Su vida fue increíble y aún puedes conocer su historia, y su obra, en Almería

El Centro Andaluz de la Fotografía despide el domingo 16 la exposición dedicada a Lee Miller

Lee Miller, autorretrato con diadema, Nueva York, 1932. Foto: © Lee Miller Archives.
Lee Miller, autorretrato con diadema, Nueva York, 1932. Foto: © Lee Miller Archives. La Voz
Evaristo Martínez
09:42 • 13 jun. 2024 / actualizado a las 21:40 • 13 jun. 2024

Como si fuera la Teresa de Juan Marsé, Lee Miller pasa sus últimas tardes en el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF). El espacio cultural despide este próximo domingo 16 la magnífica exposición que desde abril ha dedicado a la norteamericana. Una muestra con un centenar de imágenes centrada, sobre todo, en la etapa surrealista de una artista que fue modelo, musa, corresponsal de guerra, fotógrafa de enorme talento, reportera de guerra y, al final de sus días, cocinera de éxito. Una mujer, rubia y bella como la heroína del escritor catalán, que quiso desprenderse de una vida cómoda para retratar y dar fe del horror del nazismo desde el barro de los campos de concentración. Para derrotar a Hitler con su cámara, y con la fuerza del ojo tras la cámara. 



“Su popularidad no deja de crecer. Cuando descubrimos su trabajo, en 1977, quise mostrarlo y nadie me apoyaba. Ahora tenemos exposiciones por todo el mundo que muestran que su obra es cada vez más conocida. Estar en este maravilloso museo es un reconocimiento a su talento”, explica Anthony Penrose, único hijo de Miller, mientras recorre junto al periodista los pasillos del CAF en una ya lejano viernes 5 de abril, horas antes de la inauguración de ‘Surrealista Lee Miller’.



Una exposición que en estos dos meses ha llevado al CAF a más de 6.000 visitantes, 300 de ellos escolares de doce centros educativos. 



Ver más allá
La muestra se ha centrado en la etapa surrealista de Miller (Poughkeepsie, Nueva York, 1907 – East Sussex, Inglaterra, 1977), aunque abarca toda su trayectoria vital y profesional. Porque, en el fondo, esa capacidad de ver más allá de lo que los ojos muestran impregnó el conjunto de su obra. “Ella era una artista surrealista”, asegura Penrose. “Lo es cuando hace retratos en Nueva York y cuando fotografía la Segunda Guerra Mundial. Creo que el mejor entrenamiento para ser fotógrafa de guerra es haber sido antes surrealista, porque nada te parece demasiado extraordinario o inusual. Ella mostraba lo que veía desde un punto de vista muy documental, pero lo hacía a través de la mirada del surrealismo”. 



Fue la revista ‘Vogue’, para cuya portada posó como modelo con apenas 20 años, la que publicó sus fotos y sus textos desde el frente para los mercados británico y norteamericano gracias a la confianza de su editora, Audrey Withers. “Lee podía estar segura y tranquila en Estados Unidos, pero se sentía leal a sus amigos de la París ocupada, como Picasso. Sintió que tenía que hacer algo para vencer a Hitler. Nadie le iba a dar una pistola o un avión, así que usó su cámara como arma”, cuenta su hijo.



Fotografió la liberación de París (al verla, Picasso, que también la pintó, exclamó: “¡Eres el primer soldado aliado con el que me encuentro, y eres tú!”), tomó imágenes de la batalla de Alsacia y recogió los restos de la pesadilla de los campos de exterminio de Buchenwald y Dachau.



En Múnich, Lee Miller creó una instantánea icónica, aunque en este caso posando para su amigo David E. Scherman, fotógrafo y corresponsal de ‘Life’: ella metida en la bañera del piso de Hitler. “Era una celebración de la victoria. Ellos no lo sabían, pero en ese mismo momento Hitler y Eva Braun se suicidaban”. 



Para componer la imagen, Lee Miller colocó en el borde de la bañera una foto del dictador, obra de Heinrich Hoffmann. “Es la imagen del póster que estaba en todos los territorios nazis. Colocarla ahí era degradarla”, explica Anthony Penrose. Y delante, sus botas manchando una alfombrilla. “Lleva el barro acumulado de sus recorridos por los campos de concentración. Es, por decirlo de algún modo, pasarle la bota a Hitler por la cara”, reflexiona su hijo. 


Lee Miller, una mujer que “se hizo a sí misma poderosa”, ajena a convencionalismos. “Y eso enlaza de nuevo con el surrealismo. Era su manera de ser: diferente, rebelde”. Única y genial. 


Kate Winslet lleva su vida a la gran pantalla

A pesar de su apasionante vida y del valor de su obra, Lee Miller aún es hoy una fotógrafa por descubrir para muchos. Exposiciones como la que el CAF ha albergado en Almería reivindican su legado. Y en unos meses, el próximo octubre, el cine hará que sea aún más conocida gracias a la actriz Kate Winslet, protagonista del biopic ‘Lee’. “Entre las dos hay un parecido físico muy fuerte, es cierto”, asegura su hijo. “Pero sobre todo ambas eran generosas, íntegras, y eso es lo más importante. Kate estuvo cuatro días en nuestro archivo para documentarse. En su cabeza empezó a construir al personaje. Y cuando la vi en el set, vi a mi madre”.



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