María del Carmen Sánchez Cascales es, sin duda, un referente de la Policía Local de Almería. Esta mujer en sus inicios en este cuerpo y durante algunos años fue la única agente femenina que estuvo conviviendo el día a día de su vida familiar con las labores y responsabilidades que había contraído al formar parte de la plantilla de la Policía Local. Ahora, cinco años después de haberse jubilado en el año 2019, tiene más confianza en manifestar su experiencia vistiendo el uniforme y convertirse en la primera agente femenina en nuestra provincia tanto de la Policía Local como de Policía Nacional o Guardia Civil.
El 23 de diciembre de 2019, el anterior alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, le impuso el escudo de oro de la ciudad junto a otro medio centenar de funcionarios municipales acreedores de dicha distinción.
Mari Carmen, ¿qué edad tenía cuando tomó posesión de su cargo?
Había cumplido recientemente los 23 años.
Usted fue la primera y única mujer que aprobó las oposiciones en 1980 para ingresar en la Policía Local.
Efectivamente, así es. Fui la única mujer en aprobar esas primeras oposiciones.
¿Recuerda cuántas aspirantes se presentaron a esta primera convocatoria?
No lo recuerdo, ya que para mí era un dato irrelevante, aunque desde luego puedo decirle que éramos muchas, pero yo solo estaba centrada en sacarlas y la verdad no le puedo precisar cuántas chicas se presentaron.
¿Cuándo y por qué decidió unirse al cuerpo de la Policía Local?
Fue algo circunstancial. En principio había terminado mis estudios y pensaba dedicarme a la docencia, pero surgió esta oportunidad de trabajo y la quise aprovechar, al mismo que ultimaba las oposiciones. Resulta que yo quería tener un trabajo y así una mayor tranquilidad para seguir preparando las oposiciones para la enseñanza, pero resultó que una vez dentro de la Policía Local este trabajo me “atrapó”, tuve una muy buena acogida y existía un gran compañerismo.
¿Estaba entonces soltera o había ya creado una familia?
Cuando surgió todo esto de preparar las oposiciones y estudiar los temas estaba soltera.
¿Cómo fue convertirse en agente de policía? ¿Hay antecedentes en su familia?
No era algo que yo hubiera pensado con anterioridad, ni tampoco había oportunidad para ello, pero cuando el Ayuntamiento permitió que las mujeres de Almería pudieran opositar a policías municipales, que era como entonces se denominaba al cuerpo, no me lo pensé y decidí echar la solicitud y prepararme las pruebas físicas y teóricas para intentarlo. Fue mi hermano el que me dijo que había oposiciones a Policía y ya se podrían presentar mujeres. Él había entrado más o menos, un año antes.
¿Qué fue lo más difícil que tuvo que superar?
A la vez que quería comerme el mundo y pensar aquello de que “yo puedo con todo”, también era tímida. Tímida pero luchadora, así que me dije: “A por todas…”. Y salió bien
¿Cómo la acogieron sus compañeros?
Me acogieron muy bien y me sentí siempre como un miembro más del colectivo.
¿Quién estaba entonces al frente de la Policía Local de Almería?
El jefe era don José Blanco López, él también formó parte del profesorado que nos impartía las clases de academia y que era determinante para conseguir la plaza. Había que aprobar las oposiciones y después venían los preceptivos meses de formación en la academia y sus prácticas.
¿Había entonces mucho machismo en este colectivo?
En lo que respecta a asignar los trabajos dentro del cuerpo yo era una más, pero es evidente que la sociedad evoluciona y ya no digo comparando la mentalidad de los jóvenes de hoy en día, sino la de los adolescentes, su mentalidad y la de mi época ha cambiado
¿Cómo era esa Policía Local cuando usted entró en 1980?
Por supuesto no había nada de tecnología, los informes se hacían a máquina de escribir y con papel de calco. Con motivo de la feria de agosto, las procesiones, las vueltas ciclistas y otros eventos había siempre muchos agentes de servicio en todos esos acontecimientos que se celebraban en las calles.
¿Que ha supuesto para usted haber sido la primera mujer que ha vestido el uniforme de la Policía Local?
Visto con retrospectiva supone un gran orgullo haber sido la primera mujer que rompió “esa barrera” y “abrió la puerta” en Almería. En otras ciudades como Madrid o Córdoba ya existían, pero en nuestra ciudad fui la única policía -tampoco aquí había ninguna mujer policía en la plantilla de la Policía Nacional ni en la Guardia Civil- hasta que en el año 1982 entraron más compañeras.
¿Llegó a vestir faldas pantalón y zapatos de tacones?
Cuando entré el uniforme era con faldas y bota alta en invierno y zapato en verano, ambos sin tacón, después cuando ya éramos más agentes femeninas, se consiguió la falda pantalón y más tarde pantalones. Respecto a los zapatos también ha habido cambios hasta llegar al tipo actual que es el más funcional.
Ser usted la única mujer en la Policía Local, ¿fue alguna vez un problema?
No, en absoluto. Unos dos años más tarde en 1982 se incorporaron otras compañeras tras aprobar las oposiciones y ya dejaba de ser la única, aunque aún éramos pocas, la verdad.
¿Llegó a patrullar las calles o sus funciones fueron mayormente de carácter burocrático de oficinas?
He estado en servicios burocráticos, en vehículos radiopatrulla, en turnos de mañana, tarde o noche, en procesiones, que en mis comienzos estábamos de servicio hasta 10, 11 o 12 horas seguidas, en las ferias de agosto y las ferias de los barrios, en el servicio de Toros, circulación, Festividad de los Santos, Semana Santa vueltas ciclistas, visitas reales o cualquier otro evento de los que tuvieron lugar en nuestra ciudad.
¿Los ciudadanos la miraban con extrañeza cuando la veían por la calle o en algún servicio?
Donde noté más extrañeza no fue en el desarrollo de mi trabajo en la calle, si no cuando finalizaba la jornada y me iba a casa de uniforme en el autobús.
¿Qué recuerdos destacaría de su trayectoria a lo largo de casi cuarenta años?
Más que recuerdos, destacaría el gran orgullo que he sentido y siento de haber realizado este trabajo y aún jubilada siento que pertenezco al colectivo de Policía. Han sido muchos años y mi vinculación con este cuerpo no ha terminado con la jubilación.
Desde el primer día de servicio hasta su jubilación en 2019, ¿cómo ha visto los avances a nivel de inclusión de la mujer en la Policía Local?
Comparando que en el año 1980 era la única mujer policía de Almería y a lo largo de los años, ya hay mujeres, tanto en las escalas básicas como en las escalas de mando de los cuerpos de Policía Local, Nacional o Guardia Civil, pienso que la mujer ha ido consiguiendo metas merecidas por pleno derecho.
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