El homenaje a Julio Alfredo Egea sirve para pedir la recuperación de El Argar

Antas ha vivido este fin de semana una entrañable jornada dedicada al decano de los poetas almerienses y uno de los más importantes exponentes de la literatura andaluza y española de su generación. La Asociación Argaria brindó el sábado un sentido homenaje a Julio Alfredo Egea, que sirvió para presentar el manifiesto que, promovido por diversas personalidades de la cultura provincial, reivindica la puesta en valor del yacimiento arqueológico de El Argar.

“Llevábamos tiempo contemplando la idea de rendir tributo a Egea, ya que se trata de uno de los poetas más destacados de su generación y lo tenemos muy a mano. Por eso le organizamos este acto sencillo y a la vez emotivo que comenzó con un paseo por el pueblo con parada en dos sitios emblemáticos: la casa donde nació y la casa donde vivió el poeta antuso Antonio Jesús Soler Cano”, apunta Javier Irigaray, presidente de Argaria.
A continuación se celebró una comida-tertulia en el Bar de La Plaza, con vistas al río y al terrero de El Argar.

Alimentando el cuerpo y el espíritu a un tiempo, se leyó el manifiesto, suscrito por más de un centenar de integrantes del mundo de la cultura almeriense en el afán de aunar esfuerzos para mantener vivo el amor por el arte, la cultura, el pensamiento y la esperanza de que el mundo siga girando hacia delante. “Allí estábamos presentes bastantes firmantes y adoptamos la primera actuación. Vamos a constituir una expedición para adentrarnos en las selvas administrativas y reivindicar la puesta en valor del patrimonio histórico y cultural del entorno. Visitaremos a todos los cargos que deberían estar implicados en esa recuperación. La única administración que yo sé que quiere hacer algo pero no tiene medios es el Ayuntamiento de Antas”, indica.

Uno de los momentos más emotivos de velada, y que casi provocó las lágrimas de Julio Alfredo, llegó de la mano de los cantautores Sensi Falán y César Maldonado, que interpretaron ‘Mediterráneo’, de Joan Manuel Serrat. Después, ella entonó algunas de las nubas que ha llevado de gira por Marruecos y él, temas de su próximo disco. Por su parte, el escritor Juan José Ceba leyó un poema de Egea, ‘El hombre sentado’.

Una instante inolvidable

Otro instante igualmente inolvidable fue el protagonizado por el cocinero del Bar de La Plaza, que es de origen uruguayo. Éste empezó a recitar versos de la poetisa Juana de Ibarbourou al oído de Egea. Éste fue gran amigo de ella y conserva numerosa correspondencia.

La jornada concluyó en el salón de los bajos de la oficina de Correos. Allí, Pedro Felipe Sánchez Granados realizó una semblanza del poeta que nació en Chirivel hace 86 años.

Por último, hubo un recital de los versos de Julio Alfredo por parte del público asistente, entre ellos vecinos de Antas y personas de gran sensibilidad que leyeron con una naturalidad exquisita. “La gente de los pueblos vive la poesía con gran intensidad”, reflexiona Juan José Ceba.