Amanece en la Alcazaba entre música y emociones

Es ya una tradición para muchos almerienses. Para otros, una primera vez. El Amanecer en la Alcazaba descubre, en cada una de sus citas, lo bella que es la espera del alba y que no hay nada nuevo bajo el sol, una vez que gana altura en el horizonte.  Antes de que amanezca, parece que todo es posibley que el mundo  está aún por hacer  hasta el punto de que esta beatífica impresión inyecta esperanza pese al madrugón.

El Amancer reaprtió, como siempre, música y sugestión a partes iguales en tanto que rayaba el día sembrando metáforas por todos los rincones de la fortaleza.  Así fue la madrugada del viernes al sábado en la Alcazaba, con un millar largo de personas disfrutando de una excelente temperatura, sólo alterada por pasajeras rachas de levante.
A este Amanecer, como a los anteriores,  vinieron personas de todas las edades. Algunas de ellas conocieron aquellos primeros años en los que sonaba la música cósmica de Juanma Cidrón  y aún estaba conformándose esa revisión histórica del esplendor andalusí que ahora es una pieza esencial del argumentario de esta actividad. Otras asistieron por primera vez y quedaron sorprendidos por el inesperado ambiente dentro de la Alcazaba.

En esta edición,  ha sido así una vez más, como si el edificio concebido para un uso militar y palaciego, se hubiese convertido  con el paso del tiempo,  en el ágora más amable de la ciudad. Esta podría ser  una visión entre muchas posibles, sobre esta propuesta. Pero, el  Amanecer en la Alcazaba ofrece tantas interpretaciones como adeptos tiene desde que  se instaló en el calendario de los almeriense.  La más aceptada por todos es esa capacidad para servir de cita privilegiada entre conocidos de toda la vida.

Celebración de la vida ha sido el título que este año han dedicado los organizadores del Amanecer en la Alcazaba, “como expresión de rebeldía y resistencia creativa”.  Quizás por eso,  junto al simple placer de recorrer los recintos a una hora tan especial, se podía manifestar la adhesión a las consultas populares como vía hacia la democracia real. De hecho, las distintas mareas ciudadanas fueron invitadas a participar, recordando que esta actividad siempre tuvo sus matices de compromiso político.

Música y literatura
El imprescindible y extenso programa musical lo desarrollaron Joaquín Carrillo y Cia y el cantante Víctor Mané, además de una de las voces insustituibles de estos acontecimiento como es la cantautora Sensi Falán, que estuvo acompañada por  Domingo Mayor, Fiyo Muñoz a la flauta travesera, Chochi Duré al acordeón y la gaita y Francis Hernández a la guitarra flamenca, entre otros.  También pasó por el mágico escenario Rodipé, con su música romaní, el Grupo de Música de La Molineta-Asociación La Palmera y la Tuna de Mujeres.

La parte literaria contó con  poetas y escritores, intervienen, Celia Gómez Campos, Virginia Fernández Collado, María Rivas, Paqui Sánchez, Mar Verdejo Coto, Pepe Criado, Antonio Carbonell, Juan Pardo Vidal, Toño Jerez y Javier Irigaray. Y, como no, el desayuno de La Traíña.