La feria del libro de Almería se celebrará en noviembre en la Plaza Vieja

Las casetas de libros no han invadido este mes de mayo la Rambla de Almería. El Festival del Libro y la Lectura, conocido como LILEC, se encuentra en pleno proceso de transformación. O más bien de reinvención. El Área de Cultura del Ayuntamiento de la capital, con su concejal Ramón Fernández-Pacheco a la cabeza, ha decidido cambiar de forma radical el formato de esta iniciativa. Y cuenta, para ello, con el visto bueno del sector.

Precisamente fueron los libreros los primeros en expresar su descontento ante las pérdidas que venían registrando en las últimas ediciones de la feria del libro almeriense. “Me dijeron que si se mantenían las condiciones de los años anteriores, mejor ni montaban los stands en la Rambla”, apunta el edil en declaraciones a LA VOZ.

A este descontento se sumaba una situación económica adversa. Era reinventarse o morir. “Por un lado planteamos el cambio de fecha, de mayo a noviembre, y por otro el de ubicación, la Rambla tiene el inconveniente de ser un lugar de paso en el que la gente muchas veces no se detiene a mirar y queríamos apostar por crear una feria cerrada”, explica Fernández-Pacheco.

Caracterización literaria
La Plaza Vieja reúne las condiciones necesarias. El concejal de Cultura la imagina caracterizada para tan literaria ocasión. Los puestos de libros la rodearán y, en el centro, se ubicará un escenario de cara a las actividades paralelas. “Soy consciente de que es una apuesta arriesgada, es una aventura. Pero los libreros se han ido animando conforme se ha ido perfilando la idea y ahora están realmente ilusionados”, señala.

Aparte del ahorro económico que supondrá el nuevo formato, al estar situada en el casco histórico, la feria cumplirá otra función importante. Contribuirá a revitalizar esta zona de la ciudad. Un objetivo que, tal y como manifiesta el edil, supone un compromiso del Ayuntamiento de la capital, de modo que la empresa municipal Almería Urban se implicará en el proyecto.

A falta de decidir si la iniciativa mantendrá el nombre de ‘Festival del Libro y la Lectura’, desde el Área de Cultura se plantean también abrirla a otros públicos. “Igual se podría unir a la feria del cómic y del disco, cuantas más personas atraiga mejor”, añade ilusionado.

Un poco de historia
El Festival del Libro y la Lectura surgió en el año 2006 en un intento de llevar más allá el planteamiento clásico de este tipo de ferias y desplazar así la atención del libro como objeto comercial hacia los dominios de la lectura.

Coordinada por Ana Santos y Pedro J. Miguel, de El Gaviero Ediciones, la irrupción se LILEC supuso un cambio de fecha inverso al que se produce ahora. Curiosamente en aquella época la actividad se trasladó en el tiempo, de noviembre a mayo, para coincidir con el resto de las ferias de todo el país y dar el pistoletazo de salida a la primavera.