriada de Gachas Colorás. Su infancia transcurrió entre arpegios y acordes de cualquier instrumento que llegara hasta sus manos. La música está enraizada en la familia Viciana. Un tío suyo, José Viciana, fue un extraordinario concertista en los años 40 y su vida musical transcurrió en Madrid convirtiéndose en un reconocido dominador de numerosos instrumentos y un maestro con el acordeón y la trompeta.  



¿Qué tiempo de su vida ha dedicado a la Banda Municipal de Almería?



Alrededor de unos 40 años. La jubilación como empleado municipal está a la vuelta de la esquina, aunque la verdad es que el músico de vocación no se jubila siempre del todo.



Ha sido el primer almeriense en dirigir a la Banda. 



Esa oportunidad me llegó en 1981, cuando obtuve por oposición la plaza de profesor de música de la banda de la capital y en 2000- hace ahora veinticuatro años- saqué la plaza de director e inmediatamente pasó a ser mía la responsabilidad de la banda.



Pero de la noche a la mañana  le dicen que tiene que dejar la batuta de director.



El 10 de mayo de 2004 fui cesado de forma fulminante por el responsable de Cultura del Ayuntamiento, pese a ser titular de la plaza. Temporalmente se hizo cargo mi hijo permaneciendo al frente durante unos cinco meses, hasta que ese mismo año el Ayuntamiento nombró a Mauricio Linari como director por libre designación. Llega a darse la circunstancia de que había dos plazas de director a cargo del erario.



¿Fue a  usted a quien Manuel del Águila le cedió su legado artístico para su instrumentación?

Una gran suerte. Me cedió su biografía musical para que la instrumentara y la hice para un concierto de piano. Esa labor la fui desarrollando cuando ya me fui de la Banda Municipal y me incorporé a la Banda de Nueva Andalucía donde estuvimos dando conciertos fomentando la cultura almeriense. 


¿Fue estando en la Banda Municipal de Almería cuando salió su primer disco?

Sí, con motivo de sus 150 años de historia. Se tituló ‘Nuestra Semana Santa’ y en esos años celebramos bastantes conciertos en la Escuela de Arte interpretando música variada. Conciertos didácticos con lecciones magistrales donde explicábamos toda la historia relacionada con los temas que íbamos interpretando.


¿Y qué pasó con el tema que compuso para conmemorar los Juegos Mediterráneos?

Fue rechazado por la corporación municipal que había en ese momento en el consistorio, aunque fue aceptado como himno por los propios autores de las otras composiciones. La pieza estaba instrumentada para sonar en bandas y corales.


¿Le reconoce Almería su labor como autor, compositor e instrumentista cómo cree que se merece?

Hombre, no debo ser yo quien me pronuncie en ese sentido. Yo simplemente hablo de lo que ha sido mi trabajo desde que empecé muy joven en este apasionante mundo de la música, aunque la verdad es que también, aunque pocos, he vivido episodios muy injustos conmigo.


Pero usted es autor de 55 obras clásicas repartidas en marchas procesionales, oberturas y bandas sonoras, además de cinco discos grabados.

Sin duda han sido una de las mejores experiencias que he tenido la suerte de vivir y que en su momento supuso para mí un paso muy importante para seguir afianzándome y motivándome como músico.


Y como saxofonista hizo un guiño a los éxitos musicales de su juventud hace 20 años.

Si, fue un CD que recogía lo que se puede denominar como la Serie Oro de la música pop internacional con el saxofón. Es un álbum rico en matices y con el cual que he tenido el honor de haber sido el primer músico almeriense que ha hecho una recopilación de aquellos inolvidables éxitos mundiales. 


¿Cuándo decidió que la música fuese su profesión?

Fue un paso muy rápido que arrancó una vez que terminé el servicio militar en Viator. Tuve que hace un esfuerzo enorme alternando los estudios con actuaciones con grupos musicales mientras simultaneaba los estudios en los conservatorios de Almería, Murcia y Málaga, hasta culminar mi formación en el conservatorio de Granada con otros cinco años más de carrera con estudios de saxo, armonía y piano. 


Se convierte en destacado músico como lo demuestran sus composiciones por varios países, aunque la vorágine de la música lo atrapó casi desde niño.

A los 12 años, a mediados de 1966, formé junto al desaparecido Pepe ‘El Lechero’ el grupo Los Bonys, originarios de La Cañada de San Urbano, y con ellos durante tres años recorrimos la geografía provincial como grupo de baile. 


Después llegarían Los Santos, el parón de la mili y Los Nómadas.

Este fue un grupo integrado por músicos de partitura donde figuraban los hermanos Juanono y su hermano Ángel Barceló (DEP) y los desaparecidos Joaquín Sánchez Maldonado ‘El Chopo’ y Pepe Flores a la batería. En 1972 llegaron las aventuras con los grupos Azul Caribe y Alborada y luego piano en ristre estuve actuando en solitario durante cinco años. 


¿Su mejor obra es la banda sonora ‘Desierto de Almería’ o hay alguna otra que merezca ese reconocimiento?

Toda creación musical o literaria es hija de la persona que la crea. Sin duda, ‘Desierto de Almería’ me ha dado muchas satisfacciones, pero hay otras que también me han marcado bastante como ‘Tiberio César’.


Vivió un episodio del que tardó tiempo en recuperarse. Una denuncia falsa lo llevó a los tribunales donde se demostró su inocencia.

Me costó varios meses de tratamiento psicológico y afectó a mi reputación por algo que nunca cometí, aunque gracias a Dios se hizo justicia. Así lo confirmó una sentencia del Juzgado Penal número 1 de Almería absolviéndome de ese falso delito de hurto por la desaparición de nueve instrumentos musicales entre septiembre de 2015 y abril de 2016 valorados en más de 4.000 euros y propiedad del Ayuntamiento. Lamentablemente el culpable o los culpables salieron indemnes.


Esta es un tanto resumida, la historia profesional de uno de los más acreditados músicos de la provincia que cultiva con maestría cualquier género musical y que mantiene viva la llama de su vocación surgida desde la infancia, pero es que además por encima de todo, es una buena persona, generosa y solidaria que goza del respeto y aprecio en el gremio de la música. 



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