La magia del cielo y la tierra plasmada en el papel

Rayos y truenos, lluvias torrenciales, poderosas riadas, sobrecogedoras erupciones volcánicas o esos cuadros que el cielo pinta, casi siempre en los polos, pero a veces en enclaves tan cercanos como Los Filabres, las auroras boreales. Ahora imagínense que ustedes han sido testigo directo de semejantes espectáculos, que los han fotografiado y se han convertido así en una especie de libro de aventuras plagado de esas mágicas imágenes.

Eso es lo que ha hecho el meteofotógrafo y climatólogo almeriense José Miguel García García, un hombre inquieto, enormemente curioso y apasionado por esos fenómenos que, en sí mismos, son casi siempre irrepetibles, porque pueden caer un millón de rayos sobre la tierra, incluso parecerse, pero nunca serán iguales.

Natural y residente en la localidad de Gérgal, al pie de esa Sierra de Los Filabres, que fue su bautismo en ese afán por cazar tormentas, el autor hace gala en este segundo libro de un profundo conocimiento de los fenómenos meteorológicos más extremos. Pero no se trata sólo de una serie de fotografías excepcionales, sino de una serie de microrrelatos de la aventura que cada una de sus ‘capturas’ le ha llevado a vivir.

Y así, ‘Extrañas realidades’ se convierte en una obra llena de esa magia que supone casar imágenes de una espectacularidad brutal con el relato de las vivencias y, sobre todo, de las emociones que han despertado en Josemi todos y cada uno de los acontecimientos que ha sabido perseguir y capturar con su máquina.

El placer de compartir
Josemi García no es a estas alturas un novato a la hora de componer historias llenas de luz, color, matices y del poderoso impacto que genera en las mentes humanas, pero con este segundo libro probablemente ha dado un paso definitivo a la hora de mostrar ese trabajo, porque sus aventuras no han sido para ser interiorizadas, sino para disfrutar del placer de compartirlas, lo que en buena medida constituye la esencia de la generosidad.

La segunda entrega de este trabajo se presentaba recientemente y, como a él le gusta, el acto se celebró en el Astronómico de Gérgal. En primer lugar porque es el pueblo que lo vio nacer, pero también porque el Observatorio Astronómico del Calar Alto forma desde hace más de cuarenta años parte del paisaje de este municipio. Poco a poco lo dará a conocer en otras localidades almerienses.

Un trabajo nada sencillo, porque para recoger esas imágenes José Miguel García no ha desdeñado empeño, ni regateado oportunidades, ni temido estar lo más cerca posible de expresiones meteorológicas o geológicas de las que la mayoría nos apartaríamos. Bien lo sabe su madre, que confía en la sensatez de su hijo, pero que cuando lo sabe en cualquier lugar en el que el riesgo es real, tiene dudas… y entonces reza por él.

Las experiencias vividas se transforman así en vivencias personales que, oportunamente aderezadas con imágenes de belleza impactante, muestran y hablan de cómo se fue al encuentro de la mayor erupción volcánica de España, la del volcán Cumbre Vieja, en la Isla de La Palma, cómo acudió al Ártico, el continente helado, para recoger la magia de las auroras boreales y cómo cada vez que ruge el trueno y se desploman al suelo los rayos, él está dispuesto a coger su material y ser testigo privilegiado de ese espectáculo que le ofrece la Madre Naturaleza.

Lo mejor, sin duda, es que Josemi García está dispuesto a compartir con todos ese tesoro, ese espectáculo de luces, sonidos, colores, rayos y truenos y, en algunas ocasiones, hasta ese riesgo extremo. Un regalo al que es difícil renunciar, casi un sacrilegio.