Era su noche y la aprovechó. La amplitud creativa de Kike Parra y su banda no ha defraudado y el concierto ofrecido el sábado en el Teatro Apolo, dentro del Ciclo de Música de Autor organizado por el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería, ha sido simplemente apoteósico.
Este joven almeriense, rodeado de “amigos”, arriba en el escenario y abajo en el patio de butacas, ha disfrutado y ha hecho disfrutar. “Es una noche mágica y, como todas las noches mágicas, se comparte con la gente que quieres: con mi banda, con mi público y con muchos invitados”, decía casi al comenzar.
Junto a Carlos López en la guitarra, su primo Nono Torres en el bajo y su hermano Gerardo Parra en la percusión, por el escenario han ido pasando numerosos colaboradores, como Luismi Morales, su hermana Alicia Parra, Jesús Marfil en el violonchelo, Ramón García al piano y Pedro, del grupo Bernardine Pussy, acompañándole en la voz.
Versatilidad
Acaso el mejor resumen del concierto se concrete en el término versatilidad. Kike Parra, que ha aparecido sobre el escenario con chaqueta, camisa y camiseta, ha ido desprendiéndose de ropa al tiempo que iba cambiando sus registros musicales y también su forma de interpretar los diferentes temas: de la canción de autor al rock&roll, pasando por la canción denuncia, los temas más nostálgicos en una aproximación a la balada y un pop fresco y con llegada.
‘De aquí para allá’, ‘Mi Tesoro’, ‘Mientras aún me queda aliento’ (de Nono Torres) o ‘El señor de la línea 12’, dedicada a su abuelo, han completado la primera parte del concierto. En la parte central, las colaboraciones se han sucedido, cambiando la guitarra eléctrica por la acústica, por la de su hermana, Alicia Parra, “una de las voces más bonitas que he escuchado en mi vida”, para interpretar juntos ‘Hay días y días’ y ‘763 días’, en un momento muy emotivo de la noche.
Jesús Marfil
Tras ello, salía al escenario Jesús Marfil, para acompañar con el chelo el tema ‘No vale la pena’, mientras que el piano de Ramón García lo hacía con ‘El último día en la tierra’, un tema tremendista y futurista, pero sembrado de amor, sobre el futuro de la humanidad. El piano se mantuvo en escena, ya con la guitarra de Carlos López, para hacer ‘3ºB’, una canción protesta de la enseñanza pública, dedicada al padre de Kike Parra, maestro que se acerca a las puertas de la prejubilación. Luego dos canciones de profunda denuncia social, contra la telebasura y la proliferación de “parásitos” mediáticos.
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