Sofía Rodríguez, emprendedora y productora audiovisual: “En el mundo de los artistas hay que saber torear egos”25

Cristina Ripoll
21:08 • 09 jun. 2013

Sofía Rodríguez es natural de San Agustín (El Ejido) y a sus 35 años es empresaria, emprendedora y nómada. Comenzó estudiando psicología pero sólo le sirvió para diagnosticar su propia patología. “Sufro de productopatía”, me cuenta entre risas y mientras me planteo si es muy grave me dice que Productópatas, su empresa, ya ha cumplido su primer año de vida. Lo importante es sobrevivir en estos tiempos, pienso.


¿Cómo se decide a montar esto?
Fue una necesidad. Trabajaba en el mismo sector pero para la empresa privada, me surgían un montón de proyectos paralelos a los que no podía responder por el trabajo, hasta que me decidí a dar el salto.


¿Fue difícil?
Fue difícil porque me costó muchísimo tomar la decisión, también por ser mujer en un sector como éste, por los recortes  en cultura, por eso fue difícil. Sin embargo, también fue fácil porque seguía haciendo lo mismo pero trabajando para mí.




Ahora que menciona lo de ser mujer en este sector ¿por qué es más difícil para nosotras?
La mano de una mujer en producción se nota, porque se basa en los detalles y nosotras, somos detallistas (ríe). Yo me dedico a la regiduría de espacios escénicos y en un montaje sólo hay hombres. Hacerte valer es difícil. A veces te miran como preguntándose: ¿esta tía quién es? ¿Y por qué manda tanto?


¿Por qué hay tan pocas mujeres al frente de productoras?
Los puestos más altos siempre han recaído sobre hombres pero cada vez más tomamos las riendas de nuestro futuro y nos posicionamos y formamos profesionalmente.

¿Qué consejo daría a una mujer que quiere montar su empresa?
Que se lance. Mujeres y hombres, que tengan un proyecto en el que crean. El año pasado estuve de profesora en un curso de producción de cine y una de las cosas de la que estoy más orgullosa es que de allí salieron emprendedores que se están ganando la vida con su trabajo.




Pero es difícil y más con esta situación.
Que no esperen que les vayan a llamar a la puerta porque uno mismo puede generarse las oportunidades.


¿Usted cómo se ve el día de mañana?
Me veo como ahora, con la maleta a cuestas, emprendiendo nuevos proyectos e ideando  nuevos encargos.




¿Encargos?
Sí, a veces me piden cosas.


Explíquese.
Este año para la feria del libro querían hacer algo distinto. Me pidieron que inventara algo y surgió ‘The rolling book project’ que consiste en dejar los libros en espacios públicos y que vaya rodando.


Interesante.
Intento vivir de esto.


Viviendo de esto lleva ya un año. ¿Cómo ha sido?
Ha sido una locura, muy fructífero, apasionante y muy enriquecedor. Este año he vivido en cinco ciudades diferentes.


¿Y cómo es vivir con una maleta bajo del brazo?
Fácil porque me encanta lo que hago, pero tienes que renunciar a otras cosas como la cercanía de tu familia y amigos, pero te lleva a descubrir otras realidades y enriquecerte de ellas. El viajar te da muchísimo. Este año he hecho desde un curso de flamenco transaccional con Marruecos, un largometraje en Granada hasta un festival de cine en Barcelona.


¿En qué faceta se siente más cómoda?
A mí lo que más me gusta es la producción. Aunque parezcan proyectos muy diversos y distantes para mí no lo son. Todo gira en torno a la producción. No distan tanto, igual en la nomenclatura o en la forma de trabajar pero lo importante es que sepas ser flexible y diplomático.


¿Y eso?
A veces tratas con un sector muy delicado como son los artistas, hay que saber torear egos y esas cositas (Ríe). Todo se resume en organizar equipos humanos, coordinar gente, coordinar necesidades y eso es lo que yo sé hacer.


Antes de comenzar me decía que sufre de ‘productopatía’. ¿Puede explicar en qué consiste eso?
A mí me costó mucho definir lo que hacía, podía tirarme media hora diciendo todo lo que hacía pero no resumirlo en pocas palabras. Hasta que aprendí que lo que yo hacía era gestión de recursos para producciones artísticas.


¿Y la enfermedad cuándo llega?
Me di cuenta en un avión, volviendo de Barcelona, yo estaba enferma por lo que hacía. Vengo de la psicología, de hecho estoy formada en investigación neuropsicológica y de ahí salió una definición patológica de mi ser que es la productopatía, tiene su pasología y hasta su tratamiento:  la ‘resolvedera’.


¿Hay muchos casos?
Conozco unos cuantos ya. 
 
Espero que siga enferma mucho tiempo. 
Lo estaré (Ríe).



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