Gervasio Sánchez imparte hasta esta tarde un taller en el Centro Andaluz de la Fotografíaa

No es un taller para aprender a hacer fotografías. La técnica, el encuadre, los tipos de cámaras, habrá que llevarlos conocidos. Al menos, será algo secundario. Lo que Gervasio Sánchez ha venido a mostrar, más que a enseñar, estos días en el Centro Andaluz de la Fotografía, es el oficio del fotógrafo de prensa. Su ética, su día a día, sus entresijos, sus problemas. La experiencia de su vida.

“Estoy un poco pasando revista a lo que ha sido mi vida profesional”, explicó el fotógrafo. “A mí me gusta que los periodistas sean muy críticos. esa es, en mi opinión, una de las cualidades principales de un periodista: la autocrítica y la crítica. Sólo los genios hacen genialidades, y les enseño a los alumnos que tienen que hacer ese ejercicio de autocrítica permanentemente si quieren llegar a ser buenos fotógrafos, o camarógrafos, o periodistas en general...”.

Reflexionar sobre periodismo

El taller se llama ‘La guerra no es un espectáculo’, y se celebra con 26 participantes desde el pasado miércoles hasta la tarde de hoy. “Está enmarcado dentro de una revisión crítica que queremos hacer de los Premios Nacionales de Fotografía”, afirmó Pablo Juliá, director del CAF. “No sabemos cuánto tiempo tardaremos en desarrollarlo, porque son muchos los Premios y pocos los recursos económicos con que ahora contamos, pero no vamos a llorar: ya vino Tony Catany, y ahora tenemos a Gervasio Sánchez, y eso es lo importante, que seguimos aquí”.

Gervasio, como lo conocen todos, es Premio Nacional de Fotografía del año 2009, y además ha ganado muchos galardones. Cordobés, licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado como periodista independiente para diferentes diarios y revistas, especializándose en conflictos armados y ha publicado numerosos libros fotográficos y literarios.

Pero eso es curriculum. En persona, Gervasio Sánchez es un hombre serio y afable que ha aprendido mucho de su vida y de las vidas que se ha encontrado por los campos de batalla de medio mundo, que sigue en activo mirando, fotografiando y analizando el mundo y la época en que le ha tocado vivir, y que gusta de hablar y transmitir a todo el que lo escuche las verdades como puños que no se calla sobre su profesión, la política, la economía. La vida.

Cuando se lo ve y escucha hablando a los jóvenes participantes en el taller, contándoles sus experiencias, aconsejándolos, haciendolos reflexionar, uno piensa que tal vez hay aún esperanza. Tal vez lo escuchen, y  luego, cuando tomen una cámara en sus manos, recuerden más sus consejos que las clases sobre la técnica.

La noticia, además, es que el CAF acogerá, a partir de finales de enero una gran exposición antológica de su obra. Buenas noticias.