El Festival Alamar abarrota los jardines de La Hoya en Almería

El saxofonista y cantaor flamenco Antonio Lizana emociona al público en un concierto único

Elena Ortuño
10:59 • 21 jun. 2024 / actualizado a las 20:27 • 21 jun. 2024

Suena una voz solitaria que alcanza todos los rincones del histórico enclave. El público contiene la respiración. Pronto, las palmas y el taconeo rompen el canto a capella para unirse a la melodía. Una batería, un teclado y un bajo eléctrico completan finalmente el quinteto que acompaña a Antonio Lizana y a su saxo en su nuevo flamenco jazz.




De origen gaditano, el Antonio Lizana Quinteto porta una maleta llena de recuerdos de sus actuaciones en otros países. Este jueves le ha tocado el turno a Almería, ya que el grupo ha sido el escogido para inaugurar el festival Alamar 2024 en la ciudad de Almería. Y no en cualquier lugar de la capital.



Las paredes milenarias de La Alcazaba han sido testigo de un concierto que ha abarrotado de almerienses los nuevos Jardines Mediterráneos de la Hoya.  Aún no se había puesto el sol cuando el grupo, conformado por Antonio Lizana -cantaor, saxofonista y compositor-, Daniel García -pianista-, Shayan Fathi -batería-, Arin Keshishi -bajo eléctrico-, y Mawi de Cádiz -bailaor y corista-, ha subido al escenario para cautivar a su público con unas seguidillas. 



Seguidillas ante las cuales el público, algunos con vasos de cerveza y refrescos en la mano, no ha podido evitar bailar en sus sillas mientras daba golpecitos en el suelo al ritmo del taconeo del Mawi de Cádiz sobre su tablao flamenco: una estampa difícil de olvidar.



El gaditano ha aprovechado los espacios entre tema y tema para agradecer la posibilidad de promocionar su nuevo disco, llamado Vishuddha, en un “entorno tan mágico” como aquel: “Aquí la música se hace sola”, ha reconocido. Con la luna llena iluminando el cielo, el gaditano ha pasado de las seguidillas a unas alegrías dedicadas al público por haberlos elegido antes que al partido de la Eurocopa, un evento que se les ha recordado a los asistentes a través de la proyección de una bandera roja y amarilla sobre la ladera de La Alcazaba.



Un público enamorado de las bulerías



A mitad del concierto ha llegado el turno de Amar, un tema en el que Lizana narra a través de su saxo y su voz una historia de amor escrita en “un momento poco álgido” de la relación. Tras esta, ha dado paso a la siguiente fase del concierto: “Cuando uno no sabe qué hacer en el amor, toca unas bulerías”. Déjate Sentir es una obra que el artista compuso junto con Vincent Thomas, un buen amigo suyo al que -durante la actuación- ha felicitado por su 50 cumpleaños y ha invitado a subir al escenario para acompañarlos con la percusión.



Los solos de cada uno de los músicos se han sucedido durante todo el concierto, mostrando la capacidad improvisadora de un grupo que toca sin partituras. Su máximo exponente ha llegado de la mano de Nos quisimos así, una canción que comienza cada vez de una forma distinta. Los músicos han sorprendido y han sacado una sonrisa a los asistentes cuando, con una botella de plástico, chasquidos de dedos y sonidos provocados con la boca han conseguido arrancar la bulería.


El broche final del espectáculo ha llegado un par de horas después de su inicio con un bis a petición del público, que ha cantado al unísono el estribillo de la canción Volar. “Que bien lleva las palmas la gente de Andalucía. Esto en Escandinavia no me pasa”, ha bromeado Lizana haciendo referencia a la implicación de los almerienses en el concierto. La noche del solsticio finalizó con la firma del disco que los ha llevado de gira por ciudades como Nueva York, París o Londres.



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