Ana Tapia surca un archipiélago de pequeñas historias en ‘Kiriwina’

Ana Tapia surca un archipiélago de pequeñas historias en ‘Kiriwina’

Evaristo Martínez
23:10 • 19 nov. 2012

Kiriwina es una isla del Pacífico donde vivió el antropólogo Bronislaw Malinowski. Y ahora, también, es el nombre del libro de cuentos que acaba de publicar Ana Tapia (Almería, 1974) en Fin de Viaje Ediciones y que se presenta este viernes, a las 19.30 horas, en la Librería Picasso de la capital. “Malinowsky tiene una breve apariciónen el libro. Es mi pequeño homenaje a él, ya que su vida y su trabajo me impresionaron cuando estudiaba Antropología, y me apetecía que saliera en el libro. Pero, además de una isla, Kiriwina es un universo pequeñito de historias, para ser leídas poco a poco, disfrutándolas”; explica la escritora a LA VOZ.

En ‘Kiriwina’, Tapia, licenciada en  Psicología y Antropología Cultural y en la actualidad profesora de Historia en Tíjola, apuesta por el género del microrrelato, “apasionante y peligroso” porque “en muy poco espacio tienes que encerrar la tensión, la intriga y crear una emoción”, apunta; un caudal de sensaciones que le motivan como autora. “Hace poco escribí en Facebook una frase que resume muy bien el estado de ánimo de aquellos que escriben microcuento: los escribo porque es la única forma de convertirme en funambulista, de rozar el fracaso, y con suerte no caerme de la cuerda, llegar al otro lado”.

De cuentos y canicas
Las más de cien historias contenidas en ‘Kiriwina’ son independientes aunque tras ellas se oculta una trama que el lector puede descubrir si los lee de forma lineal. “Pongo el ejemplo de la bolsa de canicas. Cada una es de un color, pero he metido seis o siete del mismo color, y el lector debe encontrarlas y formar la historia. La estructura es, para mí, un modo de ‘jugar’, porque me gusta que los microcuentos tengan, también, una dimensión lúdica”.

Algunas de las temáticas por las que navega Ana Tapia son constantes en su obra, “como la vida de los indígenas,  la otredad, los escenarios geográficos lejanos o el homoerotismo, tanto masculino como femenino. Para mí es también una forma de reivindicación”. Hay además un acercamiento a la licantropía --“en la literatura hay muy pocos personajes femeninos que sean mujeres lobo, y yo he querido crear una”--, a la ciencia ficción “en pequeñito, algo que tampoco se ha hecho, al menos en España” y variaciones personales sobre cuentos clásicos, como ‘Pulgarcito’ o ‘La princesa y el guisante’.

En la presentación del viernes, Ana Tapia estará acompañada por el poeta Raúl Quinto y dos músicos: Justo Andújar al violín, y Luis Craviotto, con su voz. El jueves 29 hablará de su libro en la Picasso de Granada y más adelante en Madrid, en una librería especializada en relato, Tres Rosas Amarillas.







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