Hoy, promovida por el Centro Andaluz de las Letras se va a celebrar una ruta guiada por algunos de los lugares de la capital, que han sido espacios narrativos de las novelas de Agustín Gómez Arcos, cuando se cumplen quince años de su muerte.
Gómez Arcos nació en Enix, el 15 de enero de 1933. Su infancia transcurre entre el juego y la colaboración en las tareas agrícolas como narra en ‘El niño pan’.
A los once años se traslada con su familia a Almería. Se prepara para el ingreso y dos años más tarde se matricula en el Instituto Nacional de Enseñanza Madia Nicolás Salmerón donde cursa el Bachillerato entre los años 1946 y 1953. Fue alumno predilecto de Celia Viñas, quien despertó en él un creciente interés por la literatura y con la que colaboró en diversas actividades culturales.
De Barcelona a Madrid
Transcurridos los cursos preceptivos y superado el Examen de Estado, cumple el obligado Servicio Militar en la Seo de Urgel. Finalizado éste se une a su familia en Barcelona y se matricula, obligado por su hermano mayor, Manuel, en Derecho, estudios por los que no sentía interés alguno. Por ello, al segundo año abandona los estudios y se traslada a Madrid no sin antes conocer los Grupos Experimentales de Teatro Nuevo, que comienzan su andadura en la Ciudad Condal, y de publicar un conjunto de poemas titulado ‘Ocasión de paganismo’ (1958). También obtuvo el Premio Nacional de narración corta con ‘El último Cristo’.
Desde su llegada a Madrid comienza a traducir a los más importantes dramaturgos europeos. Al mismo tiempo, escribe, actúa y dirige teatro. Con ‘Diálogos de la herejía’ (1962) consigue el Premio Lope de Vega y ser finalista del Calderón de la Barca. En 1966, a ‘Queridos míos es preciso contaros ciertas cosas’ le es concedido el Segundo Premio Lope de Vega. Pero ni éstas ni otras obras pueden ser representadas al serle retirados los galardones por la censura. Obstinado e incansable, continúa escribiendo teatro, que, o bien logra representar en colegios mayores y en salas comerciales en versión censurada, o tiene que conformarse con ser leído en tertulia por amigos.
Después de más de una decena de obras dramáticas, cansado por tanta dificultad y desesperado por no vislumbrar un horizonte claro, escribe a Manuel Fraga comunicándole su difícil situación anímica y económica y anunciándole su irrevocable decisión de marcharse de España, junio de 1966.
Tras dos años en Londres se instala en París. Del teatro pasa a la novela en la que obtiene los más prestigiosos premios (Hermes, Livre-Inter, Thide-Monnier Societé de Gens des Lettres y Roland Dorgelés) llegando a ser, en dos ocasiones, finalista del Goncourt.
Reconocimientos
Fue distinguido en 1985 con el título de Caballero de las Artes y las Letras de la República Francesa y en 1995 el mismo título con el Grado de Oficial. Cumplió su promesa –hecha en 1966- de no volver a España hasta que muriera el Dictador, fecha a partir de la cual pasaba largas temporadas veraniegas en Madrid. Tampoco volvió por Almería hasta 1977 en que fue galardonado con el Premio Bayyana al almeriense más universal y en 1997, invitado a participar en una mesa redonda con otros escritores. A Enix nunca quiso volver por más que se le ofreció insistentemente.
Su obra sigue despertando interés entre lectores e investigadores. Ello se debe en gran medida a la magnífica labor de difusión de la editorial catalana Cabaret Voltaire gracias a cuyo esfuerzo sus novelas están siendo traducidas y publicadas en nuestra lengua y puestas a nuestro alcance en las librerías de la ciudad.
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