Antonio Serrano “Andalucía ha perdido un potencial teatral muy grande”

Antonio Serrano “Andalucía ha perdido un potencial teatral muy grande”

Marta Rodríguez
22:05 • 22 mar. 2013

Como se decía en las cortes palaciegas que tanto le hubiera gustado conocer, su fama le precede. Nadie puede nombrar las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería sin acordarse de Antonio Serrano (Torralba de Calatrava, Ciudad Real, 1946). Y es lógico. Fundó este festival de la nada y lo convirtió en el segundo de España en su género. Tras 27 años al frente, cedió el testigo y se centró en el trabajo de mesa. Esta primavera vuelve a la cita con los clásicos de sus amores, y de sus desvelos, en calidad de dramaturgo con una adaptación del Arcipreste de Hita en la que ha estado pensando desde hace dos décadas.


Hacer una entrevista a Antonio Serrano no es tarea fácil. Es escurridizo con la prensa. No le gustan las fotografías. De hecho, la que ilustra este artículo fue captada sin apenas tiempo de enfocar a causa de sus imperativos. “¡Rápido, rápido, todo el mundo está mirando!”. Vayan por delante nuestras sinceras disculpas.


Tal y como puede apreciar el lector, se encuentra en el Café-Bar El Alcázar, en la calle Ricardos de la capital. Establecimiento que ha escogido para este ‘De tapas con...’ por “la calidad de su material humano y de su carta”. No en vano, mientras el camarero ‘canta’ la lista de tapas, él apostilla comentarios del tipo: “¿La ensaladilla? La mejor de España”. Así es imposible decidir qué tomar.




Hablando más que comiendo --haciendo gala del extraordinario conversador que es--, explica el origen de ‘Coplas del buen amor’, el espectáculo que estrenará el domingo 7 de abril, a las 20 horas, en el Teatro Apolo de Almería y que después llevará de gira por cinco pueblos de la provincia. “He estado pensando en una versión del Arcipreste desde hace veinte años, cuando explicaba en clase el ‘Libro del buen amor’ y veía que aquello respiraba teatro”, indica.


El reputado ‘teatrero’ Manuel Canseco, viejo amigo de Serrano y, por extensión, de las Jornadas, se encarga de la dirección de este montaje que cuenta con dos actores en el reparto, Marisol Membrillo y Ricardo Luna, que se intercambian los personajes masculinos y femeninos. “Y luego hay un elemento clave, la música, que interviene como un personaje más, de modo que se establece una dialéctica muy divertida y graciosa”, opina. Mabel Ruiz y Carlos González son los responsables de la misma.




Un espíritu libre


Pide otra ronda y se cambia al vino. No entiende por qué los jóvenes de hoy no saben apreciarlo. Quizá sea lo único que le es ajeno de esta generación, pues las canas que pueblan su barba y cabello sólo denotan sabiduría. En lo demás, es un espíritu que vuela libre.




Con esa rebeldía que le caracteriza y sin pelos en la lengua, el profesor, dramaturgo e investigador, con residencia fija en Retamar, se refiere a la actualidad del que fue ‘su’ festival y al convenio que Diputación y los ayuntamientos de la capital y Roquetas han suscrito y que los convierte en coorganizadores del mismo. “Llevo veinte años diciendo que las Jornadas deben ser de las instituciones, no de un grupo de entusiastas. Si ese convenio garantiza que se han quedado con ellas, estupendo. Ahora bien, una vez más, las administraciones que hay están gobernadas por el PP. Parece ser que el PSOE no quiere o puede estar. Estamos, una vez más, ante ese bipartidismo alucinante de este país”.


A ojos de Serrano, la Junta puede ofrecer algo más que un curso de profesores. “Aunque qué se puede esperar de una Consejería que ha borrado del mapa el Centro Andaluz de Teatro, que era un proyecto ambicioso y magnífico. Bajo la capa de decir que se lo están replanteando, lo han disuelto. Andalucía ha perdido un potencial teatral muy grande en los tres o cuatro últimos años y no sé si se va a poder recuperar”, lamenta.


Jornadas aparte, por fin ha logrado culminar la recuperación de ‘La conquista de Almería’, una obra inédita del XVII que halló en la Hispanic Society de Nueva York. “Después de años de trabajo, me había saltado dos versos”, indica. Probablemente lo presente en un congreso sobre manuscritos del Siglo de Oro que hay en Parma.


“¿Pedimos media ración de algo o luego comes en casa?”, pregunta dando por finalizada la entrevista. Todavía hay tiempo para una lección más. Hace un año lo llamaron de Olmedo para hablar de las relaciones entre un festival y la economía de la ciudad en que se celebra. “Me cabreo cuando hablamos solo de cultura. La cultura es dinero. Mi conclusión fue que el 80% del presupuesto de una cita se queda en hoteles, bares y restaurantes”. Y las palabras parece que se detienen en el aire, tal vez elevadas por su sapiencia. No es de extrañar. Su fama es merecida.


Quién es...


Nacido en Torralba de Calatrava (Ciudad Real) en 1946, llegó a Almería en el 75. Durante catorce años dirigió la antigua Universidad Laboral, hoy IES Sol de Portocarrero, a la que no consiguió bautizar con el nombre Carmen de Burgos ‘Colombine’. Entre 1984 y 2010 fue director de las Jornadas del Siglo de Oro. Luego tomó el relevo Ascensión Rodríguez Bascuñana. También estuvo al frente del Aula de Teatro de la Universidad de Almería.



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