Irene Garcés mira desde el cine negro a la España de los cincuenta

Irene Garcés mira desde el cine negro a la España de los cincuenta

Evaristo Martínez
22:49 • 26 may. 2013

Luis Camus es un periodista que ha olvidado su lugar en el mundo y ‘Búho’ es un boxeador que le devolverá a la realidad en que vive, la de la España franquista de 1953. Estos son los dos personajes centrales de ‘Me llaman Búho’, cortometraje que Irene Garcés (Almería, 1988) ha rodado en Sevilla  en localizaciones como el teatro La Fundición, el antiguo edificio de la Real Fábrica de Tabaco y la Casa de las Sirenas.

“Es una historia acerca de los que olvidan y de los que quieren ser olvidados. Por lo tanto, por encima de ser una historia que habla de los problemas de una época concreta en unas circunstancias concretas, es una historia de seres humanos que lidian con los problemas que les vienen impuestos y sus deseos de cambiar el mundo en el que viven”, explica a LA VOZ.

Gran aficionada al cine negro, Garcés se propuso el reto de captar la esencia del género “superando los tópicos que lo caracterizan”. Entre sus influencias confesas, títulos como ‘Los sobornados’ y ‘M, el vampiro de Düsseldorf’, de Fritz Lang, o ‘La noche del cazador’, de Charles Laughton, sin renunciar a “composiciones, movimientos y un montaje muy actual”, heredero de autores como David Fincher. “También hemos trabajado con influencias pictóricas como las obras de Caravaggio, José de Rivera o Rembrandt”, apunta la cineasta, que estudia Comunicación Audiovisual en Sevilla.

Un paso adelante
‘Me llaman Búho’ supone un paso más en la trayectoria ascendente de Irene Garcés, que con su anterior corto de ficción, ‘Tierra estéril’, ganó el premio RTVA a la Creación Andaluza en la décima edición de ‘Almería en Corto’. En este marco presentó el año pasado el documental ‘Almería: Distrito cine’, sobre los desafíos del sector en la provincia. “Es la primera vez que escribo un corto en el que los personajes alcanzan una complejidad tan extraordinaria. Por fin tengo la posibilidad de escribir un protagonista con un arco narrativo tan pronunciado: de la persona que cree que es a la persona que en realidad es”, detalla.

De ahí que el proceso de escritura de guión haya sido lento, así como la producción, en la que ha estado embarcada siete meses con sus ‘cómplices’ de Fictionary Films. “Es un grupo de gente muy joven. Tengo a mi alrededor unas cuatro o cinco personas que desde ‘Tierra estéril’, de una forma u otra, han ido estando involucrados en la mayoría de proyectos”. Entre ellos, almerienses como Pepe de la Rosa --“su trabajo como director de fotografía ha sido fundamental, ya que el cine negro requiere de una gran potencia visual”--, Nico Fernández, Pablo Miralles y Curro Vallejo.

Irene Garcés ha contado con otro paisano en el reparto: Francisco Conde, que se enfunda los guantes de ‘Búho’. “Le da calado y misterio. Físicamente era perfecto para el papel y su implicación durante estos meses de entrenamiento para aprender a boxear me confirma que era la persona idónea”. Junto a él, Óscar Corrales, quien ha trabajado en filmes como ‘La voz dormida’ o ‘Grupo 7’. “Desde que coincidimos en un proyecto hace dos años sabía que tarde o temprano acabaría dándole un papel de estas características”, concluye Garcés.







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