Berta Muñoz: “Quiero que mis obras sean frescas y espontáneas”

De pequeña miraba a su abuelo, Diego, trabajar sobre el lienzo con una pasión por el arte que supo transmitir a toda su familia. Para Berta Muñoz Domínguez (Almería, 1984) “verlo pintar era una clase maestra de la que siempre aprendía” admite emocionada. “Él ha sido mi primer y mayor maestro”, dice, pero no olvida otras grandes influencias de su casa: “Mi tío, Diego, es otro de mis grandes referentes y con mis primos suelo compartir mi trabajo”.
La pintora forma parte del grupo de jóvenes talentos locales que empiezan a despegar en un mundo especialmente afectado por la falta de presupuesto de las instituciones, “ahora mismo es muy difícil vivir del arte, es complicado incluso para los que están consagrados”. Dadas estas dificultades que sufren, a día de hoy, los artistas noveles y después de haber expuesto en varias salas tanto individual como colectivamente, Muñoz quiere compaginar su labor creativa con la docencia que, próximamente, comenzará como profesora de artes plásticas en el Colegio Virgen del Mar.
Berta Muñoz, a su corta edad, ya ha expuesto en el Centro Cultural de El Parador en una muestra llamada ‘Abriendo las rejas al arte’ dedicadas a las presas. Su última colección, titulada ‘Impresiones’, estuvo abierta el público durante la segunda quincena del pasado mes de abril. “Fue una experiencia muy buena”, afirma. Esta exposición reúne diversas obras tanto de pintura como de escultura en la que trata de captar “algún instante, alguna vivencia, algún recuerdo de una manera fugaz”.
La artista define su obra como una conjunción de “momentos que le han dejado huella”, una serie de retratos, paisajes y desnudos con un aire “onírico” prestando especial atención a la maternidad, “un tema que me llama especialmente la atención”, asegura. “Me gusta que mi pintura parezca haber salido de un sueño”, detalla.
Personalidad
Como todo joven artista, Berta Muñoz busca diferenciarse en un mundo cada vez más multicultural y en el que es más difícil encontrar una seña de identidad que te desmarca del resto de la masa. “Intento que mi camino sea lo más personal posible”, la pintora quiere que su obra sea como ella misma: “fresca, espontánea, que no se vea apretada”, relata Muñoz.
No se ata a tendencias, no sigue el curso de las modas ni busca complacer a cierto público, explica. “Cuando me enfrento a una obra simplemente plasmo lo que siento o lo que pienso, sin plantearme de antemano si quiero ceñirme a una línea, va fluyendo”.