‘Excitados’ apasiona en Adra

Una obra del dramaturgo Dany Visiedo

Malole, Dany y Juanjo, de 'Excitados'. FELIPE DEL PINO
Malole, Dany y Juanjo, de 'Excitados'. FELIPE DEL PINO La Voz
Pepe Cazorla
14:20 • 05 dic. 2024

El Auditorio Ciudad de Adra despedía con un público entregado desde camerinos a los protagonistas de ‘Excitados’, una obra del dramaturgo cartagenero Dany Visiedo. Aplausos y bravos que salían volando con un respetable que se puso en pié para despedirlos con una atronadora ovación rica en sus giros inesperados con ingredientes perfectos en la interpretación. Pusieron el auditorio bocabajo pronunciando las frases del guión despacio, casi sin respirar, sin parones, siempre de frente y con los ojos abiertos, a medida que exploraban este mundo lleno de situaciones cómicas y desafiantes. No tiraron barreras, las derrumbaron. El espectador disfrutó alejado del mundo que nos rodea y olvidaron por un tiempo los problemas divirtiéndose viendo teatro y consumiendo cultura e historias originales.



La comedia de ‘Excitados’ es un juego, pero un juego que imita a la vida, la escenifica y donde sus protagonistas parecen transcurrir en mundos completamente diferentes. A través de malentendidos, enredos y momentos hilarantes, los tres, excitadamente, se embarcan en una travesía llena de risas, sorpresas y aprendizajes inesperados siendo capaces de inventar un mundo reflejo del nuestro, pero dominado por nuestras propias reglas.



Tres personas se encuentran tras una avería técnica encerradas en un ascensor. Se quedan atrapadas, un actor, una abogada y un psicólogo. Empiezan a suceder cosas puesto que tienen que pasar más de una hora encerrados en un edificio indeterminado de Madrid. Muchos secretos van saliendo a la luz en un torbellino de emociones con crítica social, cascadas reivindicativas, manantial de orgullo y cataratas de respeto. Mucha comedia en tiempo huérfano de risas que hacen falta para que la gente vaya al teatro a reírse y a entretenerse. Una sociedad sin lloros es una sociedad sin alma, pero una sociedad sin risa es una sociedad sin razón.



Malole Jaraba (Rebeca Villaverde), Dany Visiedo (Roberto Aristegui) y el abderitano Juan Cazorla (Reimundo González), que ‘jugaba’ en casa, pusieron en escena una comedia derrochando arte que llegó a tocar la fibra a los presentes. Aquello fue una locura. El ascensor averiado fue una borrachera entre profesionales de la interpretación que nos hizo desenchufar, por una larga hora, de todo aquello que no fuera estar dentro de aquel imaginario lugar donde el tiempo corre y son escasos los segundos concedidos al descanso para el diálogo. Porque entre las butacas y en momentos de interpretación solo eran interrumpidos con aplausos y solo se escuchaba, las risas en aquel ruido visual. Los mano a mano fueron una pelea de gallos que le puso a la gente la memoria en la boca,un espacio, el Auditorio abderitano, ideal para lanzar estos mensajes de igualdad, diversidad y libertad.



‘La casa de Bernarda Calva’



En octubre pasado han estrenado nueva obra en Madrid con un sonoro éxito: ‘La casa de Bernarda Calva’ y que volveran a poner en escena en enero tras el parón navideño. El elenco, además esperan el año que viene en 2025 poder también llevarla para el Auditorio Ciudad de Adra. Una obra para todos los públicos, pero también es una obra muy enfocada en la igualdad, la diversidad y también a la mujer. Un tipo de obra para todos para ver la realidad, no a través de la comedia, la comedia al final es una buena canalizadora sobre los problemas sociales que al final están ahí en la actualidad y que todos debemos de analizar. Es un canto a la tolerancia y también a la libertad.



El guión, atrevido como pocos, no trata de educar al espectador pero sí reeducar algunas cosas que todos debemos de analizar y corregir en el día a día y que al final entre todos,podemos formar una sociedad bastante más y mejor. ‘La casa de Bernarda Calva’ es una reversión de la historia de Federico García Lorca que escribió en 1936. Una historia que habla de que pasaría en el 2024 si las cinco hijas de la conocida Bernarda Alba, interpretada por Dany Visiedo (viuda y calva) que se quedan cerradas en pleno 2024 en una especie de confinamiento y es pues la rebelión de estas hijas ante una situación que a día de hoy la vemos como un poco improbable, pero que aún hay gente que todavía sigue viviendo en códigos bastante antiguo. Una relectura de la obra original donde en los equilibrios se encuentra casi siempre la respuesta y el respeto, que es la base de todo.



Excitadamente reivindicativas


Con la dirección de Dany Visiedo que se ha rodeado de un elenco de reparto que emanan experiencia y juventud. Dany Visiedo parece un director de antigua estirpe que abre brechas con su grito desde el altavoz de las tablas. Es también actor, cantante, guionista y dramaturgo, poniendo sello LGTBIQ+ marcado a fuego en todas sus obras plasmando la realidad de este colectivo al que la ficción, en muchísimas ocasiones, ha dado la espalda.


Le encanta la comedia para que nuestras risas pase por el filtro de la humanidad para darse cita en nuestras tripas. Es un artista multidisciplinar que siente que hemos ganado derechos y libertad, que hemos avanzado, pero que aún queda un largo camino por recorrer. Más que el recorrido.


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