El Molino de los Díaz vuelve tras quince años a la Feria de Almería

El Molino de los Díaz vuelve tras quince años a la Feria de Almería

Evaristo Martínez
12:23 • 17 ago. 2013

Ésta es la historia de un regreso empresarial, el de uno de los nombres propios con más solera de las fiestas mayores de la capital. Pero también es el relato de un triunfo personal, una victoria sobre la mala fortuna y los requiebros de la vida. Es la historia del retorno de El Molino de los Díaz a la Feria de Almería, quince años después.

Octavio Díaz Gálvez supervisa el montaje de la caseta bajo un sombrero en el que luce un pin del indalo. Tiene ochenta años y esta Feria será muy especial, por muchos motivos. En el establecimiento volverán a ofrecer desde esta noche las morcillas, salchichas y demás productos cárnicos que alimentaron las ferias de generaciones de almerienses durante tres décadas.

“Mi padre, José Díaz López, creó el negocio en 1918. En 1964 se inauguró la fábrica de El Molino de los Díaz, que contaba con 32 empleados, y en 1968 llegamos a la Feria”, cuenta. Mientras desgrana recuerdos, va recorriendo con el periodista una zona en la que ha instalado varios paneles con fotografías, recortes de prensa y otros testimonios que repasan la historia de los Díaz.


Treinta años después
El Molino de los Díaz fue fiel a su cita con la Feria hasta 1998. Fue el último año que acudieron y hasta hoy, el silencio. ¿Por qué tres lustros en blanco? Octavio Díaz se acerca hasta un mural que reza ‘Mi gran fracaso’ y recuerda cómo perdió el trabajo de toda una vida en un negocio fallido, el de Industria Cárnica Almeriense, inaugurada en 1980. Aquella aventura empresarial le arruinó y le costó la salud. “Caí en una depresión, no podía servirme por mí mismo y tuve que traspasar la instalación”, dice refiriéndose a la caseta.

Octavio Díaz logró reponerse del golpe y cuando se inauguró el recinto de la Vega de Acá quiso volver. “Cuando se abrió el nuevo Ferial me entró el gusanillo. He tardado tres años en conseguir este sitio por distintas circunstancias. La más penosa, el fallecimiento de mi esposa el pasado año. Ahora tengo ochenta años, no tengo necesidad de estos ‘fregaos’ pero que si no me agarrara a esto, me hundiría”.

Así, desde hoy sábado, El Molino de los Díaz volverá a girar en la Feria, ahuyentando fantasmas del pasado y con la misma energía de siempre.


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