Noches de verano en Aguadulce: cojín, cena y doble sesión de cine

Noches de verano en Aguadulce: cojín, cena y doble sesión de cine

Luis Bonilla
23:09 • 14 ago. 2012

Todo el mundo tiene asociados momentos y lugares a los veranos de su infancia. Enclaves anclados con cariño en la memoria como recuerdos de ese particular verano azul que cada cual vivió, alguna vez, como parte de las vacaciones estivales de casi todos los niños. Unas ocasiones será una plaza de pueblo, en otras el camino que realizabas de la mano de tu madre, y más tarde, con algo de vello en la cara y acompañado por ese amor de verano del que no volviste a saber nada, siempre hay recuerdos más que especiales para los lugares de nuestra infancia. 


El cine de verano se trata, sin duda, de uno de esos sitios donde más magia flota en el ambiente. Y como representante único de este género en Almería, la Terraza de Aguadulce sigue llenando de bellos momentos las memorias de los miles de niños, y no tanto, que visitan cada año el turístico municipio de Roquetas de Mar.


Especie en extinción




Una de las peculiaridades que rodea a las salas de verano de Aguadulce data de su fecha de inauguración, en los años ochen ta, coincidiendo con la decadencia de las terrazas de la capital almeriense. Juan García, actualmente es trabajador de la empresa Sintagmo, encargada de gestionar los Monumental, del centro comercial Mediterráneo, el Teatro Cervantes y la Terraza. “Cuando vuelvo, de vez en cuando, a visitar estas salas recuerdo la ilusión con la que iba al cine de mi barrio cuando era niño”, relata García ilusionado. “Las películas que te han emocionado las recuerdas toda la vida, y en ese aspecto el cine de verano marca de forma muy entrañable”,  explica.


“La oferta de dos películas a un módico precio (4,50 euros) es uno de los motivos por los que sigue viva”, apunta García acerca de la extraña supervivencia de la Terraza a pesar de la crisis de las salas. Y es que, además de toda la parafernalia y el encanto de visitar un lugar que ya no acostumbra a verse en el mundo del Dolby Surround y el 3D, la Terraza, tal y como describe el administrativo de Sintagmo “es un producto casi de temporada”, una oportunidad que sólo surge unos pocas semanas al año y que conviene aprovechar. 




A pesar de la larga lista de cines que se han cerrado en los últimos veinte años en la capital almeriense y la crisis por la que atraviesa la industria,  sobre todo en España, es curioso el dato que revela la empresa Sintagmo sobre la Terraza de Aguadulce: año tras año, el número de espectadores crece.


Más que una película




“El cine de verano conlleva cierto divertimento extra además de las películas, por la tradición de cenar e ir en familia”, apunta el administrativo. Esa escena de familias enteras marchando en procesión por la cuesta que precede al cine roquetero, cargados de cojines y bolsas con bocadillos para la cena, es una de las estampas típicas de los veranos en Aguadulce. Una costumbre que ha trascendido generaciones, acabar los largos e intensos días de vacaciones con una doble sesión de cine cenando en familia o junto a la pandilla de amigos que se reúne sólo esos tres inolvidables meses.



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