Mil kilómetros de viaje para montar una obra de arte de dos toneladas

Mil kilómetros de viaje para montar una obra de arte de dos toneladas

Marta Rodríguez
17:48 • 01 jun. 2013

Su mirada, símbolo de esperanza, se alza ya más allá del Museo Casa Ibáñez en dirección al cielo de Olula del Río. El modelo de ‘La Mujer de Coslada’ que Antonio López ha cedido a la pinacoteca del Almanzora, colosal representación de una bella fémina desnuda de pelo recogido y rostro elevado, ya ha encontrado su ubicación definitiva al final del patio tras diversas pruebas en distintos puntos.

“Al final se va a quedar en el primer sitio donde la montamos dejando paso a la gente. La hemos estado moviendo y ese será el lugar definitivo. Antonio ha participado en la decisión a través de las fotografías que le hemos mandado”, apunta el pintor y alma máter del museo, Andrés García Ibáñez.

De esta forma culminan varios días de trabajo, después de que el pasado miércoles a primera hora llegase procedente del municipio leonés de Fabero un tráiler con las piezas de esta obra de arte de más de dos toneladas de peso. “En total superan los 2.000 kilos porque son ocho piezas, a razón de 220 kilos cada una, más una base con ruedas forrada de madera que pesa otros 250”, indica.

Los mineros de León

La escultura estaba custodiada en la nave-taller de un catedrático de escultura amigo de Antonio López, Tomás Bañuelos, en la comarca de El Bierzo. Según cuenta Ibáñez, la  cargaron los mineros de León. “Allí están incluso peor que aquí por el tema de la crisis del carbón”.

Durante ese viaje de casi mil kilómetros, las medidas de seguridad consistían en una especie de caja de madera, gracias a la cual las piezas llegaron en perfectas condiciones. El traslado corrió a cargo de una empresa de transporte de Olula y en el montaje posterior intervinieron una decena de operarios municipales y hasta el alcalde, Antonio Martínez. “Aquí ha trabajado todo el mundo”, dice.

El ajuste y acoplamiento de las partes resultó sencillo. Se trataba de ocho piezas atornilladas por dentro madera con madera, ya que éste es el material interior del modelo de ‘La Mujer de Coslada’ mientras el exterior es de poliuretano.

“La fase del montaje nos llevó todo el día y luego fue el momento de enmasillar y lijar las juntas y darle una mano de pintura del mismo tono. La obra tiene un acabado rugoso, los grumos del modelado están disimulados, aunque a mí no me desagrada que se aprecien las juntas”, explica.

En invierno irá a Cosentino

La colosal escultura, de más de cinco metros y medio de altura, permanecerá en el patio del Museo Casa Ibáñez en verano y el resto del año se trasladará al edificio de oficinas de Cosentino, en Cantoria. La idea es que cuando Greda, la ciudad de la cultura de Olula del Río, sea una realidad, la obra del maestro del realismo se ubique en el vestíbulo para no moverla más.

Se trata de una cesión indefinida del pintor de Tomelloso dentro de las inmejorables relaciones que, desde hace más de un año, mantienen artista e institución, aunque podrá disponer de ella para exposiciones puntuales. No en vano, el próximo año está previsto que cruce el Atlántico hasta Colombia y Venezuela. Entonces habrá que repetir el proceso e incluso ponerle más mimo para preservar el modelo de la monumental ‘Mujer de Coslada’ en bronce patinado que preside una avenida de la población madrileña.







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