La OCAL une a Tchaikovsky con Williams en un viaje ‘Épico’

La esperada cita ferial de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) propuso este año un programa que pudo considerarse dividido en dos partes diferentes, todo ello bajo el titulo genérico ‘Épico’. La primera sección estuvo conformada por tres piezas de evidente influencia romántica, para dar paso después a composiciones concebidas para el cine firmadas por prestigiosos compositores.  

Todo comenzó con la ‘Obertura 1812’ de Piotr Ilich Tchaikovsky, considerada una de las obras más celebradas del genial compositor ruso. El habitual dominio de la cuerda del que hace gala la OCAL desempeñó un papel esencial, en admirable ensamble con el viento y la percusión.  Además uno de los motivos musicales esta obra maestra está inspirado en ‘La Marsellesa’. Unas notas que adquirieron especial relevancia frente al Monumento de Los Coloraos, en vísperas del Homenaje y en año de efeméride.

A continuación, el público puso sustraerse a la arrebatadora emoción que siempre despierta ‘Sherezade’ (Rimski-Kórsakov). En este caso, el programa recogió el primero de los movimientos ‘El mar y el barco de Simbad’. En uno de los pasajes de mayor sensibilidad, fue posible apreciar el preciosismo del violín solista, a cargo del concertino de la OCAL Salvador Esteve.

Este primer bloque lo cerró un pasaje del delicioso ‘Peer Gynt’ de Edvard Grieg, concretamente ‘En la gruta del rey de la montaña’. La música compuesta para los textos de Ibsen conectaron perfectamente las dos partes del programa, ya que esta obra fue encargada al compositor noruego como música incidental, es decir, con un propósito semejante al de las bandas sonoras. Bellísima la ejecución de esta delicada joya.

Segunda parte

La segunda parte arrancó con una música que puede considerarse un cierto homenaje a la Almería cinematográfica, ya que no era otra que ‘Indiana Jones’. Así comenzaba una secuencia de composiciones de John Williams, indiscutible maestro de las bandas sonoras, especialmente las dedicadas al cine de aventuras.

Después vendría uno de los momentos estelares de la velada musical, con 'La lista de Schindler’, también de Williams, ya que el gran violinista Luis Reina intervino como solista en esta pieza tan especial, que trasmite toda la trascendencia del argumento. En la secuencia  de temas cinematográficos se sucedieron películas de gran proyección, como ‘Batman’  (D. Elfman) y ‘Los vengadores’ (Alan Silvestri) o ‘Harry Potter’, con el sempiterno Williams.

Las dos pantallas que flanqueaban el escenario mostraron no solo primeros planos de los músicos y de Michael Thomas, sino que también apoyaron la sugerente evocación de las películas mostrando fragmentos de secuencias.

La música de cine, cuando está compuesta por maestros como los que reunió el programa de la OCAL en este concierto de Feria, permite no solo recordar películas y recuperar la impronta de actores y escenografías, sino que constituye una invitación a fijar en la memoria la esencia de la narración cinematográfica y, en definitiva, la llamada magia del cine.

El plato final del menú confeccionado por Thomas fue una suite de ‘La Guerra de las Galaxias’, rematando así la especial atención a la obra de John Williams. Considerada como uno de los sonidos predominantes en el último tercio del siglo XX, es preciso admitir que la banda sonora de esta película ha logrado adueñarse también de lo que va de XXI, no solo por las secuelas de esta inefable serie de largometrajes. Los cinco pasajes ilustraron musicalmente los aspectos más destacados de las primeras entregas de la saga, al tiempo que un grupo de actores interpretaron la particular esgrima con espadas láser, tan genuinas de esta especie de mitología a caballo entre la ciencia-ficción y la aventura en estado puro.

Conciertos y más proyectos de la OCAL

Michael Thomas agradeció el cariño del público, además de regalar alguna perla de su fino humor inglés. En su intervención, explicó algunos detalles de la vida de la OCAL y adelantó detalles del concierto de Navidad, que será un gran acontecimiento.