“Hacen falta menos maestros de escuela y más sacerdotes. Los pueblos están empezando a saber demasiado”. Esta frase oída después de la guerra se le quedó grabada a fuego a Alberto Álvarez, familia del teniente del Ejército Republicano Rafael Álvarez Rodríguez que fue fusilado el 26 de junio de 1940. Su testimonio forma parte del documental ‘El precio de la derrota. Los Tribunales de Responsabilidades Políticas en Almería’, que se podrá ver este viernes, a partir de las seis, en el Museo Arqueológico de la capital.
El estreno de este trabajo de investigación se enmarca en la jornada ‘Los Tribunales de Responsabilidad Políticas en Andalucía. Botín de guerra’, organizada por la Asociación de Memoria Histórica Rocamar en colaboración con el Grupo de Investigación Sur-Clio de la Universidad de Almería, la productora 29 Letras, la Subdelegación del Gobierno y la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.
El fin de las ayudas
El documental, probablemente el último que se realizará por encargo de Rocamar como consecuencia de la desaparición de las subvenciones destinadas a las asociaciones de memoria histórica, se basa en imágenes de archivo del fin de la Guerra Civil y la posguerra y las entrevistas a familiares de fusilados y represaliados grabadas en la actualidad.
“Las imágenes las hemos conseguido a través de bancos y empresas especializadas en la gestión de este tipo de archivos históricos. En el caso de los testimonios, para su localización hemos contado con la ayuda fundamental de los historiadores Fernando Martínez y Maribel Ruiz y la asociación”, señala Alberto Gómez Uriol, director del audiovisual junto a David del Águila.
Martirio Tesoro, Luis Cañadas, José Castilla, Joaquín Gutiérrez, Marivilla Cuadrado, María Dolores Ballester, Alberto Álvarez y María Dolores López aportan su testimonio en calidad de parientes de almerienses represaliados y fusilados por parte del régimen franquista.
Mientras, los catedráticos de Historia Contemporánea Fernando Martínez, Miguel Gómez y Antonio Barragán analizan las consecuencias que estos tribunales ocasionaron a la población civil. Sólo en Andalucía, se incoaron 61.958 expedientes de incautación de bienes y responsabilidades políticas, lo que supone un 11,87 por cada mil habitantes.
“El documental deja muy claro que la represión franquista no significó solo fusilamientos y encarcelamientos, que es lo que todos tenemos en mente cuando oímos hablar de la guerra. Fue también una muy concienzuda estrategia para aislar socialmente a todas las familias de los que no pensaban como ellos, a través de multas de cuantiosas cantidades económicas, incautaciones de bienes y depuraciones profesionales. Impresiona oír a los familiares cuando te cuentan las penurias que tuvieron que pasar para salir adelante”, concluye David del Águila.
“Hemos arrojado luz a una parte del pasado que aún tiene sombras”
Después de ‘Las voces silenciadas’, ‘El parte inglés’, ‘En tierra extraña’ y ‘Bombas y olvidos’, la productora 29 Letras, la Asociación Rocamar y el Grupo Sur-Clio culminan su colaboración con ‘El precio de la derrota’. El motivo principal es la supresión de las ayudas a las asociaciones de memoria histórica por parte del Gobierno central.
“Esta experiencia ha reforzado mi idea de que, aunque haya voces que dicen que ya se ha hab
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