“El mar de plástico y el desierto son ideales para imaginar el crimen perfecto”

El escritor almeriense José Piqueras caldea el verano con ‘Bajo la cascada gris’ (Algaida)

El escritor almeriense José Piqueras, en una imagen promocional. Foto: Antonio Farol.
El escritor almeriense José Piqueras, en una imagen promocional. Foto: Antonio Farol. La Voz
Evaristo Martínez
21:05 • 29 jun. 2024

Una serie de escándalos sexuales en iglesias de Granada pone en alerta al inspector Julio Velázquez. La investigación se cruzará con su pasado y con otro caso aún por cerrar. Con ‘Bajo la cascada gris’ (Algaida), su tercera obra, José Piqueras (Adra, 1987), licenciado en ADE e Investigación y Técnicas de Mercado, recupera los personajes de ‘Senderos tras la niebla’ (Bohodón, 2021), Premio BMB de novela negra


¿Tenía en mente esta segunda entrega cuanto escribió la primera?
Si te soy sincero, al principio no. ‘Senderos tras la niebla’ tiene uno de esos finales que a mí me encantan por inesperado; por otra parte, el desenlace que la historia se merece. Los finales de ficción son como muchos que tenemos en la vida: a veces no tenemos toda la información, a veces nos quedamos sin saber algo, en otras ocasiones no sucede lo que hubiésemos querido, pero son los que son y tenemos que acabar por aceptarlos. 

Pero sus personajes aún tenían cosas que contar.
Sí, y tras ganar el BMB la gente que leía la novela me pedía saber más. Por tanto, me lancé con una nueva historia que recoge la estela de la anterior, pero se puede leer de manera independiente. 

Parece claro que habrá tercera entrega. ¿La última?
Es posible, no está totalmente definido. Creo que queda un poquito más que contar para cerrar el círculo, pero nunca me ha gustado estirar demasiado el chicle. En caso de lanzarme con una tercera entrega, sería la última, sí. 

Su inspector Julio Velázquez está comprometido con el oficio, pero su vida personal le hace tambalearse más de una vez. 
Con una infancia traumática, él tenía dos opciones: ponerse del lado de la justicia o del contrario, ese otro al que le animaba el ejemplo de su padre. Escogió el primero, pero está tan marcado por lo que le pasó de niño que a veces puede parecer que baila sobre esa delgada línea entre ambos mundos. 

Un tipo complejo.
Está lleno de contradicciones tanto en lo laboral como en lo personal. Pero a fin de cuentas, ¿quién no tiene o ha tenido esas contradicciones en la vida? Es algo que forma parte de la propia naturaleza del ser humano.

¿Con qué investigadores literarios cree que haría buenas migas el suyo?
Velázquez es tremendamente impulsivo, así que le iría bien un perfil más sosegado como contrapeso. Por ejemplo, con Kurt Wallander, de Henning Mankell, se entendería a las mil maravillas. 

¿Por qué Granada para sus tramas policiacas?
Granada marcó mi etapa universitaria. Me dio mucho y pensé que podía intentar devolverle un poco. Por otro lado, cuando decides ambientar la historia en un lugar, conocerlo bien facilita tu tarea. Por último, Granada no aparece demasiado en la literatura contemporánea del género. Así que reunía elementos: el emocional, el personal y lo más funcional. 

¿Qué aportan sus calles y rincones a la novela?
He buscado adrede la Granada que cualquier ciudadano de a pie conoce, no solo las zonas del casco histórico o más turísticas. Aporta ese punto de cotidianidad que a veces podemos echar en falta en algunas historias.

¿Qué visibilidad le ha dado publicar ‘Bajo la cascada gris’ en Algaida, sello del Grupo Anaya?
Muchísima, diría que el salto a nivel de alcance ha sido exponencial. Para mí es un sueño caminar por Madrid, Sevilla o incluso por pequeños pueblos y encontrar mi novela en las librerías. Es algo que por momentos piensas que jamás va a suceder. 

¿Qué espera que el lector sienta al terminar la novela?
Que la haya disfrutado y que se haya emocionado con lo que sucede a los personajes y con la propia historia en sí. Al final, la literatura trata de eso. Y por supuesto, que se quede con ganas de más, eso siempre es buena señal. 

Los thrillers de Juan Gómez-Jurado y Javier Castillo han dado el salto de las librerías a la pantalla. ¿Se imagina un destino similar para sus personajes?
Por imaginar que no quede. Diría que es una novela que se presta mucho a ello, tanto por la forma en la que está contada como por la historia en sí, pero claro, qué voy a decir yo…

‘Terral’, su debut literario, estaba ambientado en una ficticia localidad de la Alpujarra almeriense. ¿Volverá allí en otras historias? 
No es ningún secreto que soy un enamorado de la Alpujarra, y como señalas, mi primera novela se ambientaba ahí por algo. Nunca se sabe, pero la verdad es que a día de hoy no tengo nada pensado al respecto.

Ahí ya había elementos de thriller. ¿Siempre le ha tirado el policiaco? 
Sí. Al final, si eres muy lector en un momento u otro terminas por tocar casi todos los géneros, pero en mi caso la novela histórica y la policíaca han sido desde siempre y siguen siendo mis dos géneros de cabecera. 

¿En qué lugar de Almería ambientaría el crimen perfecto?
Dicen que el crimen perfecto no existe… En cualquier caso, Almería tiene una cantidad de escenarios tan diversos y espectaculares que sería difícil escoger uno para una novela de este tipo. Si me tengo que ‘mojar’, me decantaría por el Desierto de Tabernas o cualquier lugar recóndito entre el mar de plástico del Poniente. Dos escenarios increíbles que, indudablemente, darían mucho juego.










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