El escenario del querido Teatro Cervantes acogió en el mediodía de ayer un magnífico concierto en el que la OJAL dejó cumplida constancia de su progresión, contando además con solistas de primera fila y la inestimable colaboración de la Coral Virgen del Mar. Bajo la precisa y siempre estimulante dirección de Michael Thomas, el aforo casi completo de este espacio escénico tan entrañable disfrutó de un programa abierto por el reestreno de una obra tan peculiar y tan significativa para la historia almeriense como es esta ¡Pobre Almería!, del maestro Barbieri.
Cristina Mateo
La cantautora almeriense Sensi Falán le puso voz y alma a esta composición, confiriéndole la delicada gracia de la tonadilla a una pieza que en la partitura y en la letra tenía la impronta del género chico, como corresponde al autor y a la época. El recuerdo de aquella inundación de la Almería de 1871 y la proclama en favor de las ayudas para los damnificados de la catástrofe invitaron a viajar en el tiempo.
La jovencísima Cristina Mateo asumió la responsabilidad de intervenir como solistas en el Concierto para clarinete en La mayor, K622 de Mozart. Cristina evidenció una madurez interpretativa impropia de su edad, aunque acorde con su trayectoria en la que figuran ya importantes galardones. Las características de esta obra, significativa dentro del repertorio mozartiano, le permitieron demostrar su extenso dominio de la sonoridad y de los matices del instrumento y un especial talento para el diálogo con la cuerda. En el segundo movimiento (adagio) alcanzó momentos destacadísimos, dentro de un altísimo nivel en general.
Misa de la Coronación
La segunda parte del programa deparó una auténtica descarga de emociones, no sólo por que así lo determina la partitura de la Misa de la Coronación de Mozart, sino por la maravillosa conjunción entre los cuatro cantantes solistas, la muy experimentada Coral Virgen del Mar y los jovencísimos intérpretes que conforman la OCAL. Ningún escenario como el Cervantes para recrearse con esa convergencia de alumnos, músicos profesionales y aficionados de diferentes edades en un brillante concierto. Quizás por todo eso, el público guardó un contenido silencio al concluir la Misa, antes de entregarse a un largo y caluroso aplauso que duró varios minutos. Sin duda, la magnífica aportación de los cantantes solistas Nieves Zurita, Maite Ordaz, Román Barceos y Pablo Gálvez, contribuyeron de manera determinante a la sensación general del patio de butacas, de las plateas y del paraíso: un gran concierto.
La OJAL sigue alcanzando metas y es, sobre todo, la faceta más prometedora de la actualidad musical almeriense, que se puede calificar como inédita en la historia de Almería.
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