El pasado viernes el cantante almeriense Paco Urrutia propuso por segunda vez en un artículo de opinión en LA VOZ que la futura escuela municipal de música (remodelada a partir de la Casa de la Juventud) lleve el nombre de “maestro Barco”, en honor y recuerdo del almeriense que protagonizó la escena musical de esta ciudad durante varios decenios tras la posquerra. Urrutia argumentaba que Rafael Barco Molina “dedicó toda su vida a la música -concretamente al piano- tanto como integrante, fundador y/o director de diversas formaciones musicales u orquestas”, también fue compositor de canciones y zarzuelas, y profesor de incontables alumnos.
Entre estos, otro conocido músico almeriense, Luis Gázquez, suscribe al cien por cien la propuesta de Urrutia. “¿A quién no le ha enseñado algo el maestro Barco? Casi todos hemos mamado de él, ha sido un gran profesor e iniciador. Es una buenísima idea”, afirma. Pero Gázquez tampoco descarta éste otros nombres como Manuel del Aguila.
Francisco García, gerente de la Orquesta Ciudad de Almería suscribe totalmente el homenaje a Rafael Barco. Recuerda las incontables veces que como niño y adolescente pudo disfrutar de sus recitales y conciertos. “Hace años la música en Almería no era como hoy -recuerda García-. Pertenecía a una generación de músicos pioneros en Almería, como el maestro Cuerda, que quizás fuera más técnico o Angel Barceló”, concluye el gerente de la OCAL.
Román Barceló, director del coro de la OCALno sólo no suscribe la idea de darle el nombre de su abuelo a la escuela sino que cree que la futura escuela de música no debe tener ningún nombre propio. “Conozco casos de escuelas de música que se han dado un tiempo después de la inauguración”, sugiere. Esta es la línea que sigue Pablo Mazuecos -casi el maestro Barco de nuestros días llevando adelante mil historias-. “No soy mucho de poner nombres a las escuelas porque al elegir uno te olvidas de otro. Yo le daría el nombre de un músico nórdico”, afirma medio en serio medio en broma, él que cruza continentes para ver y oir en directo tocar a músicos de jazz.
Desde el mundo de flamenco, hay una propuesta rotunda, la que hace Antonio Luis López, profesor de guitarra fla,menca del Conservatorio de Almería. “Yo preferiría que se llamara Escuela de Música Tomatito. Creo que es el músico más im portante que tenemos en Almería, por encima del maestro Padilla, Barco y otros”, afirma el joven profesor que acaba de ser padre. Otro experto flamenco y guitarrista, Norberto Torres, simpatiza con la idea de Tomatito, pero afirma que “aún es joven y le queda mucho por delante”. Torres afirma que la escuela municipal de música debería potenciar la guitarra. “Almería necesita aunar esfuerzos en el tema de la guitarra y esta altura la aportaría Julián Arcas. La propuesta del maestro Barco está bien pero no tiene proyección internacional. Julián Arcas abarca todo, flamenco, clásica, baile...”, afirma el fundador de la peña El Ciego de la Playa.
Finalmente, desde la música pop, Chipo Martínez, asegura que “el maestro Barco ha sido muy importante para Almería como labor docente. Pero yo propondría a Cristo Sánchez de la Higuera porque fue un músico innovador y excelente. No fue maestro de nadie, pero era compositor y multi-instrumentista, tocaba el órgano, la batería y cantaba. En los años 50 su orquesta Los Trovadores fue la mejor de todas y era de los p
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