La primera guardería en inglés de Almería organiza este sábado una feria del libro

Sumergirse en un segundo idioma desde los cuatro meses de vida, alternando el castellano que se irá aprendiendo en casa con el inglés que se escuchará en la guardería, como hacen los niños cuyos progenitores son bilingües.

Ese es el objetivo de Fantasy Nursery School (antigua Fantasy La Térmica), que a partir del próximo curso ofertará 74 plazas y será la primera guardería de la provincia, y la segunda en Andalucía, en apostar por la inmersión lingüística.

Para presentar esta iniciativa pionera, los responsables del centro han organizado mañana sábado, de 10 a 13 horas, una jornada informativa de puertas abiertas en la que se desarrollarán actividades como cuentacuentos y una feria del libro con títulos en la lengua de Shakespeare.

Este proyecto nace de la unión entre Enrique Ramos y Susana García, impulsores del grupo Fantasy, y Kerwyn Hawkins y Elena Moreno, de Anglophone Kids, un programa de aprendizaje dirigido a niños a partir de tres años.

“Queremos ofrecer a las familias la oportunidad que tienen aquellos niños con uno de los dos progenitores de otro país. En este centro encontrarán profesoras nativas, con experiencias en guarderías de sus países, para que así el acento que escuchen desde bebés sea perfecto”, apunta Enrique Ramos. Así, desde que se crucen las puertas del centro, sólo se hablará en inglés, a excepción de cuando lleguen los padres.

Los mitos del bilingüismo
Para Kerwyn Hawkins, lo ideal es seguir el método ‘One language, one parent’ que siguen las parejas donde los progenitores hablan distintos idiomas y cada uno se expresa en el suyo cuando se dirige a los hijos. “Lo que hacemos aquí es sustituir al padre que se expresa en el idioma que no es castellano, en este caso inglés, por la guardería. He investigado mucho sobre la materia y nuestra propia experiencia nos sirve para eliminar los obstáculos y mitos que existen acerca del bilingüismo”, dice.

Según Hawkins, los niños pueden manejar desde una edad temprana hasta seis idiomas sin mezclarlos. “Las ventajas del bilingüismo son múltiples. Los niños tienen un coeficiente intelectual más alto, son más creativos, más prácticos y además se acercan a una segunda lengua de forma absolutamente natural”.